Mi cabeza no deja de dar vueltas ante el repentino cambio que estoy viviendo. Hace menos de tres meses finalizaba mi cuarto año de escuela en Beauxbatons y ahora (para empezar mi quinto año), me encuentro parada en la estación de King's Cross, esperando a tener el valor necesario para dirigirme a la plataforma 9 ¾ y llegar al tren que me llevara a mi nueva escuela, Hogwarts.
La estación se llenaba apresuradamente, chicos con grandes baúles y jaulas con diversos tipos de animales. Mis manos temblaban, en este punto no lograba diferenciar si era el frío o mis nervios que me obligaba a controlar. Aún recuerdo a mi tía Olympie con su característica elegancia francesa y presencia sumamente autoritaria, al darme aquella noticia..
Olympie Maxime: Deberías sentirte afortunada cherie, tienes la gracia, elegancia y educación que caracteriza a este instituto, pero ambas sabemos que tu maravillosa mente aspira saciar la sed de conocimiento que te inunda...Beauxbatons ya no es lugar para ti, no tiene nada más que ofrecerte.
T/N: Aún no logro entender, si es que me envías a Hogwarts para aprender cosas diferentes o por alguna otra razón que me ocultes. -Me aclaré la garganta, pues el nudo que traía no me dejaba pensar o respirar- Pero, si esto es lo que quieres adelante... -Extrañaré mi casa y sí, sentía que se estaban deshaciendo de mi- Cualquier cosa, lo que sea que esté sucediendo... Me lo puedes decir tía.
Olympie Maxime: Tienes mi palabra. Solo deseo las mejores oportunidades para ti -Acariciando mi rostro dulcemente-.
Mientras permanezco sumergida en mis recuerdos, la estación se convertía en un escenario intrigante a expensas del mundo "no mágico". Padres despidiendo a sus hijos, la mayoría chicos y chicas pequeños, que se encuentran en su primer año. Al igual que yo, en un mundo completamente nuevo y desconocido. ¿Qué carajos se supone que haga ahora en una escuela nueva?
Nunca fui la persona más popular en el instituto, mi círculo constaba de una sola amiga y que además, para mi "grandiosa suerte", esta nueva escuela era mixta. Los pocos chicos con los que me he relacionado son magos viejos, casi todos, amigos o familiares de Olympie.
Tampoco es que me sienta identificada con las chicas en Beauxbatons, no era mi área, ni mi zona de comfort, pero al menos era un lugar seguro, mi hogar...
Molly Weasley: ¡Fred, George, andando! Siempre somos los últimos, les cerrarán el andén. -Una mujer pelirroja y pecosa hacía ademanes a su familia, mientras un grupo de chicos, igualmente pelirrojos, atravesaban el andén-
T/N: Bien, llegó la hora... no hay marcha atrás -Atravieso aquella pared percatándome que mis pensamientos, casi logran que pierda el tren- ¡Magnifique! (magnífico) tarde como siempre... -Respiro profundamente, evitando que mis miedos me controlen. Siempre he intentado mantenerme firme en mis ideales, una persona que planea las cosas y espera que todo se desenvuelva conforme a su curso... o eso esperaba la mayor parte del tiempo-.
Sacudo mi cabeza un poco para despejarme y comienzo a avanzar con mis cosas, hacia donde noto que una multitud de todas la edades, se reúne para depositar sus pertenencias y dejar que las guarden en los compartimentos. Lo único que llevo conmigo para el viaje en el tren es mi cuaderno de astronomía, mi nuevo uniforme (que pronto tendré que ponerme )y mi viejo búho, Rowan.
Dirigiéndome hacia una de las múltiples entradas del tren, me comienzo a abrir paso entre la multitud de chicos y chicas, e intento buscar un compartimento vacío. Como si el mundo no pudiera dejar de recordarme que mi vida es un desastre, no logro encontrar ni un solo lugar, que se encuentre desocupado.
Durante mi búsqueda, una alta obstrucción en el camino me detiene, al intentar observar que está causando la obstrucción no puedo evitar girar los ojos al ver a un chico pelirrojo, piel blanca, ojos verdes y con sus manos, que llenas de pecas, tenia dulces desbordando de todos lados. Mi mirada parece causar cierto efecto, quizá incomodidad, pues inmediatamente el chico levanta la vista:
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THE HEIR (+ 18) -Draco Malfoy y Tú.
Fiksi Penggemar** PRIMERA PARTE HASTA EL CAPÍTULO 76** Draco: ¡Hueles fantástico Maxime! -Dijo en lo que parecía un gemido- Draco recorrió con suavidad y delicadeza mis muslos lentamente y mirándome de vez en cuando en búsqueda de alguna señal de desaprobación d...
