Capítulo 3

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Link se acercó a la puerta y comenzó a escuchar la conversación.

   _ Entonces… ¿No sientes nada por él?

   Zelda negó con la cabeza.

   _ ¿Nada, nada, nada?

   _ Si eso odio.

   El joven apretó el puño y comenzó a reírse con resentimiento. Dio unos pasos, entró en la habitación y se sentó a su lado.

   _ Eh… ¡Hola, Link!_ dijo Eyzmel, sonriente_ Estábamos hablando de ti. ¿A qué es curioso? Bueno, en realidad no, ya que la secuestraste ayer y, claro, tendría lógica. Ella está enfadada, ¡y lo entiendo! Pobre muchacha, la secuestras y te la llevas mientras duerme… ¿A que estás molesta? Si es que lo sabía. ¿Queréis que os deje solos? ¿Queréis hablar?

   Zelda vio hacia Link, incómoda. Él asintió.

   _ Mejor.

   Cuando su hermana salió, Link empezó a reírse de una forma siniestra.

   _ ¿Qué mosca te ha picado, Link?

   _ No debería importarte. Simplemente me hace gracia estar al lado de la supuesta mujer más hermosa de Hyrule. Esas ojeras son muy bonitas.

   Zelda se picó.

   _ Ya, pero me secuestraste, como un acosador.

   _ Quería ver que tal te iba. Has perdido mucho desde los diecisiete.

   _ Pues anda que tú…

   Zelda pensó en lo que acababa de hacer y observó mejor a Link.

   No había empeorado, para nada. Había crecido y su rostro se había hecho más maduro. El pelo rubio se le había oscurecido y ahora se lo había dejado a la altura de los hombros. En ese momento reparó en el pendiente que llevaba encima del lóbulo. “¿Otro pendiente más?” pensó.

   A Link no le hizo falta observarla, ya que ya lo había hecho. Zelda había madurado, no sólo mentalmente. Se veía como una adulta, poco quedaba de aquella chiquilla adolescente. Su delicado vestido dejaba ver ligeramente su escote.

   _ Me hice los dos pendientes cuando me fui del castillo._ dijo al reparar en la atención de la joven_ Dos en cada oreja no son muchos.

   Zelda dejó de observarle, apartando su rostro hacia la otra punta de la habitación.

   _ Bueno… Como quieras- Suspiró con desdén el rubio.

   _ ¿Podría salir de esta habitación al menos?

   _ ¿A dónde irías?

   _ Me sirve cualquier sitio, con tal de no estar tú a mi lado.

   Esas palabras le atravesaron como una flecha.

   _ No quería decir eso…_ si disculpó Zelda_ Es solo que, como comprenderás, no quiero estar aquí.

   Link le abrió la puerta.

   _ La biblioteca está en la planta de arriba, la segunda puerta a la izquierda.

Zelda se levantó del cojín.

_ Pero_ continuó hablando Link_, las ventanas están cerradas y las puertas de salida igual. Si intentas escapar, no lo lograrás.

Ella asintió. Empezó a subir las escaleras, seguida de Link, y cuando llegó a la mitad comenzó a correr hacia la primera habitación que vio.

_ ¡Zelda! ¿¡Qué haces!?

Zelda se subió al alféizar de la ventana del cuarto, para después ver fijamente a Link.

_ Si te acercas más, salto.

_ Son muchos metros de altura. Aunque cayeras al río, te morirías.

_ Por eso lo digo_ contestó enfadada_. Deja que me vaya.

Link dio unos pasos y la princesa retrocedió, quedándose en a tan sólo un paso de la muerte. La cornisa no era demasiado grande.

_ Sabes que no quieres saltar.

La voz de él la calmó algo. Asintió y Link le cedió su mano.

_ Te ayudo a bajar.

Un mísero momento fue en el que la princesa perdió el equilibrio, comenzando a caer.

_ ¡Zelda!

Link, sentido por un impulso, se lanzó tras ella. La oía gritar, y cuando la alcanzó, la abrazó, estrechándola entre sus brazos.

El primero en impactar en el agua fría fue Link, cayendo sobre sus pies, con Zelda sujeta. Ella no sintió el golpe.

Sacó la cabeza fuera del agua, buscando el cuerpo de Link, el cual emergió inconsciente. El río los arrastró por su fuerte corriente hacia una orilla, no muy lejos de allí.

Zelda apoyó la cabeza en el pecho de Link, sintiendo que su corazón todavía latía. El brazo del joven le tocó la espalda con suavidad.

_ Siento avisarte que estoy vivo_ tosió un par de veces debido a la ingesta accidental de agua_ Casi te libras de mí.

La joven comenzó a llorar y se le echó encima.

_ ¿Zelda?_ preguntó, extrañado.

_ Tú…_ se secó las lágrimas_ Me secuestras, me insultas, y ahora me salvas la vida.

_ Ya. Tengo que decidir que papel ocupar.

Zelda le abrazó todavía con más fuerza.

_ Gracias_ le susurró al oído_ No quería decir esto, pero en parte me alegró volver a verte después de estos años, aun siendo en una situación así.

Link se sonrojó y el corazón comenzó a latir más rápido. Como pudo, apartó a Zelda de encima y le sonrió.

_ A pesar de todo lo que he pasado en estos años, nunca te he odiado. Me habría sido imposible ya que fuiste mi amiga.

Hubo un momento de silencio. Zelda cambió de tema.

_ ¿Te duele algo?

_ Bastante la planta de los pies. Caí en el agua de pie, así que es normal. Debo de tener algún moratón. No es nada.

Su compañera le sonrió.

_ Mientras estés bien.

_ Juraría que hace unos minutos querías que me matara.

_ ¡Oh, calla!

Los dos rieron, mientras que el río mojaba sus pies. Link no dijo nada de lo que estaba pensando a Zelda. “No puedo enamorarme otra vez de ella”, pensó. “ Ella es una princesa. Ya te han aclarado que no eres merecedor de tener su cariño, además, ya te ha rechazado, no cambiará de forma de pensar, y menos si el que le confiesa sentimientos es un vulgar ladrón”

Se levantó tembloroso y con la ayuda de Zelda comenzaron el camino de vuelta al castillo.

trifuerza corruptaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora