Capítulo 11

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_ ¿Entonces cuánto tiempo tendremos que fingir que somos solo amigos?

Zelda suspiró, cerrando la puerta de la habitación.

_ Estás pesado, ¿verdad? Pues no lo sé… Tres meses

El joven vio hacia ella, muy sorprendido. 

_ ¿Tres meses? ¿Enserio? No digo el contar que dormimos juntos, pero una relación… Venga, por favor…

_ Bueno. Vale. Un mes. Mi última oferta.

Link se sentó en su cama, y Zelda encima de él.

_ Me lo estás poniendo difícil.

Ella no sonrió.

_ Tengo que contarte algo, Link. Cabe la posibilidad que esté embarazada.

No recibió respuesta. Cuando se giró vio que el muchacho ya no estaba consciente.

_ Y ahora se desmaya…

La puerta se abrió. Anker, al ver a la princesa, se sorprendió.

_ ¿Alteza? ¿Qué hace en nuestra habitación?

Zelda vio hacia su guardián y después hacia Link. Se encogió de hombros.

_ Buscaba a Link pero cuando entré lo encontré dormido. Si es que es algo flojo, la verdad. Igualmente es bastante bueno en su trabajo. Hay que darle tiempo.

_ Le noto algo tensa. ¿Pasa algo?

_ ¡Nada! ¡Nada!_ sonrió forzadamente_ ¡Te dejo con él!

Zelda comenzó a reírse y salió de la habitación. Anker se quedó extrañado, mientras veía a Link aun inconsciente.

_ ¿Link?_ preguntó este mientras le golpeaba en el hombro_ ¿La princesa lo habrá matado?

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_ ¿Sabes qué?

El guardia se acercó más a su compañero.

_ Hay rumores_ prosiguió_. Rumores que dicen que nuestra dulce princesa y el nuevo tienen una aventura.

_ ¿¡Una aventura!?

_ Como lo oyes. Es la única razón lógica de por qué él está aquí.

_ Tienes razón.

_ Me han contado que han oído palabras de la princesa. Sí. Y que fuera, en la ciudadela, se les vio juntos. Yo sinceramente me cuesta creer que nuestra noble y adorable futura gobernante esté con ese joven, pero bueno. Solo sé que si Anker se entera, se enfadará. Así que no le digas nada.

_ ¡No le diré a Anker lo de Zelda y Link! ¡Entendido!

El primer guardia asintió por la contestación de su compañero de trabajo. Nada más girarse le vio acercarse a Anker.

_ ¡No! ¡No! ¡Te he dicho que no digas nada! ¡Estúpido!

Anker se acercó al soldado.

_ ¿Decirme que?

Anker imponía más que nunca debido a su expresión seria y enojada. El guardián seguía observándolo, esperando una respuesta.

_ Que… Ese corte de pelo está desigualado.

_ ¿Qué? Bueno… Es que es así.

_ ¿Sí? Huy, que fallo. Bueno, mejor me… nos vamos._ agarró a su compañero_ ¡Adiós!

Anker suspiró.

_ Que hombres tan extraños.

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Link abrió los ojos y se levantó del colchón. No recordaba lo que le pasara antes de quedarse dormido, así que se levantó y salió de la habitación.

Sería ya la hora de comer, lo que significaba que debía marchar a por algo a la ciudadela. El rey no quería a alguien recientemente incorporado en la mesa del comedor, y que tenía que ganarse su afecto y confianza.

Paparruchas.

Fue hacia la tienda más cercana y compró una barra de pan y unas manzanas. No medió palabra en todo ese trayecto hasta el centro de la ciudadela. Se sentía observado.

_ Ya puedes dejar de seguirme_ dijo Link, viendo hacia atrás_ Te he visto.

Anker salió de las sombras, con una mueca de enojo en su rostro.

_ Pensé que no lo notarías. Debe ser cierto que eres buen guardián.

_ No cambies de tema y dime por qué me estabas siguiendo.

Anker se sentó en el banco más cercano a él y sacó su comida de una bolsa. Ignoraba las palabras de Link, y por eso empezó a comer. El rubio vio fijamente hacia el otro.

_ Te estoy hablando.

_ Y yo estoy almorzando.

Link le tiró la comida al suelo, enfadado. Anker se levantó y le empujó.

_ ¿¡Quién te crees que eres, pequeño!?

_ ¡Eres tú el impresentable!_ le espetó el nuevo en el castillo_ ¡Me estabas espiando y ahora ni me lo explicas!

Se vieron de una forma feroz, sin apartar los ojos de uno en otro. Anker quería atacarle, golpear su estúpida cara de niño bonito. Nadie debía decirle nada a él. Link también pensaba en pegarle, resistiendo sus impulsos ya que Zelda le había pedido control.

_ Te estaba espiando_ dijo finalmente Anker, apartándose de Link y recogiendo su comida del suelo_ porque me lo han pedido. Eres un sospechoso del secuestro de la princesa, y pensamos que podrías ser el Encapuchado.

Link suspiró y se tapó con una mano la cara.

_ Tenías que haberte puesto tonto para hacerlo, ¿no?

_El que me tiró el almuerzo fuiste tú.

El joven rubio sonrió.

_ Te daré una manzana de las que compré, pero solo si dejas el espionaje.

_ Son ordenes, pero tranquilo. No he visto nada realmente sospechoso. Ah, por cierto._ sacó una carta de su bolsillo derecho y se la entregó_ Es de una tal Eyzmel. La recibimos no hace mucho. Siento que el sobre esté abierto. Son las órdenes del gobernante. No leímos lo que dice, tranquilo.

Link guardó la carta y asintió. Después le dio la manzana a Anker.

_ Esto no me servirá de mucho_ vio la fruta y después le dio un par de vueltas_ No compensa lo que me estropeaste.

_ Ya te lo pagaré. Ahora deja de ser tan quejica.

Anker comenzó a reírse.

_ ¿Qué ocurre?_ preguntó Link, confundido.

_ Nada, nada. Es solo que me recuerdas a mi hermano mayor por tu forma de hablar. Murió en batalla, desgraciadamente.

_ Vaya…

_ En fin. Dejémonos de cursilerías y comamos. Tengo hambre.

trifuerza corruptaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora