5. Pelicula

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Harry miró a Louis el cual del propietario de la mano pero no quitó la mano.

El ojiazul se acercó a su oreja.

-Se que esto es incómodo para ti, si quieres puedes irte e inventamos una excusa para que Noah no se enoje -le susurró y el rizado río en bajito para que el rubio no escuchara nada.

-Estoy bien, gracias por preocuparte -vio que el ojiazul no quitó la mano de su muslo pero verdaderamente no le molesto y puso su mano arriba de la de Louis.

La película era demasiado aburrida y entendió que la "acción" de la cual hablaba Noah era sexo, no de peleas o guerras.

Los dos chicos entre lanzaron sus manos y esto no pasó por alto del rubio.

-Harry alguna vez deberíamos intentar esas poses ¿no crees? -enmarcó una sonrisa y el rizado por la sorpresa soltó a el castaño.

-Si, deberíamos -contestó con un tono seductor.

Louis solo estornudo falsamente para llamar su atención y Harry lo miro.

-¿Estas bien? -el rizado le tocó una mejilla y Noah ya estaba poniendo atención a la película la cual soltaba muchos gemidos.

-Si, solo estoy un poco enfermo -mintió.

-¿Quieres que salgamos para comprarte algo? -dijo el ojiverde.

-Si, porfavor -el castaño sabía que Noah no se querría salir de la sala de cine.

-Perfecto, Noah nos vamos a ir porque Louis se siente un poco enfermo ¿quieres venir? -pero el rubio ni siquiera lo vio solo negó con la cabeza.

[...]

-Liam ¿cómo conociste a Louis? -el morocho estaba cocinando como siempre.

-No se como explicártelo sin que te asustes -hizo una mueca.

-Conozco a Louis desde que tenía ocho años, se todo de el -o eso creía pues no sabía nada del abuso que sufrió, en realidad no lo sabía nadie más que alguna gente de su familia.

-Bueno, solo recuerdo haberlo encontrado algo lastimado cerca de su casa y nos hicimos amigos -omitió demasiados detalles.

Un Liam de catorce años estaba caminando de noche por el barrio de Louis pues el vive por ahí, caminaba a paso lento mientras jugaba con el cordón de su sudadera.

Escucho un llanto que provenía de un callejón así que decidió acercarse para ver quien o que era.

Cuando llego a la persona que estaba ahí se dio cuenta que era un chico de ojos azules llenos de lágrimas, un pelo castaño muy alborotado, tenía la camiseta rota, no tenía pantalones y sus boxers estaban doblados pero este chico se los estaba tratando de poner.

-¿Estas bien? -la respuesta era obvia pero no sabia que decir o hacer y se agachó para estar a su altura ya que el chico estaba tirado en el piso. El castaño levantó la cabeza y sin pensarlo se abalanzó hacia el abarazandolo sin dejar de llorar.

-Me quiero morir, me quiero morir... -no paraba de repetir eso pero el ojimiel solo lo abrazaba y acariciaba su cabello.

-¿Qué te pasó? ¿Quieres que le hable a la policía? -estaba algo asustado por no saber que le sucedía.

-No, porfavor no -se separó del abrazo y Liam por fin le vio bien la cara. Tenia los ojos muy hinchados de tanto llorar, el labio roto, mordidas en el cuello y chupetones en el mismo lugar.

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