6. Hospital

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La escuela acabó y Louis decidió ir rápido a su casa tenía que hacer tarea y en su casa podría concentrarse.

Su madre le había mandado mensaje de que no estaría en su casa y Felicite nunca estaba, siempre estaba con sus amigas o algún chico por ahí.

Entro a su casa y vio a tres hombres sentados en su sofá.

-Troy tu hijo llego -habló uno de los hombres y se dio cuenta de que entre esos tres hombres solo conocía a uno.

-Lou, ayer me enoje contigo y no pudimos continuar con nuestro juego pero hoy podemos jugar aparte traje a dos amigos, te agradaran -el castaño estaba paralizado, sus piernas no respondían.

Uno de los hombres era rubio y el otro era pelirrojo.

El rubio agarró de la cintura al castaño y este simplemente no sabía que hacer.

-Carajo -le dio un golpe en las costillas y el hombre lo soltó.

Trato de correr a la puerta pero el otro hombre le dio un golpe en las piernas haciéndolo caer al piso.

-Con su camisa atale las manos -dijo Troy en una esquina.

El hombre le rompió la camisa a Louis y ató sus manos y tomó su mentón con una mano.

-Mierda Troy, porfavor déjame -el castaño estaba llorando, nunca se imagino que su padre podría llegar a ese nivel.

El pelirrojo le dio una bofetada y el ojiazul se calló pero seguía llorando. El hombre se bajó los pantalones dejando ver su miebro en la cara de Louis.

-Chupa -ordenó.

-¿Qué?, no voy a hacer eso -el hombre apretó la cara de Louis con su mano.

-Hazlo.

-No -siguió llorando.

-Troy ¿ya puedo hacerlo? -lo miró.

-Si -respondió sin quitarle la mirada a su hijo.

-Tienes cinco segundos para chuparlo o te lo encajó -saco una navaja y se la mostró.

El chico comenzó a darle una mamada a el hombre, chupando desde la punta hasta la base. Sentía demasiado asco que podía vomitar ahí mismo.

-Dejame algo de diversión Adán -el rubio se acerco a el castaño- Deja de chuparsela por un segundo -eso hizo.

El rubio puso en cuatro a el ojiazul y le bajó los pantalones.

-Ahora si, sigue en lo tuyo puta -el pelirrojo volvió a poner a la fuerza a el menor.

El rubio sin prepararlo le metió todo su pene y el menor grito del dolor pero seguía con el miembro del otro en la boca.

-¿Cuando te dije que te dejaras de mover? -la jalo el pelo a el castaño- Joaquín tómalo de las caderas para que lo muevas.

Y así estaban violando a un chico que no lo merecía, un chico estaba siendo violado por todos lados y su padre lo estaba disfrutando.

-Voy a grabar esto -el padre de Louis comenzo a grabar todo lo que hacían.

-Deberiamos cambiar de posición -habló Adán el cual lo levantó y lo tiró al sofá.

Lo tiró boca arriba y lo abrió de piernas, comenzó a penetrarlo sin compasión y su padre lo grababa más de cerca.

Louis no podía dejar de llorar y sentirse utilizado, se odiaba, se quería morir.

-¿A tu hijo le gusta el masoquismo? -preguntó el rubio.

-no importa lo que el quiera, tocalo como tu quieras -contestó su padre sin dejar de grabar.

Do you want to bet?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora