La escuela acabó y Louis decidió ir rápido a su casa tenía que hacer tarea y en su casa podría concentrarse.
Su madre le había mandado mensaje de que no estaría en su casa y Felicite nunca estaba, siempre estaba con sus amigas o algún chico por ahí.
Entro a su casa y vio a tres hombres sentados en su sofá.
-Troy tu hijo llego -habló uno de los hombres y se dio cuenta de que entre esos tres hombres solo conocía a uno.
-Lou, ayer me enoje contigo y no pudimos continuar con nuestro juego pero hoy podemos jugar aparte traje a dos amigos, te agradaran -el castaño estaba paralizado, sus piernas no respondían.
Uno de los hombres era rubio y el otro era pelirrojo.
El rubio agarró de la cintura al castaño y este simplemente no sabía que hacer.
-Carajo -le dio un golpe en las costillas y el hombre lo soltó.
Trato de correr a la puerta pero el otro hombre le dio un golpe en las piernas haciéndolo caer al piso.
-Con su camisa atale las manos -dijo Troy en una esquina.
El hombre le rompió la camisa a Louis y ató sus manos y tomó su mentón con una mano.
-Mierda Troy, porfavor déjame -el castaño estaba llorando, nunca se imagino que su padre podría llegar a ese nivel.
El pelirrojo le dio una bofetada y el ojiazul se calló pero seguía llorando. El hombre se bajó los pantalones dejando ver su miebro en la cara de Louis.
-Chupa -ordenó.
-¿Qué?, no voy a hacer eso -el hombre apretó la cara de Louis con su mano.
-Hazlo.
-No -siguió llorando.
-Troy ¿ya puedo hacerlo? -lo miró.
-Si -respondió sin quitarle la mirada a su hijo.
-Tienes cinco segundos para chuparlo o te lo encajó -saco una navaja y se la mostró.
El chico comenzó a darle una mamada a el hombre, chupando desde la punta hasta la base. Sentía demasiado asco que podía vomitar ahí mismo.
-Dejame algo de diversión Adán -el rubio se acerco a el castaño- Deja de chuparsela por un segundo -eso hizo.
El rubio puso en cuatro a el ojiazul y le bajó los pantalones.
-Ahora si, sigue en lo tuyo puta -el pelirrojo volvió a poner a la fuerza a el menor.
El rubio sin prepararlo le metió todo su pene y el menor grito del dolor pero seguía con el miembro del otro en la boca.
-¿Cuando te dije que te dejaras de mover? -la jalo el pelo a el castaño- Joaquín tómalo de las caderas para que lo muevas.
Y así estaban violando a un chico que no lo merecía, un chico estaba siendo violado por todos lados y su padre lo estaba disfrutando.
-Voy a grabar esto -el padre de Louis comenzo a grabar todo lo que hacían.
-Deberiamos cambiar de posición -habló Adán el cual lo levantó y lo tiró al sofá.
Lo tiró boca arriba y lo abrió de piernas, comenzó a penetrarlo sin compasión y su padre lo grababa más de cerca.
Louis no podía dejar de llorar y sentirse utilizado, se odiaba, se quería morir.
-¿A tu hijo le gusta el masoquismo? -preguntó el rubio.
-no importa lo que el quiera, tocalo como tu quieras -contestó su padre sin dejar de grabar.