A estas alturas de la situación la cabeza de Bright, era todo menos eso, cada dato registrado daba vueltas dejándole mareado en el suelo de la habitación, pesaba demasiado como para poder descifrar algo siquiera. Sí la perdida de memoria de Win era permanente o no, no era algo que supiera con certeza su madrastra, no existía una razón para que ella siguiera a su alrededor sin miedo alguno, o quizás tenía una carta bajo la manga.
En la historia de Metawin había muchos huecos, los necesarios para que esa mujer llenara con documentos falsos y creara una realidad completamente distinta, pero seguía faltando alguien y ese era el padre del menor, no podía creer que ese señor dejara a su esposa hacer lo que quisiera justo ahora cuando antes se desvivía para darle su lugar sin afectar a su único hijo.
Gracias al desastre en su mente salió del departamento bajando al estacionamiento buscando como pudo en plena noche el auto que se vio obligado a alquilar después del incidente hace meses. Era un auto usado, pero servía para lo esencial y eso era lo importante. Se puso en marcha a los barrios bajos al menos a un par de horas de donde ahora vivía, la misma dirección, un par de escalones arriba y al abrir la puerta todo lo ataco haciéndole sentir culpable.
Trató de encender la luz, pero parecía que el foco se había fundido, sacando un par de monedas fue a la tienda de conveniencia más cercana por tres focos para no tener que ir a cada rato. Un par de giros y la oscuridad se apagó en las paredes, ahora que lo veía estaba todo bastante sucio, así que su plan de no regresar se retorció hasta tenerlo nuevamente en la tienda donde un chico miraba la pantalla de su celular.
Necesitaba varias cosas por lo que tardo un poco en buscar todo aunque se colaron un par de cervezas y botana, quizás ese departamento no terminaría limpio al final de la madrugada. Se acercó a la caja suspirando mientras el chico checaba los productos uno por uno, con una calma tan abismal que el sonido del celular pareció despertar a ambos.
-Win, ¿sucedió algo?
-Sé que es tarde, una disculpa por ello, pero te mandé un par de archivos, revísalos ya que mañana no tendremos mucho tiempo por las revisiones.
-Tenemos la promoción de tres chocolates por el precio de dos, ¿desea aprovecharla?
La voz anestesiada del chico llamó la atención de Win que no dejó responder al mayor, sino que sonriente le pidió aceptarla y llevarle uno de los chocolates al día siguiente antes de colgar y regresar a la cama con su prometido.
-Gracias, solo ocupo dos así que te regalo este.
-Gracias, supongo.
Al regresar al departamento y comenzar a limpiar todo encontró algún par de documentos legales de Win, incluso una identificación de sus años escolares, cuando lo conoció lucía tan arriesgado pero elegante, de alta sociedad. Trató de ser ordenado por lo que dejaba una cosa en una caja respectiva.
Lo difícil como siempre, era lo que le pertenecía a él, desde los pantalones hasta una boina de diseñador, las fotos de ambos juntos las guardó al fondo de una de las cajas justo bajo la sudadera favorita de éste.
Por otra parte, tenía cosas que era mejor tirar, como pasta de dientes, cepillos, alimentos caducados y ropa sucia. No tenía caso alguno tener basura en donde debía ser un espacio limpio.
-Chico rico, tengo que hacerte una pregunta, te amo, siempre lo haré, pero sí me enamoro de tu yo actual, ¿eso me haría serte infiel? Seguramente tu recuerdo en estás paredes me está regañando en estos momentos, diablos.
Pasaron las horas en aquel departamento hasta que el sol se asomo dejándole claro que la limpieza había sido un éxito. Cerro con llave nuevamente el lugar no sin antes cambiarse de ropa con una muda que antes le gustaba usar.
ESTÁS LEYENDO
"ENCADENADOS"
ActionDespués de tantos años Bright logra escapar de la cárcel y evadir su condena perpetua. Lo primero que hace es buscar a su pareja del cual no volvió a saber nada posterior de su encierro. Es tanta su necesidad de encontrarlo que termina uniéndose a...