trifuerza corrupta

Capítulo 18

Sentía el viento dándole en las mejillas. Cada vez corría menos, y sabía que le perseguían. Era lo que pretendía, pero no debían alcanzarle o todo iría mal. Ya estaban fuera del castillo y aún Anker tenía fuerzas.

No estaba ejercitada, y el correr con la capucha puesta le daba más calor de lo normal, pero si así conseguía que liberaran a Link, su prometido, le daba igual.

_ ¡Espera! ¡Cuando te alcance te vas a enterar!

Zelda oyó las amenazas de Anker, pero no les dio importancia. La bolsa que llevaba con alguna joya para parecer más creíble el estar en el castillo, era bastante pesada, así que tiró parte de su contenido.

Anker estaba furioso. Le habían burlado en toda la cara. Se resbaló con las piedras preciosas y joyas que Zelda soltó y cayó al suelo bruscamente. Cuando se levantó, la ahora Encapuchado desapareciera.

Volvió al castillo algo herido por el golpe en la espalda de la caída. Sus pasos eran lentos, pero la rabia que le impulsaba Link le hizo seguir.

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Zelda dejó la bolsa con joyas en el orfanato y fue al castillo. Trepó por las enredaderas, guardó la capucha en el armario y salió fuera de la habitación con la bata puesta.

¿Quién habría pensado que la capucha real de su antepasada iba a ser confundida con la de un ladrón? Sabía que se había arriesgado demasiado, ya que Anker casi la consiguió alcanzar, pero por suerte él era corpulento y las carreras prolongadas acababan por cansarle.

Llegó fuera de la habitación y vio un puñado de personas hablando.

_ ¿Qué ocurre aquí?_ preguntó ella.

_ Mi señora_ dijo una sirvienta_. Entraron en el castillo y se llevaron algunas alhajas.

_ ¿Fueron en su búsqueda?

_ El único que consiguió alcanzarle fue Anker, pero acabó herido. Los guardias intentaron seguirle. Ahora están en su búsqueda.

_ ¿Saben quién fue el que robó?

_ Sí, princesa. El Encapuchado.

_ ¿Cómo?

_ El guardián Link sigue en la prisión. Debimos creerla al principio. Nadie debería saber quién es el encapuchado mejor que usted.

Zelda asintió. Su rostro expresaba frialdad.

_ Iré a ver._ dijo antes de empezar a alejarse.

Bajó las escaleras con un paso tranquilo. No debía de mostrar que estaba cansada.

Nada más llegar a las mazmorras, oyó a Anker gritando con furia.

_ ¡Explícame como hiciste para escaparte y después volver!

_ No sé de qué me hablas._ le contestó Link, indiferente.

_ Lo sabes mejor que nadie. Te hemos visto salir del castillo, asqueroso Encapuchado, y no sé como hiciste para escaparte.

_ El guardia que está aquí te dirá que estuve todo el tiempo en esta celda.

El guardia asintió, algo confundido.

_ Miente. Todos mienten._ Anker agarró los barrotes de la jaula donde estaba Link_ Sé que eres el Encapuchado. Me lo admitiste, sucia rata.

_ Me amenazaste. Era lo único que podía hacer.