NARRA ANAJU:
Tenía ganas de ir a ver a Hugo y Samantha, y mas ahora que sabia que la rubia podía estar triste.
Fuimos en dirección a su casa y cuando la madre de los mellizos nos abrió la puerta y entramos al salón, nos recibió un Hugo sin camiseta con un pantalón vaquero en la parte de abajo. Me quedé mirándolo y él me miró a mí.
Subimos a la habitación de Sam para verla, y cuando Hugo abrió la puerta, entré y me abalancé sobre ella para darle un abrazo y muchos besos en la cara.
-Anaju, para- dijo riéndose.
- He querido venir yo, pero él ha querido subir a verte- le dije girándome para señalar a mi hermano.
Se creerá que no, pero obviamente, pude notar como se ponía un pelín roja.
-Que bien.
-Si, genial. Bueno, ¿cómo estás?
-Triste, pero bien.
-Normal, pero no te preocupes, se te pasará.
Seguí intentado animarla, hasta que llegamos a un tema de conversación que necesitaba saber.
- Y tu vida amorosa, ¿cómo va? - le pregunté mirándola.
-En Valencia me gustaba un chico, pero nunca se lo dije, se echó novia, y mi hermano me ayudó bastante, al igual que Marta y Marcos. Carlos también me ayudó, pero menos, porque dejó de salir con el grupo.
-O sea, que el chico que te gustaba no era Marcos, ¿no?
-No. ¿Por qué lo preguntas? ¿Te gusta?
- ¿Quién, Marcos?
-Si, claro. ¿Si no, porque me has preguntado?
-Porque como os he visto muy juntos durante su estancia aquí, creía que erais más que amigos.
-No, nunca me he fijado en él. Pero también te digo que, a todas las chicas de mi clase, le gustaban él y muchas me han tenido envidia porque yo era su amiga.
-Alucinante- le digo riendo.
-No lo sabes tú bien.
- ¿Y estás segura de que tú a él no le gustas?
-No sé, no se lo he preguntado nunca. Pero no creo. ¿Y tú?
- ¿Yo que?
- ¿Tienes pareja? ¿O te gusta alguien?
-Se podría decir que me gusta una persona. - le dije mirando en dirección a mi hermano y Hugo.
-Por favor, dime que te gusta mi hermano. - me dijo sonriendo.
Se me pusieron las mejillas rojas y antes de que Samantha siguiera hablando, el móvil de Hugo sonó.
-No me creo que sea Marcos, lo hemos invocado- le dije riéndome.
Ella sonrió levemente, y cuando le aparté la mirada, vi a mi hermano de pie junto a la cama. Se sentó, y después de unos segundos, cogió a Sam de la barbilla y se quedaron mirando a los ojos. Yo me quedé mirándolos a ellos como si lo que tuviese delante fuera una película de amor, hasta que Hugo entró por la puerta haciendo que se separaran del abrazo que se habían dado.
-Han parado hace diez minutos y me ha llamado para que sepamos que están bien. – dijo entrando a la habitación.
Se acercó a nosotros y después de darle un beso a Sam, me cogió de la mano y me dijo al oído.
-Vámonos a otro lado, anda.
Salimos por la puerta y bajamos al salón. Al ver que su madre estaba en el sofá, subimos las escaleras de nuevo y entramos a su habitación.
Me quedé mirando los posters de las paredes y las fotos que tenía. Me quedé mirando una que estaba encima de la mesita de noche.
-Esa también la tiene mi hermana en su habitación. Estamos ella, Facundo y yo.
- ¿Y quién es Facundo?
-Es una larga historia. Otro día te la contaré.
-Me parece bien.
-Tú también crees que Flavio y Sam se gustan, ¿verdad? - me dijo cambiando de tema.
-La verdad es que sí. A mí, mi hermano me lo niega, pero yo no lo creo.
-La mía está igual, ella me dice que no. Pero yo veo como se miran.
-Si, se les nota un montón.
-Bueno, ¿y a ti te gusta alguien, o tienes pareja?
-Estoy soltera y entera. Y si, se podría decir que me gusta una persona. ¿Y a ti?
-Yo estoy soltero también. Y también me gusta alguien. - me dijo acercándose a mí.
-Ah, ¿sí? Me alegro- le dije con una sonrisa nerviosa en el rostro.
-Si, pero esa persona no lo sabe.
- ¿Y por qué no? ¿Te da vergüenza decírselo?
-No, es solo que la conozco desde hace muy pocos días y no quiero fastidiar nuestra amistad.
Yo asentí lentamente, mientras veía como cada vez se acercaba mas a mí, hasta que nuestras caras se quedaron a escasos centímetros, y yo me puse visiblemente roja.
- ¿Estás nerviosa? ¿Por qué? - me dijo con una sonrisa burlona en el rostro.
-No estoy nerviosa Hugo. No digas tonterías.
- ¿Y por qué te has puesto roja?
-Pues porque... porque si- le dije e intenté esquivarlo.
-Eh, ¿dónde vas? - me dijo cogiéndome por el brazo antes de que recorriera la habitación y cruzara la puerta.
-A ver a estos dos.
Hugo salió por la puerta, y sin siquiera llamar a la de la habitación de Samantha, entró. Yo lo seguí de cerca. Cuando entramos, vi algo que no me esperaba.
Samantha estaba tumbada boca arriba sobre el colchón con los pies tocando el suelo, y mi hermano estaba sobre ella con los brazos estirados a cada lado de su cuerpo. Cuando escucharon la puerta, Flavio se puso de pie mas rojo que un tomate, y Samantha se quedó sentada en la cama con la libreta y el boli en las manos.
-Bueno, bueno, ¿qué está pasando aquí? - les preguntó Hugo con una sonrisa.
-Nada- dijo Samantha levantándose de la cama y viniendo en nuestra dirección.
-Me habéis salvado, gracias. - me dijo al oído antes de darme un beso en la mejilla y salir por la puerta.
Mi hermano seguía de pie, mirando al suelo, y jugando con su pulsera alrededor de su muñeca.
Yo me dirigí a buscar a Samantha, no sin antes decirle a mi hermano que después teníamos que hablar.
Lo dejé en la habitación junto con Hugo.
Bajé las escaleras y me la encontré sentada en uno de los escalones con los codos sobre las piernas y las manos en la cara.
-Bueno, muchachita, ¿qué ha pasado?
-No ha pasado nada-me dijo poniéndose aún más roja.
- ¿No? - dije poniendo un puchero.
-No.
Antes de que siguiéramos hablando, bajaron Flavio y Hugo.
-Anaju, me ha llamado mamá. Que vayamos ya para casa.
-Vale.
-Adiós Anaju- dijo Sam dándome un beso en la mejilla.
-Adiós guapa- me dijo Hugo dándome un abrazo.
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NO CREO EN EL AMOR [FLAMANTHA]
FanfictionFlavio y Samantha son dos jóvenes que no se conocen de nada. Un día se encuentran en Madrid y ocurren varias cosas.