Capítulo 30

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"¡Listos o no allá voy!" El pelinegro volteó para comenzar a buscar al resto.

"¡Me salvo!" Una mano y voz aparecieron de la nada sorprendiendolo.

"Iiish ¡Yah, Jake! ¡Eso no es justo!" Exclamó con coraje el menor mientras que el mencionado reía casi a carcajadas tirado en el suelo.

"¿No te lo esperabas?" Dijo el mayor en cuanto pudo controlar un poco su risa.

"Claro que no" respondió aún con una mueca de desagrado el menor.

"Vamos, fue gracioso" Jake aún estaba que saltaba de alegría.

"Si tu lo dices..." Sunghoon comenzó a caminar hacia la salida pero el sonido de un estornudo llenó sus sensibles oídos.

"Yo no fui" dijo el castaño al mismo tiempo que levantaba los brazos.

El menor se acercó ligeramente a la pared donde había contado y de nuevo escuchó ruido; en eso recordó el pasadizo por el que entraron alguna vez. Rápidamente le hizo una seña al mayor para que no hiciera un solo ruido, en una de sus manos formó una bola de fuego pequeña y se acercó a la entrada del pasadizo, la abrió con cuidado y lanzó la bola de fuego, segundos después pudo escucharse el característico grito de Jay retumbar en todo el lugar. Sunghoon corrió despavorido al mismo tiempo que reía hasta el lugar donde había contado.

"¡Por Jay!" Gritó en el momento que su palma de la mano estuvo en contacto con la pared.

"¡Yah! ¡Eso es injusto!" El rubio salió de su escondite claramente molesto. "Pudiste haberme matado" reprochó por la manera en la que había sido encontrado.

"No tengo tanta suerte" bromeó Sunghoon antes de estallar en carcajadas. El mayor lo miró mal y se cruzó de brazos.

"Siempre haz sido el peor en este juego, hermano" añadió Jake entre risas.

"Bien... sólo me quedan 4 por encontrar" el pelinegro comenzó a caminar fuera de la habitación seguido de cerca por los hermanos.

El trío caminó por los pasillos hasta que a Sunghoon se le ocurrió pasar por la cocina, en cuanto los tres chicos comenzaron a bajar las escaleras todos lo sirvientes se quedaron quietos; como si hubieran visto un fantasma.

"¿En qué podemos ayudarlos, altezas?" La cocinera los saludó con una reverencia.

"Estamos buscando a Sunoo ¿de casualidad no lo han visto?" Preguntó Sunghoon mientras que miraba todo el lugar.

"Me temo que no, príncipe Sunghoon" todos se hicieron los locos pero la mirada de uno de los chefs logró captar la atención del trío, el pelinegro no tardó mucho en seguir la mirada y encontrarse con un caldero bastante grande, sin decir una sola palabra se acercó a este y rápidamente quitó la tapa y se encontró con los cabellos blancos del menor; en cuanto se dio cuenta de que lo había descubierto tomó su cabeza, la empujó levemente hacia abajo y salió disparado hacia el comedor para poder contarlo. Los otros tres también salieron corriendo detrás de él; Sunoo para evitar ser contado y los hermanos sólo por el morbo de saber qué iba a pasar.

"¡No! ¡No! ¡Sunghoon! ¡No es justo!" Lloriqueó el menor que corría como si su vida dependiera de ello. Ahora que todos tenían sus sentidos potenciados, su rapidez era sobrehumana, casi ni podían diferenciarse sus cuerpos a la par que iban pasando de pasillo en pasillo. "¡Sunghoon!" Volvió a lloriquear ya que no podía alcanzarlo.

"¡Corre Sunoo! ¡Corre!" Jake intentó alentarlo entre risas. Pero de nada sirvió ya que el pelinegro llegó antes que todos al lugar.

"¡Por Sunoo!" Gritó con una sonrisa triunfante, el menor llegó poco después y se abrazó al mayor.

Given (Enhypen) IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora