Prometo volver (countryhumans Alechi)

Tiene que ser él

Con unos días transcurridos desde el funeral, Alemania tomó el valor de hablar con su hermano y quisiera o no, con el resto de su familia mediante un "ritual" que había aprendido gracias a España como agradecimiento por ayudarlo a recobrar poco a poco sus recuerdos aunque le era difícil recordar a Imperio Italiano.

Sus provincias estaban angustiados al ver que el cielo siempre estuvo cubierto por nubes grises, apenas el sol salía y muy frecuentemente en las noches llovía, Berlin ya no encontraba la forma de consolar a su padre, arreglar sus problemas y que enfrentara su soledad, solo podía aguardar fuera de su habitación como cuando era pequeño y tenía un mal sueño.

Aquella noche no fue la excepción, cerró su habitación y se puso a meditar en silencio para crear un espacio seguro en donde nadie lo pudiera lastimar y el tampoco pudiera hacerlo; los primeros en aparecer fueron Germania y Sacro Imperio Romano Germánico, después prusia seguido de Nazi, Imperio Alemán no quiso aparecer dejando al último y frente a Alemania, a su querido hermano, Ost.

—¡Alemania!—  Ost abrazo con fuerza a su hermano quien lo levantó y dio algunas vueltas antes de dejarlo en el suelo seguro  ya tenía ganas de verte, gracias por... recibir a Ucrania por mi—  sus mejillas se tornaron rojas.

—sabia que querrías verlo, algún día traeré aquí a Ucrania—  prometió el alemán.

—no... no te preocupes, yo quiero que Ucrania me olvide, el merece estar con alguien que lo quiera—  dijo el menor pues ya había visto por medio de una grieta de realidad a su amad país  —fuimos amigos y debe olvidarme, los recuerdos amargan el corazón—

—Ost no digas eso—  revolvio su cabello y se dirigió a sus familiares  —¿hay algo que debamos hablar? Me honra sus consejos y me permitan visitarlos—

—la familia debe estar unida—  dijo Germania con los brazos cruzados.

—aunque cierto amargado no quiera venir a verte—  Sacro Imperio  suspiro  —ayer jugamos damas chinas y me arrojó el tablero cuando supo de tu boda con Chile—

Alemania ligeramente se sonrojo  —¿boda? Jaja ya están hablando como el señor Mapuche—

—y es porque vemos el futuro, mi pequeño bastardo—  Nazi lo tomo de una de sus mejillas apretando la con fuerza  —el amor que tienes por Chile ira creciendo, no vayas a soltarlo o te golpeare—

—eso debería de decir yo—  intervino Prusia  —pronto tendrás que elegir si seguir con una obsesión o ir por tu amor jajaja— 

—no no, quiero llevarme las cosas con calma, aún debo hacer muchas cosas, no tengo tiempo para una relación—

—mientes—  dijo Ost corriendo mientras rodeaba a su hermano  —lo quieres, te gusta, se besan, tienen hijos, Alemania y Chile son pololos—  cantaba.

—Ost ya deja eso—  detuvo a su hermano  —somos amigos, no se como vayan las cosas en el futuro pero se que Chile me ve como un niño—

—por eso debes hacer honor a tu sangre conquistadora y hacerlo tuyo— Nazi apreto el puño  —Japón e Italia serán buenos aliados—

—no olvides a España—  añadió Prusia con orgullo  —lo conoce mejor que nadie y su forma de conquista superó a Francia—

—¿y que hay de Mapuche? Siendo su madre podría ser de ayuda— concluyó Germania.

Los territorios seguían discutiendo sobre el futuro de Chile y Alemania, aunque aquello le avergonzaba prestaba atención, no sabía si hacerles caso de una vez o dejar que todo tomara su curso; tenía encuentros poco frecuentes con el chileno, de eso no había duda, se veía más seguido con Japón e Italia y eso porque sus planes aún seguían en pie, acabar poco a poco con algunos países.

Su siguiente blanco era China, su relación con sus amados hijos iba decayendo, Taiwán se había acercado un poco a los latinos teniendo un choque con Guatemala, China también habia tenido uno con Peru y eso le molestaba al estadounidense; no contaban que Canadá se acercará a Ucrania, México a Rusia y muchos encuentros más; UK estaba lastimado y por proteger su vida tuvo que dividirse nuevamente en las 4 naciones que es ya que Nazi lo había torturado como venganza junto a Prusia que tenía una deuda pendiente por parte del español.
  
Tal vez los días grises de Alemania no terminaban pero la lluvia no era tan frecuente en las noches, aún seguía estando triste, aún se mantenía aislado de varios países y en especial con los aliados, no salía de su país y Berlin era que confirmaba las entradas vigiladas de la frontera.

—veintisiete, veintiocho, veintinueve, treinta—  dio pasos el chileno esperando una vez más al alemán chocando con el  —hola mi Ale, ¿mucho trabajo otra vez? Espero que no estés planeando una tercer guerra—

—no, para nada, estuve jugando con Ost un poco del otro lado—  dijo con una pequeña sonrisa.

El chileno se paró de puntitas y tocó su frente con su mano  —te vez pálido, ¿cuanto tiempo haz dormido?—

—no me trates como un niño—  tomo su mano y la beso  —soy ya un adulto, quien debe cuidarte soy yo—

—no me cambies de tema—  le dio un ligero golpe en la frente  —lo digo por tu propio bien, a ti no te quedarían las grietas en tu linda carita de niño mimado—  sonrio con malicia  —pequeño bastardo—

—eh? Con que me llamaras de la misma forma que mi padre— lo tomo de la cintura haciendo que su espalda se arqueara hacia adelante mientras era sostenida por el alemán   —entonces, ¿debería llamarlo como mi abuelo lo hacía?—

—n-no te atrevas—  se puso nervioso y se aferró a sus brazos pensando que caería  —era un apodo ridículo, Alemania hablo en serio—

—yo también lo hago—  quiso besarlo pero el chileno no lo dejó cubriendo interviniendo entre ambos su mano.

—parece que te diviertes—  escucho una voz que hizo que soltara al chileno y este cayera al suelo, por unos segundos vio frente a él a un país con tres colores y un traje militar muy parecido al de los latinos en su época poco monarquías.

—utk- Alemania, weon eso sí me dolió—  Chile siguió en el suelo tomándose de la cintura  —¿Alemania?—  miro hacia atrás y quedó perplejo, miraba algo muy diferente a Alemania.

No sé trataba de un país, Chile estaba viendo el pasado, como era la capital de Alemania cuando Prusia seguía vivo, cuando se levantó se percató que su acompañante ya lo estaba con él, ¿había retrocedido en el tiempo o se trataba de una ilusión?