Capítulo 26 (T/N): Sección Prohibida

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NO HAY NOTA DE LAS AUTORAS 

La noche anterior no pude dormir, me había preocupado lo que pasó con Draco en la Torre. Estaba completamente segura de lo que había visto y no tenía ni puta idea de como ayudarlo; por alguna extraña razón, me dolía verlo así. Di vueltas por toda la cama hasta que el reloj marcó las 7:00 am; este día no había clases, era sábado pero me levante ya que seguía sin poder conciliar el sueño.

Decidí ir directo a la ducha, hacía frío y estaba cansada por lo que consideré que eso me ayudaría. Tenía una sensación extraña en el cuerpo, una extraña pesadez que no había sentido nunca; al entrar a la ducha, el vapor caliente inundó mis pulmones haciéndome sentir asfixiada, mi visión se nubló y me temía lo peor.

Un destello de luz verde inundó mi vista, una visión:

¡Somos iguales Maxime!

Un niño pequeño de cabello oscuro y ojos verdes se acercaba a mí con una sonrisa casi diabólica. Me extendía la mano mientras yo daba pequeños pasos hacia atrás.

Negar tu naturaleza y astucia te llevará a tu propia tumba, ven conmigo...

Al no darle la mano al niño, su boca se transformó en un hocico con colmillos similares al de una serpiente; se lanzó sobre mí haciéndome resbalar y devolviéndome a mi realidad. Estaba de nuevo en la ducha y comencé a llorar ¿Qué mierda fue eso? Me levante cuidadosamente, pues el golpe había sido duro y revise que no me hubiese roto nada, parecía estar todo en orden hasta que al ver mi antebrazo izquierdo aparecieron dos cicatrices que simulaban una mordida de serpiente ¿¡Que carajos!?

Decidí terminar de bañarme y salir en cuanto antes de la ducha, me puse lo primero que encontre: jeans negros, un body del mismo tono, una gabardina color beige y unos zapatos blancos. Solo cepille mi cabello y salí disparada a la oficina de Dumbledore, Neville tenía razón todo este tiempo y estaba retrasando las cosas más de lo que debía.

Al acercarme a la Torre del director noté que la escalera estaba posicionada de manera distinta, al parecer alguien había entrado de manera reciente pues la figura que cerraba el acceso no estaba. Subí cautelosa y entre a la oficina que estaba abierta de par en par, pero no había nadie. Recorrí aquella oficina llena de objetos curiosos.

Unos minutos después decidí sentarme en unos de los sillones frente al escritorio del profesor; el escritorio estaba bastante desordenado; una pila de pergaminos, libros y cachivaches. De todos los objetos uno de ellos me llamó la atención; un anillo de oro con una piedra negra y un símbolo extraño, no logre distinguir aquel símbolo, podría ser un escudo quizá.

Cuando me disponía a tomarlo una voz autoritaria me reprendió:

Dumbledore: ¡Alto Maxime! -Apenada, me encogí de hombros mientras el profesor bajaba unas escaleras de metal dentro de la oficina-

T/N: Yo... Lo lamento profesor. -Dije apenada- No debí entrome...

Dumbledore: No te disculpes T/N. -Me interrumpió- El anillo posee una magia sumamente peligrosa, si lo tocas me temo que las consecuencias serían aterradoras.

Confundida, miré como Dumbledore guardaba aquel extraño objeto en su escritorio que cerró con una llave que terminó poniendo en una cadena alrededor de su cuello. Miré al profesor por un momento y noté que su mano derecha tenía un tono distinto... un tono grisáceo oscuro; el profesor al notar esto se acomodó las mangas de su túnica y se sentó en su escritorio.

Dumbledore: ¿En qué puedo ayudarla señorita Maxime?

T/N: Honestamente profesor, no estoy del todo segura... -Me aclaré la garganta- Ni siquiera sé como comenzar... ¿Alguna vez ha tenido pesadillas tan vívidas que es como si estuviera en una realidad alterna?

THE HEIR (+ 18) -Draco Malfoy y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora