Capítulo 01.- L

62 6 1
                                    

Todo es borroso y confuso, lo único que veo es mi mano estirada hacia una luz blanca mientras caigo al vacío.

Al abrir los ojos, me doy cuenta de que mi entorno está hecho cenizas, el cielo es un tono naranja rojizo con nubes negras y los escombros están calcinados por completo aunque, hay una especie de planta. No está muy lejos de mi.

Me siento muy cansada, no ayuda a mi respiración el estar boca abajo y extiendo mi brazo para contemplar esa flor tan extraña. Es roja, tiene pétalos largos y separados con una especie de antenas al centro pero, hay algo peculiar...
Sangre.
Al tocarla, percibo ese hedor a tal punto de tener recuerdos borrosos. El olor singular y el bombardeo en mi cabeza hacen que me incorpore y retroceda un poco.
¿Qué era lo que vi?, ¿Era una persona?, no tengo recuerdos anteriores antes de despertar. Entonces, ¿Quién se supone que soy...?, ¿Dónde me encuentro?, no tengo la más remota idea de lo que sucede. Lágrimas de frustración caen por mis mejillas y dejan un camino limpio de suciedad. Coloco mis manos hacia mi cabello y proteger mi cabeza de quién sabe de qué.
Al levantar un poco la mirada, veo una cadena con unos números grabados en la placa: 210503.
No entiendo qué es, pero sea lo que sea, asumo que es mío y lo coloco en mi cuello, eso junto con algo metálico y negro con la letra L encriptada.

Después de un lapso de tiempo, decido ponerme en marcha sin saber a dónde voy, solo seguiré en línea recta hasta encontrar a otra persona como yo o algún lugar en donde me pueda sentir a salvo.

No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado, pero me escondo en un pequeño lugar que está enterrado por algunas columnas de escombro. Es extraño, pero es muy cálido. Me recuesto un momento para descansar, pero mi pesadez es aún mayor y solo me queda cerrar mis ojos y dormir.

Se escucha la voz de alguien afuera, es un hombre de cabello corto y rubio, tiene una voz grave y piel pálida; se asoma con una luz brillante apuntando a mi rostro, aunque aún sigo desorientada por la luz que ilumina mi cara y la fatiga no me apoya al abrir los ojos por completo.
- Espera, hay alguien aquí. Rápido, ayúdame a sacarla.
Él, junto con otro sujeto quitan la columna de encima y me carga en su hombro.
Viste un pantalón negro y unas botas militares, o eso creo, pero solo regreso a mi profundo sueño que, no importaría si me asesinan. No creo que haya alguien que me buscara o quien se preocupara por mí, así que está bien.

Mi brazo entero se estira para tratar de alcanzar una luz blanca mientras caigo. No recuerdo haber visto algo similar desde que desperté, pero siento como si lo hubiera visto antes...
- Hey...
Esto es algo peculiar.
- Hola, ¿puedes oírme?
Esa luz, hace que sienta una enorme furia.
- Hey, despierta.
Pero no sé por qué.
- Al fin resucitas, ya comenzaba a preocuparme al ver que no reaccionabas.
Abro los ojos y veo que me encuentro en una especie de base militar, la persona que está frente a mi creo que es la misma que me rescató. Mide alrededor de 1.75, tiene una cadena similar a la mía pero con diferente número, una capucha verde obscuro y una especie de playera gris. Al parecer, el sujeto que está detrás suyo viste de la misma manera.
- Me llamo Daniel, Daniel Blake. - Está con una rodilla al suelo para estar a mi altura.
- ¿Dónde estoy? - Intento reincorporarme un poco, ya que al parecer, me encuentro en el suelo recargada en la pared.
- Te encuentras en la base principal de la BMPH. - poniéndose de pie - y esta, es la única sede que existe. Que suerte de que te encontráramos a salvo.
- No entiendo, ¿Por qué estoy aquí?
- Estás aquí porque eres una de nosotros y este es tu hogar ahora.
- ¿Disculpa?, yo no tengo idea de quienes son ustedes ni de dónde estoy. Yo no recuerdo nada de mi, ni mi nombre, ni mi pasado... ¿Por qué debería confiar en ustedes?
- Por la misma razón por la que tenemos las respuestas que buscas, Lena.

Hasta que el futuro nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora