Capítulo 27 (T/N): Oclumancia

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NOTA DE LAS AUTORAS AL FINAL

Desde aquel episodio tan extraño que había vivido en el baño y la plática confusa y aterradora con Dumbledore devoré durante una semana todo lo que encontré en la biblioteca sobre Oclumancia y procure investigar hasta debajo de la última piedra del castillo para encontrar respuestas; la única persona que sabía que estaba metida en estos temas era Neville.

No había comentado nada con los chicos y me sentía mal por ello; pero no quería aumentarles la carga de mis problemas, en especial a Harry, el pobre tenía asuntos más importantes de los cuales encargarse y claramente yo no iba a ser uno de ellos.

Estaba nerviosa por acudir con Snape; el tipo no era mucho de mi agrado y claramente yo no lo era para él. Lo notaba en sus gestos al responder ante algo de su clase. A pesar de haber leído la sección entera de Oclumancia, lo más destacado que había encontrado es que la práctica consistía en cerrar la mente contra la rama opuesta, la Legeremancia; así como cerrar la mente a pensamientos y sentimientos.

Para poder practicar la Legeremancia se necesita el hechizo Legeremens aunque, si se tenía suficiente habilidad podía practicarse sin varita o hechizo y al ser un hechizo práctico; no había tenido el tiempo ni la privacidad suficiente para perfeccionarlo. Caminaba por los pasillos con dirección al salón de Defensa, Dumbledore me había comunicado que sería un lugar más práctico y no me había opuesto.

Llegué al salón y entré, el profesor aún no había llegado; resoplé y me senté en una de las mesas del salón. Los anillos de mis manos parecían más interesantes en ese momento hasta que escuche como la puerta se abrió y Snape entró un poco apresurado y con porte imponente. Se paró en seco en frente del salón y se me quedó mirando de manera extraña. Se arremangó la manga derecha y sacó su varita.

Snape: Buen día Maxime, espero que una Ravenclaw esté preparada para enfrentarse a esta práctica. Por lo que me comentó el Director ya hizo su tarea de informarse sobre la Oclumancia. -Dijo en tono serio-.

T/N: -Tragué fuerte- Así es profesor, leí todos los libros de la Sección Prohibida sobre Oclumancia.

Snape: No me sorprende... -Dijo alzando las cejas y sarcástico- Pero, en esta ocasión me parece que la teoría no le va a ser de mucha ayuda señorita. Siéntese en la silla que está encima de la tarima.

Me levanté de la mesa y caminé hacia la tarima. Me senté en la silla y respiré profundo. El profesor se colocó frente a mi y con un movimiento de sus brazos apuntó su varita hacia mi.

Snape: Espero que haya dormido bien, créame cuando le digo que lo va a necesitar.

T/N: Pues en realidad no he dormido mucho estos días; pero supongo que no me queda otra opción -El profesor hizo una mueca, me acomode un poco en la silla; estaba nerviosa, no me sentía lista para revelar ningún tipo de información, y menos al profesor Snape.

El profesor me miró decidido y me dijo:

Snape: Cierre los ojos y respire profundamente. -Cerré los ojos y lo único que escuche fue la voz del profesor- Vacíe su mente, no debe pensar en nada; ningún recuerdo por bueno que sea y a ninguna persona ¿Entendió? -Asentí levemente- Bien... ¡LEGEREMENS!

 ¡LEGEREMENS!

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THE HEIR (+ 18) -Draco Malfoy y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora