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Ya habían pasado semanas desde ese hecho y aunque se produjeron algunas disputas (como Issac ya había visto venir), decidieron que dividirse en dos grupos porque habían personas que le creían y otras que no.

Ya llevaban varias horas caminando en la arena. Llegó un punto en que los excavadores se cansaron y pararon para descansar y tomar un poco de agua. Con cuidado, armaron una tienda pequeña para pasar el rato, puesto que se aproximaba una tormenta de arena.

-¿Cuánto tiempo más estaremos aquí dando vueltas?-preguntó un chico más joven que Issac.

El arqueológo al oirlo, puso una expresión entre enfadada y triste... No podría ser verdad aquello, ¡Estaban muchísimo más perdidos que antes!. Frustrado se revolvió los cabellos.

-No te preocupes hijo- comentó el explorador experimentado- A veces los Dioses nos ponen pruebas para ver si somos pacientes... Encontrarás la tumba- le palmeó el hombro y se fue a recostar.

El rubio asombrado, miró sobre su hombro el sitio por el cual el hombre había salido... ¿Acaso él sabía del sueño del jardín?.

Pensó por un momento... ¿Dónde dijo la Diosa que se encontraba la cripta?

-“Al norte... Debajo de las estrellas en forma de arquera”- recordó la voz suave.

-¡Eso es!-exclamó de golpe levantándose de la silla, haciendo que ésta cayera al suelo- ¡Ya sé que hay que hacer! ¡Profesor!- llamó entusiasmado entrando de improvisto en la pequeña recámara reservada para el  hombre mayor.

-¿Eh?- preguntó adormilado- ¿Issac?- lo miró con los ojos entrecerrados- ¿Que ocurre?.

-Ya sé porque estamos dando vueltas... ¡Es porque estamos haciéndolo en el horario equivocado!.

-¿Qué?-preguntó extrañado el hombre.

-Deberemos buscar de noche...-dijo bajando la voz.

-¿Ah?- volvió a preguntar el hombre más extrañado que antes.

-Es la única manera que tenemos... De otra forma no conseguiremos nada- dijo Issac mirando al suelo.

El mayor suspiró. De cierta manera tenía razón, ya habían pasado días y aún no había nada...

-Está bien...- dijo finalmente el profesor- Lo haremos a tu modo.

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Comenzaron esa misma noche ayudados por una brújula. Caminaron bastantes kilómetros hasta encontrar una cripta en forma de pirámide que estaba ubicada debajo de las pequeñas luces.

Con cautela, se acercaron y el hombre observó admirado las decoraciones que adornaban las paredes exteriores.

-Si mal no estoy, acabamos de hallar la tumba de la Diosa del Misterio- informó el mayor de todos ellos.

-¿Qué?- preguntaron varios que no sabían o no se habían informado.

Issac rodó los ojos y suspiró. Dio unos pasos hacia delante y reunió a todos en un círculo.

-Verán, la Diosa Isis es la segunda al mando, después de la Diosa Nut... Reinó con Osiris en el Antiguo Egipto entre los años 1800 y 1902 a.c- explicó tranquilo- Lo que ven aquí- señaló la pirámide- es posiblemente la morada de su cuerpo. Por lo que si logramos entrar (cosa que no creo), les voy a pedir encarecidamente que sean respetuosos y no toquen nada, cada artículo dentro es crucial para su estadía en el mundo de los muertos, ¿No es así profesor?- le preguntó mirando en su dirección.

El hombre se le quedó mirando con la boca medio abierta. El rubio lo vio preocupado.

-¿Profesor Wildeltton?- preguntó con una ceja alzada chasqueando los dedos frente a su rostro para hacerlo volver.

Mi Amada Diosa #ONC2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora