"ENCADENADOS"

Siete

-A veces no sé por qué que te escucho tanto. Sinceramente no quiero terminar con joyeria en la cara.- El brazo le dolía o al menos así se sentía un poco, el tatuaje se sentía en cada momento, como un recuerdo eterno de su romance.

-Fácil, porque eres un chico enamorado, sabes que eres rudo a veces Chiva-aree pero tú no puedes contra mí, Opas-iamkajorn es invencible, si digo algo vas a hacerlo aunque dudes en ocasiones. Aunque puedo decir que eres mi debilidad. Funcionamos perfectamente juntos. Si algo te pasa mi mundo dejaría de tener sentido, así que debes cuidarte.-

No quiso hablar más, un par de brazos lo abrazaron con fuerza, aunque su novio estuviera decidido al hablar, ese movimiento le deja en claro que era frágil, ambos lo eran al final, y había una constante continúa. La debilidad de uno era respectivamente el otro.

Cada que Bright despertaba sentía que él estaba a su lado, sonriendo y queriendo dormir más, levanta el brazo tratando de abrazar el fantasma de su pareja, pero no hay nadie, el sitio permanece igual de frio que ayer, incluso más. No puede evitar llorar, lo extraña, anhela abrazarlo por lo menos una vez, necesita tener un momento con el amor de su vida y no con su compañero de trabajo.

Es una tortura total el simple hecho de respirar su aire, rozar su mano en el labor, le lastima verlo con otro, le mata ver como Luke puede amarlo y ser correspondido. Odia haber sido olvidado. Pero por alguna razón, que solo él entiende, sigue ahí, haciéndolo reír y viendo cómo come feliz. Es una sombra de su amor que busca la verdad.

La voz de Win resonó en sus oídos, estaba tan inmerso en sus absurdos recuerdos y pensamientos que no presto atención a las palabras del menor que seguía leyendo el informe.

-¿Ellos qué?- El jugo que tenía entre las manos calmaba el clima caluroso aunque nada tranquilizaba el que Win tuviera en manos el expediente de ambos.

-No son a los que tenemos en prisión- La seriedad con la que lo dijo le puso nervioso. Una semana atrás, habían arrestado a dos chicos que Bright creía serían su salvación momentánea ante todo el revuelo que creo su compañero porque en cuanto les dieron la carpeta se dedico a trabajar enserio. Y eso lo asustó, si descubría todo se armaría un terrible caos, aunque sentía curiosidad por lo sucedido aquella tarde donde atraparon a dos chicos.

Eran algo jóvenes, delgados y parecían adictos, tenían un tatuaje demasiado evidente y aseguraban ser "Eclipse", seguramente eran seguidores de la pareja y obviamente el nombre llaba la atención en la cárcel del este.

-Los atrapamos en pleno acto, no hay más que decir al respecto. Deberías estar feliz, Luke nos felicitó y todo salio bien. No le des tantas vueltas a este asunto. Vamos a comer algo estoy en los huesos.-

-Creo que estás en lo correcto, estoy pensando demasiado pero enserio siento que no son ellos. Son delincuentes, eso es claro, pero no son "Eclipse". Demonios. Toma tu chaqueta, hay un puesto a la vuelta.-

Los fideos sabían demasiado bien, o Win tenía demasiada hambre. Era difícil responder. Sobre todo para quien le miraba de vez en cuando sonriendo para si mismo en tanto el menor bebía tranquilamente sin notarle. Estaba demasiado pensativo sobre el caso cerrado, pero ni esos pensamientos podían evitar que suspirara al probar bocado.

-Esto sabe demasiado bien, la próxima vez vengamos aquí, pero no le digas nada a Luke, no le gusta que coma comida de la calle.-

-Descuida, no hay mejor sabor que el de esta comida.-

Sus labios empezaron a hablar tan tranquilamente, tan sencillo y fluido que ninguno notó el tiempo que duraron haciéndolo. Win no recordaba hace cuánto los nervios no lo atacaban al platicar con alguien. Usualmente solo hablaba durante horas con Luke porque era fácil hacerlo, tenía confianza. Pero justo ahora reía entre la gente que pedía más comida dejando las palabras salir al lado de su compañero.