Capítulo 4

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El sol ya comenzaba a salir y los 3 chicos aún permanecían en la habitación, pensando de qué forma podrían proteger a los menores. Pero esto no sería tan sencillo; el pura sangre podría ser cualquiera de las cuidadoras o alguien de fuera que los haya visto y seguido hasta el orfanato.

"Está amaneciendo, tenemos que volver" Jake sugirió mirando hacia la ventana, los primeros rayos de sol comenzaban a asomarse por los pequeños espacios desprotegidos de la cortina.

"Tienes razon" los hermanos se levantaron pero sólo ellos dos comenzaron a caminar a la puerta.

"¿Heeseung? ¿No vienes?" preguntó Jake.

"No creo que sea buena idea, no quiero lastimar a nadie" se veía preocupado.

"No te preocupes, si algo pasa nosotros te detendremos" Respondió Jay asomando la cabeza por la puerta; él ya había salido de la habitación.

Después de que los hermanos convencieran al mayor de volver con ellos, caminaron por el pasillo, ahora todo era diferente para Heeseung; podía escuchar cada aleteo y movimiento de los insectos a su alrededor, cada pisada se escuchaba 20 veces más potente, el más mínimo sonido se intensificaba en sus oídos a escalas increíbles, su olfato también se intensificó; podía oler la fragancia de las flores que estaban en el patio trasero y también del delantero, sus ojos podían ver cada detalle a su alrededor, incluso en la noche.

Llegaron hasta la alcoba que compartían y con sumo cuidado Jake abrió la puerta, se aseguró que ninguno de los demás estuviera despierto para después entrar, Heeseung fue hasta su cama y ahí se encontró con Sunoo dormido mientras abrazaba su almohada. El mayor sonrió al ver esta escena pero su sonrisa se borró cuando sus fosas nasales se inundaron de un aroma dulce; entre vainilla y crema, este olor no llegaba a ser empalagoso si no que era agradable y sutil. Heeseung siguió el aroma y se percató que este venía del menor, su boca comenzó a salivar sin control y un impulso de morderlo lo envolvió pero logró detenerse; aunque sabía que no podría controlarse por toda la vida.

Pensó muchas veces en dormir en el suelo para evitar hacer una tontería pero al final decidio que tenia que aprender a controlarse cueste lo que cueste así que se acercó a la cama y metió su cuerpo dentro de las sabanas, tomó al menor con sumo cuidado y lo atrajo hacia su cuerpo para que él pudiera tomar la almohada, en el momento que la quitó Sunoo; aún dormido, lo rodeó con sus brazos, Heeseung sonrió y le devolvió el abrazo; definitivamente le hizo mucha falta las muestras de amor por parte de los más pequeños. El olor seguía presente y era casi imposible ignorarlo pero el mayor decidió obligarse a dormir para olvidarse de él al menos por unas pocas horas, cerró los ojos e intentó dormir; cosa que le costó mucho más de lo normal pero lo logró después de un tiempo.

A la mañana siguiente Jungwon y Niki fueron los primeros en despertar, frotaron sus ojos y miraron a su alrededor para verificar si alguien más había despertado pero nadie lo había hecho; todos dormían en paz. Jungwon decidió bajar de su cama y despertar al resto pero cuando llegó a la cama de Heeseung se dio cuenta que habían dos personas durmiendo ahí, por un momento pensó que Sunoo y Sunghoon habían dormido ahi, sin embargo, cuando miró más de cerca se dio cuenta que en realidad era Heeseung y Sunoo los que se encontraban sumidos en un profundo sueño. Sus ojos se abrieron debido a la sorpresa.

"¡Heeseung!" gritó a todo pulmón con toda la emoción del mundo y saltó encima del mayor para abrazarlo. Debido al grito el resto despertó sin saber que estaba pasando, Niki también se le unió al abrazo y el mayor despertó encontrándose con los tres menores sobre él.

"Hola, chicos" sonrió al tener a los tres sobre su cuerpo e intentó abrazarlos al mismo tiempo pero debido a sus cortos brazos no lo logró.

Después de unos minutos los menores lo soltaron y pudieron conversar mientras se alistaban para ir a desayunar.

Given (Enhypen) IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora