Capitulo 3

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El octavo sueño fue... particularmente distinto.

Tener a Luka constantemente rodando en sus pensamientos era demasiado, y no conforme con eso, ahora el hombre se estaba apoderando de su subconsciente también. Adrien comenzaba a pensar en él de forma diferente. Sí, era inteligente, bien educado, bien leído y elocuente, pero también era tan guapo. Tanto que su mente comenzaba a jugarle trucos de una forma bastante peculiar.

Adrien cayó dormido alrededor de las 10 PM. Marinette estaba acurrucada cerca de su pecho cuando lo hizo, y en el momento en que se adentró a un sueño más profundo, estaba haciéndole el amor, se podría decir.

Todo su sueño fue demasiado confuso. Todo era tan abstracto, como si se fuera desvaneciendo lentamente. El escenario era completamente blanco, descolorido, cegador ante los ojos de Adrien. Miró hacia abajo y vio a Marinette, recostada debajo de él, tenía la boca abierta al igual que sus ojos, su cabello azabache extendido a su alrededor. Estaba desnuda y Adrien se dio cuenta de que sostenía su cintura mientras se movía dentro y fuera de ella. Sus gemidos eran silenciosos, no había sonidos saliendo de su boca.

Continuó haciéndolo a un ritmo que pronto se hizo aburrido, pero pronto su mente se llenó de numerosos sonidos, voces y señales, hasta que Marinette ya estuvo ahí.

Era Luka.

Y el ritmo de sus movimiento incrementó, las embestidas de sus caderas contra las de Luka cada vez más rápidas, y el blanco cegador se convirtió en un suave y cálido tono de naranjas y cafés. Adrien estaba tan cerca de Luka, admirando su suave piel y sus ojos azules que lo observaban. Se inclinó, presionando su oreja contra la mejilla de Luka, hasta que sus gemidos agudos fue lo único que pudo escuchar, hasta que sus gritos llenaron la habitación, embistiendo contra él como nunca  antes lo había hecho hasta que...

-¡Adrien!

Sus ojos se abrieron repentinamente, su corazón latiendo muy rápido, un bulto en sus pantalones, el cual era más que evidente. Volteó hacia un lado y vio a Marinette sentada ahí, con una mano posada en su muslo.

-¿Estás bien?

-Yo...-Comenzó a decir, quitando la mano de Marinette de su muslo, tragándose la vergüenza, la culpa, el horror de haber soñado algo tan espantoso-E-Estoy bien.

-Te ves muy nervioso-Marinette le dijo suavemente y la boca de Adrien se secó.

-Dije que estoy...-Adrien comenzó a decir, pero Marinette se acercó a él, presionando sus labios contra su frente.

-Déjame encargarme de eso-Ella susurró. Adrien apretaba las sábanas con fuerza, asintiendo sin ganas, sintiendo tanta vergüenza cuando Marinette le quitó las sábanas de encima y vio su miembro erecto.

Marinette comenzó a trabajar en ello mientras la mente de Adrien vagaba, unas cuantas sensaciones placenteras entrando a su sistema, dejando salir unos gruñidos leves como respuesta. No podía entender por qué había soñado con eso. Besar era una cosa, pero hacer el amor era demasiado. Quizá lo que necesitaba es algo de medicina, eso es lo que recomiendan los doctores cuando alguien tiene pensamientos homoeróticos.

Marinette movía su pequeña mano arriba y abajo de su pene, viéndolo comenzar unas gotas de presemen.

-Tenemos que ir a la cena de Chloe esta noche-Susurró, siguiéndole acariciando suavemente. Adrien asintió en silencio, mordiendo su labio para reprimir un gemido.-Luka estará ahí-Marinette continuó como si fuera una conversación casual, la mención del nombre de Luka ocasionando que Adrien gimiera complacido, saltando hacia adelante para agarrar el camisón de Marinette hundiendo la cara a su cuello.

Alguien a quien amar (Lukadrien) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora