** PRIMERA PARTE HASTA EL CAPÍTULO 76**
Draco: ¡Hueles fantástico Maxime! -Dijo en lo que parecía un gemido-
Draco recorrió con suavidad y delicadeza mis muslos lentamente y mirándome de vez en cuando en búsqueda de alguna señal de desaprobación d...
Llevo semanas rodeado de gente... repentinamente Bellatrix - la aterradora y esquizofrénica hermana de mi madre- junto con algunos más, llegaron a la mansión Malfoy desde el inicio de las vacaciones escolares.
Mi padre, parece interesado en mis actividades diarias, lo cual me parece inusual y en cierta forma hipócrita.
Entre la falta de sueño y el estrés constante, siento que mi hogar es una continua y agobiante prisión. Pues pasé de disfrutar de la privacidad de m mansión a vivir en un campo de refugiados.
Desde aquella noche, en que me encomendaron aquella misión, Hogwarts me parece inútil y perdió mi interés por completo. Era un honor "servirle" al Señor Tenebroso ¿No es así?, entonces no entiendo el por qué me siento tan agotado con el pasar de las semanas.
Escuché a mi madre por el pasillo, seguramente me busca para ir a nuestras usuales visitas a Borgin & Burkes, lo que me hace suspirar de cansancio y hartazgo:
Narcissa: Draco, salimos en cinco minutos, ¿Estás listo? -Dice mi madre suavemente mientras me extiende un paquete de cartas- ¿No piensas contestarle a tus amistades?, la mayoría son de Pansy y Blaise.
Draco: Parkinson de nuevo... -Parece que alguien no entiende las indirectas, pensé- Su insistencia comienza a fastidiarme verdaderamente.
Narcissa: Bueno, no tiene que ser tu novia Draco, pero seguir junto a tus amigos no te haría daño. Necesitarás compañía en Hogwarts por estas fechas.
Arrugué la nariz de inmediato, "Parkinson y Malfoy" la idea me parecía repugnante; Draco el amistoso, Draco el amoroso, Draco el buen estudiante, Draco el deportista, Draco el hijo pródigo y... Draco el líder. ¿Quién necesitaba amigos? después de todo, el Señor Tenebroso me había elegido a mí, de entre todos los demás; incluso por encima de mi padre.
Me dispuse a acomodarme las mangas de la camisa de seda blanca ocultando aquella marca que cambió mi historia, mi lugar en el mundo. Posteriormente, me puse el saco, un reloj de oro blanco y un poco de colonia.
Salí al pasillo y noté murmullos en la habitación contigua, percibí la horrible y chillante voz de Bellatrix junto a la de mi padre, por lo que continué caminando sigilosamente y me coloqué cerca de la puerta de aquella vieja biblioteca con la finalidad de escuchar aquella conversación:
Lucius Malfoy: Todo se empieza a acomodar conforme a su curso Bella, Draco es el indicado; yo lo sé. Acabará con ese inútil intento de director y traidor a la sangre, estoy seguro de que el Señor Tenebroso será benévolo con nosotros. -Mi padre daba vueltas alrededor de una silla, demasiado sonriente para ser él-.
Bellatrix: Es un cobarde, igual a su padre. Más le vale a tu malcriado descendiente, que cumpla con lo establecido o yo personalmente me encargaré de él. -¡Esa perra!, intimidando a todo el que se le atraviese, pero no tenía miedo. En cuanto termine con ese anciano, seguiré con ella-.
Lucius Malfoy: ¡Él lo hará! Es la única persona que nos dará acceso al castillo... ¿Además, hay otros problemas que requieren de tu atención bruja!
Bellatrix: Si te refieres a esa sangre sucia una vez más, ya te dije que nosotros nos haremos cargo Malfoy. El Señor Tenebroso en persona me pidió "atenderla como nuestra invitada" pero todo a su tiempo. Nos debe otorgar lo que necesitamos primero -Dijo mientras sonreía con aquellos dientes podridos y fracturados-
¿Sangre sucia? desde cuando esta casa se preocupaba por esos seres inferiores, ¿Qué mierda están tramando?
Narcissa: ¡Draco! -Interrumpe mi madre-, De prisa... -Me toma por el brazo con fuerza y nos dirigimos a la entrada, sabía que que iríamos al callejón Diagon-
El viaje en traslador fue concreto, y en la entrada de Borgin & Burke me encuentro con Fenrir Greyback, Bellatrix y ¿Severus Snape?, Se que pertenecía a nosotros, pero su presencia me parecía inútil e insignificante.
La conversación entre los miembros de esta reunión me parecía lejanamente interesante, al parecer la perra de Bellatrix dudaba de mis habilidades y encomendó a Severus ser mi "protector" ¡Pero qué carajo! Estaba cansado de que la familia Malfoy sea manchada con esta reputación, no soy un cobarde y lo demostraré así me cueste la maldita vida... Levante mi vista y apenas todo es borroso para mi, es como si las manos de Bellatrix y Severus entrelazadas por aquel hechizo me devolvieran a la realidad y me encararan lo que está en juego...
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Estaba terriblemente agitado, mis pies se sentían pesados a pesar de estar corriendo. De repente vi una figura desvanecida en el suelo inundada de sangre, una luz verde inundó la habitación y aquel grito ensordecedor...
¡DRACO!
Draco:¡Lumos!
Encendí una tenue luz con mi varita. Como era de esperarse, desperté a mitad de la noche sudando; era la quinta noche que esta pesadilla me abrumaba, ese grito... esa chica. Quizá me encontraba estresado por la visita de esta tarde al callejón Diagon. Una hora más tarde y tratando de convencerme que mi mente era más poderosa que mis nervios, me quede dormido nuevamente.
Al día siguiente, me aliste para ir de nuevo a Hogwarts, a aquel maldito y aburrido lugar. Me puse mi mejor traje y acomode mi cabello, ciertamente me veía distinto, mi cabello era ligeramente largo y a pesar de seguir siendo atractivo, me veía cansado, mis ojeras me delataban.
Me sentía acalorado, ¿Nervioso quizá? ¡Que rayos! Tomé mi estúpido baúl y me dispuse a llegar a aquel lugar. Fui de los primero en llegar al estúpido tren, claramente no me sentía bien, estaba con nauseas y una jaqueca de los mil demonios, pero no iba a permitir que nadie lo notara.
Llegado el momento de partir, vi por la ventana a una chica de espaldas, dejar un baúl de color azul cielo, no me pareció conocida ni tampoco con apariencia británica; tenía un semblante de algún otro lugar ¿Americana? No. Ella no se veía jorobada, con el pelo revuelto ni desaliñada por lo poco que percibí de su atuendo... Cuando la chica se levantó e iba a revelar su misterioso rostro, una voz conocida me interrumpió hasta el mínimo dejo de pensamiento:
Blaise: ¡Malfoy! El vagón apesta a tu colonia hermano.
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Cómo podrán notarlo, Draco no es romántico, no se enamora inmediatamente de T/N. Queremos darle su tiempo a cada personaje tal como suponemos que lo harían en la vida real.
