Capítulo 21

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Pasaron cerca de 2 horas en las que el castillo se sumió en un inmenso silencio, todos habían caído a los brazos de Morfeo en cuestión de minutos. Sunoo y Jake se recuperaron de la fiebre y eventualmente despertaron con energía para dar y regalar.

"¡Hoonie! ¡Hoonie! ¡Estoy curado!" Exclamó el castaño al mismo tiempo que saltaba de un lado a otro sobre la cama. Sunghoon despertó pero al ver lo que estaba haciendo el mayor se preocupó.

"No saltes de esa manera, puedes caerte" dijo cual madre protectora, sin embargo, Jake hizo omiso a las palabras del pelinegro y continuó saltando cual conejo sobre el suave colchón.

Y justo como había dicho el menor, Jake saltó tan alto que al caer sus rodillas lo traicionaron doblándose hacia el frente haciendo que el chico cayera al suelo de nalgas.

"Auch" se quejó al mismo tiempo que mantenía un puchero en sus labios.

"Te lo dije" Sunghoon se levantó y tomo al mayor por los brazos para después sentarlo sobre su regazo. "¿Duele mucho?" Preguntó mientras miraba al castaño directo a los ojos, este asintió con la cabeza sin dejar de hacer pucheros. "¿Dónde?" Volvió a preguntar aunque sabía perfectamente el lugar. Jake tomó la mano del menor, la guió hasta su parte trasera y la colocó ahí para después hacer su cuerpo hacia adelante y recostar su cabeza en el hombro ajeno. El pelinegro ciertamente dudó en mover su mano en aquella zona, no quería que las cosas se malinterpretaran.

"Abrazo" pidió Jake antes de envolver sus brazos en el cuello del meno, Sunghoon sonrió divertido por las acciones del castaño; ciertamente parecía un cachorro cuando actuaba de esa manera, pero no le negó el abrazo; al contrario, enredó sus brazos en la cintura contraria para atraerlo más hacia su cuerpo y así fundirse en el cariñoso y sorpresivamente calido abrazo. "Gracias por cuidarme" el mayor pronunció en medio del silencio que se había creado.

"Me alegro que estés mejor, Jakey" las mejillas del más bajito se pintaron de carmín gracias a la suave voz del pelinegro. "Jay me dijo que ya habías tenido esto hace unos años" mencionó recordando las palabras del rubio.

"Fue cuando era muy pequeño, creo que tenía 2 años" afirmó al mismo tiempo que asentía con la cabeza. "En ese entonces mis padres aún vivían" sorpresivamente era la primera vez que Jake mencionaba eso.

"¿Puedo preguntar qué les ocurrió?" Dijo con cautela el menor.

"Ya lo hiciste" rió antes de seguir. "Fue un día como cualquiera, mamá, papá, Jay y yo nos encontrábamos en un pueblo vecino disfrutando del caluroso día, después, lo único que recuerdo es tener a Jay sobre mí en un tejado; podía escuchar los gritos de mis padres, sus huesos quebrarse y... los gruñidos de dos lobos, Jay cubrió mis ojos en el momento que ambos comenzamos a recuperar la postura; jamás me dejó mirar hacia atrás, no pude ver a mis padres de nuevo; después de eso llegamos al orfanato y los conocimos a ustedes" Sunghoon escuchó todo con suma atención, se conocían de años y jamás habían compartido lo que había sido de sus padres; siendo los únicos que podían recordar los.

"Es por eso que Jay se puso tan extraño aquél día" Jake asintió en silencio.

"Desde entonces no puede soportar el olor que proviene de esos seres" el menor torció una mueca.

"Concuerdo con él; apestan" la perfilada nariz del pelinegro se arrugó de tal manera que logró hacer reir al mayor a casi carcajadas.

"¿Deberíamos ir a ver al resto?" sugirió el castaño recibiendo un sonido gutural como afirmación.

Ambos se levantaron y salieron de la habitación en busca del resto, el sol aún se encontraba en lo alto del cielo pero ya comenzaba a descender. La pareja entró a cada una de las habitaciones; solo para encontrarse con todos dormidos en todas, sin saber qué hacer caminaron sin rumbo por el castillo hasta que llegaron a la entrada principal, los rayos dorados del sol atravesaban la ventana y chocaba con los dos cuerpos parados frente a ella.

Given (Enhypen) IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora