CAPITULO 35

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NARRA SAMANTHA:

Asomé la cabeza y me encontré a Flavio sentado frente a su piano, dándome la espalda.

- ¿Puedo pasar?

-Si, adelante.

Entré a la habitación lentamente y con la cabeza agachada.

- ¿Qué quieres? -dijo mientras se daba la vuelta y quedábamos cara a cara, aunque con unos metros de distancia que nos separaban.

-Te quiero...pedir perdón.

- ¿Por qué? ¿Por haberme ignorado? - me preguntó con una sonrisa.

Asentí levemente.

-Samantha, no te preocupes. No pasa nada. No estoy enfadado.

-Ya sé que no estás enfadando, pero creo que te debo una explicación.

-Bueno, como quieras. Explícame.

-Bueno... digamos que he estado ignorándote porque me daba vergüenza hablarte.

- ¿Y por qué?

-Porque... porque he soñado contigo.

- ¿Y eso que tiene de malo?

-Nada.

- ¿Y entonces? ¿Qué te daba tanta vergüenza?

-Fla, he soñado que nos... besábamos- la última palabra la dije casi un susurro.

- ¿Cómo? - dijo con los ojos muy abiertos.

-Si, lo que has escuchado- dije volviendo a agachar la cabeza. -Tu hermana lo sabía, porque se lo conté esta mañana. Solo te pido que te olvides de todo y no te enfades con ella por no habértelo contado, es que...

Me callé al sentir los brazos del moreno rodeándome en un abrazo que tanto necesitaba. Yo también lo abracé hasta que unos golpes en la puerta y la voz de Anaju hicieron que volviésemos a la realidad.

- ¿Os queda mucho? Vamos a llegar super tarde a casa de Gerard- se escuchó del otro lado del umbral.

Miré a Flavio preguntándole con la mirada si iba a venir, él sonrió y asintió.

Salí de la habitación y me encontré de cara con Anaju. Asentí con la cabeza y bajé las escaleras junto a ella. Al llegar al salón, escuchamos la puerta de la habitación de Flavio cerrarse y unos pasos viniendo hacia nosotros.

NARRA FLAVIO:

Salimos de casa, nos subimos al coche y con mi madre al volante, pusimos rumbo a casa de Gerard. Al llegar, subimos al ático y nos encontramos a todos nuestros amigos.

- ¿Veis? Somos los últimos.

Las palabras de mi hermana hicieron que todos nos riésemos. Cada uno se fue a un lado de la habitación y yo me dirigí a hablar con Gerard. Me contó que días antes, se había dado un beso con Anne y aunque no eran novios, él estaba muy feliz. Me alegré por él y le di dos palmadas en la espalda.

-Enhorabuena amigo.

-Gracias, gracias. ¿Y a ti que te pasa? ¿Por qué tienes esa cara?

-No sé si te lo puedo contar.

-Cuéntamelo, yo no digo nada. ¿Qué pasa?

-Pasa que Samantha me ha dicho que ha soñado que ella y yo nos besábamos.

- ¿Y eso que tiene de malo?

-No, de malo no tiene nada, pero me ha estado ignorando toda la mañana porque le daba vergüenza- dije haciendo comillas con los dedos en la palabra ignorando.

-Claro, te recuerdo que es Samantha, una chica mas tímida que tú y yo juntos.

-Si, lo sé.

-Anda, no te preocupes. Vamos con los demás.

Jugamos a algún que otro juego que Gerard propuso, Nick, junto con Hugo hicieron algunas locuras; Maialen y Nia se rieron durante gran parte de la noche, lo que hizo que todos nosotros también riéramos, ya que sus risas eran muy contagiosas, cantamos en el karaoke, excepto una rubia con los ojos azules que tenía las mejillas rojas... o sea, lo normal cuando nos reuníamos todos.

La noche terminó y mi madre vino a recogernos, dejamos a Sam, Hugo y Mai en su piso y nosotros pusimos rumbo a nuestra casa.

Ya dentro de mi habitación y con el pijama puesto, mi hermana llamó a la puerta.

- ¿Puedo pasar?

-Si, claro, ¿necesitas algo?

-Necesito que me digas la verdad.

- ¿Qué verdad?

- ¿Qué te dijo Sam para que salieras? Estabas super seguro de que no lo harías.

-Nada, solo me pidió perdón.

- ¿Perdón?

-Si, por no haberme hablado en toda la mañana.

- ¿Y sabes por qué te ignoró?

-Si, me lo ha contado.

-Es que es más mona...

-Si, la verdad es que sí.

Mi hermana levantó una ceja y me miró sonriente.

-No empieces.

-Pero chico, que no he dicho nada.

-Lo sé, pero sé lo que estás pensando.

-Pero no me lo irás a negar.

- ¿El que no te voy a negar? ¿Qué me gusta Samantha? Eso ya lo sabes, te lo conté hace bastante.

-No, eso no.

- ¿Entonces qué?

-Que te encantaría que el sueño que ha tenido se haga realidad. Venga Flavio, te has puesto rojo- me dijo entre una carcajada.

-No te rías. Además, eres una chica inteligente, sabes que eso jamás va a pasar.

- ¿Y por qué no va a pasar?

-Porque es una persona muy tímida, no puedo ni mirarla mas de un minuto a los ojos, porque o se pone colorada o dirige la mirada hacia otro lado.

-Tú también eras así antes.

-Si, pero es un sueño, y los sueños son solo eso, sueños.

-No todos.

- ¿A qué te refieres?

-Me ha dicho que tiene la sensación de que es un sueño premonitorio.

- ¿Premonitorio?

-Que se va a hacer realidad.

-Hermanita, sé lo que significa.

-Bueno, es que me has preguntado.

- ¿Y por qué piensa eso?

-Porque dice que cada vez que tiene un sueño que se va a cumplir, se levanta rara. No sé.

-Ah bueno, ¿y sabes algo más sobre el sueño? Cuando pasaba, que llevábamos puesto, algo.

-Sí, que era un día especial, porque ibais muy arreglados.

- ¿Y sabes dónde era?

-No, eso ya no lo sé. ¿Por qué tantas preguntas?

-Por nada, por nada- dije mirando al suelo, sumido en mis pensamientos.

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Hola de nuevo, espero que os guste mucho. 

Comentadme que os pareció. Os quiero.

PD: FELIZ DÍA DE LA MUJER 

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora