Cinco

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-Luke, ¿es necesario que le cuente realmente? Podríamos fingir que nunca pasó.-

-No quiero que te pase nuevamente lo de ayer, así que sí, debes decirle. Le mandé un mensaje para que lo veas en el bar de anoche, no te preocupes yo pagaré su cuenta. Debes ir Win, te veo en la noche.-

Miró cómo el hombre de piel bronceada se marchaba dejándole sólo en ese apartamento que compartian desde hace un año. No quería ir a explicarle si vida a Bright, se veía claramente que era una buena persona y por ello mismo no quería un trato diferente.

Lo vivió con su anterior compañero, él conocía la historia de Win parcialmente y no dudo en salir sólo a una misión dejando la vida en el intento. Ese hombre pensaba que Metas ya había perdido mucho como para perder la existencia con esos delincuentes.

Entró a la regadera permitiendo que la lluvia artificial empapara su cuerpo de principio a fin. Trató de pensar en algo diferente, algo que no fuera su nuevo compañero. No sabía la razón, pero desde que lo conoció sintió cierta cercanía a él. Como si lo recordará de algún lugar pero por más que rebuscaba no había absolutamente nada.

Su mente divagaba demasiado mientras palpaba su espalda, justamente donde un tatuaje pequeño tomaba forma en un lobo. Era demasiado raro, incluso ahora seguía preguntándose la razón de esa marca en su piel. Aunque de alguna manera le tenía cariño a ese dibujo, porque era, quizás, lo único que lo encadenaba al pasado. Su pasado.

Tomó una sudadera oscura y ropa casual para salir. No le gustaban los vehículos, así que partió a pie rumbo al bar donde un chico con el corazón roto le esperaba. Al verlo Win sonrío, como lo hacía desde que despertó, totalmente lleno de vitalidad.

-Luke te citó aquí pero son las nueve de la mañana, deberíamos ir a otro lugar si queremos desayunar algo. Pero, no lo adivinaras, aquí también sirven comida por las mañanas.-

-¿Enserio? ¿Será un estofado con alcohol?- Preguntó Bright tratando de sonreír, aunque su corazón doliera tener al menor frente a él era suficiente para poder respirar por ahora.

El encargado del turno matutino les sirvió algo sencillo, que Win devoró en un segundo. Pidió un segundo plato, que corrió la misma suerte que el primero. Todo esto ante un Bright que incrédulo, pudo reír sinceramente por lo gracioso que se veía. Su corazón latió y dolió al mismo tiempo.

Cuando la comida se terminó y la tarde comenzaba a caer, el silencio incómodo se abrió paso en esa mesa del bar. Hasta que las rondas de licor empezaron a llegar una tras otra. Dándoles el valor de hablar.

-¿Por qué Luke nos citó aquí si no va a llegar?- Bright lo sabía pero eso no impidió que sus labios preguntaran aquello.

-Es por lo de ayer, vas a ser mi compañero así que tienes que saber ciertas cosas de mi. De lo contrario no podremos trabajar bien.- Bebió otro vaso de licor llenándose de valor para comenzar a hablar.

-Bien Win, te escucho.-

El corazón de Bright estaba a nada de explotar, aunque Arm le había contado un poco la noche anterior, escucharlo directamente de Win era algo completamente diferente. Debía entender demasiadas cosas y solo existía una persona capaz de resolver sus dudas. Misma que estaba tratando de encontrar las palabras correctas.

-Hace cuatro años me vi involucrado en un accidente automovilístico, dos coches y una motocicleta. Varias personas murieron, algunos escaparon y otros tantos terminamos en un hospital. Mi condición fue una de las peores, tanto que terminé en coma por un año. Las enfermeras dijeron que tuve varias lesiones considerables, por ello fui sometido a cirugías. Al despertar todo estaba en negro, preguntaron mi nombre y no sabía qué decir.-

"ENCADENADOS" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora