El chico del parque

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Narra Gray

Era fin de semana, así que hoy no tendría que ir a la escuela. Quiero que me entiendan. Adoro estudiar y aprender, pero todos en la escuela son falsos conmigo. Todos son amigos míos sólo porque se enteraron de la fortuna de mi familia. La verdad cambiaría todo mi dinero por tener un amigo de verdad.
Salí de mi cama y bajé a la cocina a desayunar. Abrí la nevera que estaba repleta de cosas deliciosas como dulces de todo tipo. Agarré un pote con mayonesa y unas rebanadas de pan. También tomé la leche y cerré el nevera. Con un cuchillo partí y abrí el pan para juntarle la mayonesa. Vertí un mi jarra favorita la leche y me senté frente mi gran televisor para entretenerme mientras desayunaba. Solo ponían deportes, uno que otro espacio informativo, en otro canal una película que no se cuantas veces he visto; en fin nada entretenido. Después de terminar de desayunar y fregar, me dirigí a vestirme. Necesitaba estirar un poco las piernas. Esta semana estuvo cargada de muchos exámenes y gracias a dios por fin un respiro.
Después de peinar mi cabello negro y vestirme con un mono deportivo de color negro y una camiseta de color azul con una franja blanca salí de casa. Era un bonito día. Cielo azul y despejado, el sonido de los autos recorrer la ciudad. Personas recorriendo las calles, todo como debería ser. Caminé hasta el parque. Este poseía a sus ancianos dándole comida a las aves, niños jugando, familias teniendo un día de campo, uno que otra persona sacando a pasear a sus mascotas. Caminé por todo el parque tratando de disfrutar de la naturaleza y el entorno, pero algo me llamó la atención. Un grupo de 4 chicos empujaban a otro al lago. El grupo celebraba y se marchaban mientras que el chico que empujaron al lago salía del agua y se recostó en uno de los árboles que se encontraba en ese lugar. La curiosidad me ganó y me acerqué aquel misterioso chico.

-¿Te encuentras bien? - le pregunté al agacharme a ver le

En ese momento nuestras miradas coincidieron y pude ver quien era. Se trataba de ese chico que una vez lo llevé a casa cuando este intentó suicidarse; el chico que ayudo cuando su hermano se negó; el chico que se encontraba solo en s escaleras de la azotea del instituto. El chico a quien le pidió que fuera su amigo.

-Eres tú- dije sorprendido

-¿Q-que estás ha-haciendo aquí? - dijo casi en un susurro y temblando por el frío

-Vamos te llevaré a mi casa para que te seques- le dije agarrando su mano, pero luego la solté al ver que el dio un pequeño gemido de dolor -Lo siento- me disculpé con él

Caminamos juntos hasta mi departamento. Al llegar ahí lo deje en la sala. Fui por ropa y algo para que se secara. También pase por el baño y tomé algunas vendas del botiquín. Cuando regrese a la sala el aún estaba de pie observando algo.

-Ya volví- dije llamando su atención cosa que lo asustó y retrocedió tropezándose y cayendo al suelo -Perdón. No. Quise asustarte. ¿Estás bien?- me acerque a él para verle, pero este rápidamente retrocedió - Tranquilo soy yo. No te voy ha ser daño.- dije tratando de calmarlo.

Él alzó la mirada y pude apreciar que tenía un golpe en uno de sus ojos. ¿Cómo antes no me había dado cuenta? Estaba cerca de él, muy cerca. Mi vista fue atrapada por sus orbes café. Tal vez me quedé mirando sus ojos demasiado tiempo, ¿tal vez 15 minutos? No se, pero fue suficiente para que nos sintiéramos incómodos los dos. Me separé de él y le di la toalla y la ropa, como también le indiqué donde quedaba el baño. Esperé varios minutos y luego él apareció llevando la ropa que le di.

Narra Hallen

Desperté por el movimiento y los gritos de personas; eso sin contar que sentía como si tuviera un gran peso encima de mí. Abrí mis ojos y descubrí que no estaba en mi habitación, sino en la camioneta de Allen. Mi hermano conducía el vehículo, mientras que habían otros cuatro chicos junto conmigo. Uno de ellos estaba sentado encima de mí, aplastándo mientras bebía cerveza junto a los otros tres chicos. Al parecer se estaban divirtiendo. Uno de esos chicos derramó su bebida en mi cara.

Mi chico SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora