Reconocido por los muertos

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Ríos es uno de los hijos que Imperio Alemán tuvo con Chile, es uno de los mayores y el mellizo de Lagos; se sabe que tenía una conexión especial con su padre, que era su "favorito" debido a las estrellas que componen su bandera, no obtuvo ninguna habilidad especial pero transmitía bastante paz en tiempos de tsunamis y maremotos por los que sus hermanos más cercanos llegaban a pasar.


—susto que nos metió, por suerte no pasó a graves—   Santiago sentó en el suelo fuera de la habitación compartida de Ríos y Lagos   —No paso nada natural, no entiendo porque se puso así, su región no ha registrado nada, ni terremotos, ni incendios—


—Sus provincias no registraron tornados o tormentas fuertes, Valdivia y Ranco están en perfectas condiciones—  respondió Aysen sentado a su lado  —¿Que lo habrá puesto así? Es raro, jamás ha pasado—


—Créeme que si supiera podría hacer algo, lo que más me extraña es que papá no llamara para preguntarnos si ocurría algo—   recargo la cabeza en el hombro de su hermano menor   —al parecer no le afectó—


—Creí que las comunicaciones estaban interrumpidas, Bio estuvo llamándolo y decía que había mucha estática—


Se levantó bastante serio —Aysen te voy a pedir estar al pendiente de tus provincias asignadas, tal vez nos puedan invadir—


Las 16 regiones de Chile se encargan de cuidar a sus hermanos provincias según les corresponda al ser los hermanos mayores, Santiago es casi una excepción debido a que es la capital y por ende debe cuidar no solo su ciudad y a sus hermanos provincias, debe encargarse de mantener un orden y organizar a las demás regiones en diferentes situaciones en caso de que su padre Chile estuviera ausente o en situaciones de riesgo. Podía llevar a cabo aquella tarea, no era diferente a otra capitales como Buenos Aires, Ottawa o CDMX en el continente americano, estaba preparado mentalmente para todo, desastres naturales, guerras y posibles invasiones en los territorios, Chile confía en él, y Santiago no quería decepcionarlo por nada en el mundo pero la situación de Ríos le parecía alarmante, jamás había pasado algo así, las convulsiones siempre eran por inundaciones pero no se habían registrado ninguna.


—¿I-invadir? Pero Santiago no podemos comenzar a movilizar a nuestros ejércitos o la Marina... papá está en Europa, ¿que pasa si te hacemos caso y no hay enemigos? Recuerda que las cosas no están bien con los tíos Argentina, Perú y Bolivia—


—Solo quiero que la regiones cuiden a sus provincias... es todo Aysén—   mostro una sonrisa triste   —Tengo un mal presentimiento y siento el aire muy pesado...— miro al vacío apretando su brazo   —Como el día que tu padre falleció... siento así de pesado y frio el aire afuera—


—¿Que te hace pensar en eso?—   estaba confundido mirando a su hermano.


—No lo sé, Ríos fue el más cercano a Imperio Alemán... siento algo extraño, como si estuviera de regreso aquí—


La puerta de la habitación se abrió, Ríos se recargo del marco intentando caminar, se notaban sus estrellas algo pálidas  —d-debo ir a Europa—


—Ríos—   Aysén lo ayudó a ponerse de pie   —¿Por que dices eso? Necesitas descansar hermano—


—Debo ir a la tumba de papá, escuche su voz... eso no es normal, se supone que nadie en nuestra familia sabe hablar con los muertos—   respondió con enfado   —No me siento bien—  se apretó el pecho —¿Hay alguna alerta por volcanes?—


—No las hay, debes descansar... no saldrás de casa, le pediré a Pascua y Bio que vayan por papá, esto está muy raro—


Santiago había notado que los ojos de su hermano eran de diferente color y sus dientes eran puntiagudos; tenía sus sospechas pero no podía lastimar a su hermano o eso le afectaría a las provincias que cuida y por ende también a su padre.
Envió únicamente a Pascua a Europa mientras que Bio permanecía en él territorio pero haciendo un trabajo especial, buscar información sobre las habilidades de Imperio Alemán. Tenia la inseguridad de que habían poseído el cuerpo de su hermano pero no sabía como, se comportaba de la misma forma aunque su apariencia tierna e inofensiva había tenido un notorio cambio.

Pasaron pocos días y el chileno regresó teniendo un informe detallado por parte de su capital, le dio interés a sus sospechas y le pidió a todos que actuaran con naturalidad con Ríos. Chile no sentía ningún cambio en su territorio pero cuando estaba en el territorio de Ríos sentía una rara familiaridad en el aire, su clima era idéntico que en Alemania.


—¿Harás otro viaje?—   pregunto Santiago tras ver a su padre haciendo maletas.


—Voy a visitar a México, Guatemala esta ocupado y no puede ayudarme a comunicarme con alguien—   cerro su maleta   —Mientras no estoy vas a estar a cargo, llámame si sucede algo grave y nada de echarle sal a tu hermano—


—¿y que tal arroz?—  pregunto con inocencia  —¿O una ramita de oliva?—


—Nada, ya dije, pero por si las dudas pueden poner vasos con agua y traer un estaca con sigo todo el tiempo—


—Ni que fuera vampiro—


—Ya dije, Metropolitana de Santiago, me voy unos días con su tío Mex—


—Ay no me llames por mi nombre completo cuando te conviene y, suerte—  lo acompaño hasta la puerta.


—Cuida bien de tus hermanos, no olvides llamarme por si pasa algo con tu hermano—


—¿Por que deberías seguir con la farsa? Es obvio que mein Kaiser está en su cuerpo—

—Si quieres provocarlo adelante, ya sabes que te pasaba cuando lo hacía, los quiero... bye—

Prometo volver (countryhumans Alechi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora