Capítulo 23 (T/N): Cordialidad

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NO HAY NOTA DE LAS AUTORAS AL FINAL

Después de lo que había pasado con Cedric en la fiesta, me sentía distinta. Cada vez más segura de mi misma; le dejé de dar importancia a los constantes murmullos y miradas despreciables que se hacían presentes cada vez que caminaba frente a un grupo de chicas.

Por otro lado, me encontraba un poco más tranquila después de los episodios extraños que había vivido con Malfoy; está última semana no lo había visto en ninguna clase y por si fuera poco había faltado a las tutorías, por lo que no sabía si preocuparme o sentirme aliviada ante ello.

Sacudí mi cabeza y aceleré el paso hasta llegar al salón de Pociones, estúpidamente me había vuelto a quedar dormida e iba tarde. Para mi fortuna, el profesor Slughorn aún no había llegado y me encaminé hacia mi mesa. Malfoy siguiendo la rutina de esta semana, no había llegado y comenzaba a fastidiarme de no tener compañero... sin importar si se tratase del secousse égocentrique (imbécil egocéntrico); tenía que hacer trabajo doble y me tardaba un poco más de lo usual dejando a Potter en ventaja -se había vuelto el mejor de la clase-.

Después de unos minutos, el profesor Slughorn llegó y se apresuró a impartir la lección; al parecer, el día de hoy prepararíamos Veritaserum; era una poción extremadamente difícil pero lo bastante interesante. Siempre me había intrigado como una sustancia incolora, inodora y transparente podía obligar a alguien a decir la verdad aunque esta persona se negase con todas sus fuerza.

Mientras repasaba la lista de ingredientes, me sujete el cabello en un moño un poco desordenado; los vapores que irradiaban los calderos eran un maldito problema para mi cabello. Justo cuando entendí el procedimiento y me disponía a levantarme de la mesa para recoger los ingredientes necesarios, alguien se sentó en mi mesa lo que me hizo dar un sobresalto...Malfoy.

Fruncí el ceño y lo miré de reojo, Draco apoyaba su lengua en el interior de la mejilla; ni siquiera se molestaba en disimular cuando parecía molesto pero no pensaba caer en su patético juego infantil. Recogí los ingredientes necesarios y al regresar, Draco había preparado los utensilios que se ocuparían para mi sorpresa; de alguna extraña manera dividimos el trabajo en partes iguales.

No me prestó atención mientras parecía concentrarse en Slughorn y el procedimiento, mi obsesión con la perfección no pudo evitar voltear de vez en cuando a supervisar lo que Malfoy hacía; para mi sorpresa, parecía tener todo en orden y saber perfectamente que tenía que hacer ¿Cómo carajos lo está logrando? Me extrañó que después de no asistir a clases o a las tutorías no tuviera dificultad alguna; no pude contener mi curiosidad...

T/N: Me pregunto Malfoy... ¿Cómo estás siguiendo lo que tenemos que hacer? Te has perdido una maldita semana de clases y hemos visto bastante. Tampoco asististe a las tutorías para ponerte al corriente.

Draco: -Volteó a verme con un aire de superioridad y carcajeó de manera sarcástica- El que no haya asistido a clases o a tutorías no implica el que yo no haya estudiado por mi cuenta Maxime. -Me volteó a ver y aquellos ojos grises habían cambiado desde esa noche... parecían más brillantes de lo usual ¿Acaso era yo?- No debería preocuparte mi vida Maxime, parece que poco a poco recuperó el magnífico estatus de mi vida académica.

T/N: -Alcé las cejas- ¡Vaya! ¿Quién lo diría? Draco Malfoy por fin dándole prioridad a algo en su vida que no sea él mismo -Resoplé fastidiada y volví toda mi atención a la preparación de la poción-.

Draco: Los Ravenclaw a veces me sorprenden con lo hipócritas que pueden ser... -Suspiró y pude notar el aroma mentolado que desprendía su aliento- Se quejan de nosotros y lloriquean pero en realidad, el creerse más inteligentes que el resto los convierte en egocéntricos por naturaleza; niégalo Maxime... Te reto.

THE HEIR (+ 18) -Draco Malfoy y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora