CAPITULO 27

510 30 4
                                    

NARRA MAIALEN:

Cogimos el metro hasta la Calle de Atocha y cuando bajamos del vehículo, nos dirigimos andando hacia la discoteca.

Cuando llegamos a la puerta, había una cola enorme para poder entrar, entonces decidí llamar a mi primo, y al tercer tono, oí su voz.

-Mai, ¿ya estáis en la puerta?

-Si, pero hay una cola enorme.

-No te preocupes. Seguid todo recto y girad a la derecha en el primer cruce que os encontréis, y me veréis en una puerta.

Comuniqué lo que mi primo me había dicho al resto del grupo cuando este colgó la llamada y nos pusimos en camino. La calle no era muy larga por lo que encontramos la esquina que doblamos al segundo. Andamos unos cuantos metros mas y a lo lejos vimos a un chico de unos veinte años con el pelo corto castaño vestido muy elegante.

Fui corriendo para abrazarlo, y me devolvió el abrazo y me dio un montón de besos en la mejilla derecha.

Me alejé de Gorka durante un segundo y me acerqué al grupo. Cogí a Bruno de la mano y lo llevé al mismo lugar donde estaba antes.

-Este es Bruno, es mi...

-Tu novio, sí. Soy Gorka, su primo. - dijo después de darle la mano, muy serio.

-No soy su novio- le contestó mirándolo con los ojos muy abiertos.

-Bueno, si lo fueras, te digo que la cuides. Es como mi hermana pequeña. - me dijo mirándome y sonriéndome.

Cuando se dirigió a uno de sus compañeros que tenia un manojo de entradas en la mano, Bruno me miró.

-No te preocupes, no te va a comer. No es tan malo.

-Pero me da mal rollo.

-No, no te preocupes, es que se preocupa mucho por mí. Me quiere mucho.

-Yo también te quiero, pero con él delante, dudo que te pueda dar un beso.

Me pareció algo precioso, así que yo decidí darle uno en la mejilla, cosa que él agradeció sonriendo.

Un carraspeo nos sacó de nuestra burbuja, e hizo que mirásemos a la persona del que provenía. Mi primo me entregó dieciséis entradas y después de que se las diese a cada uno de los miembros del grupo, Gorka dijo que entrásemos con mucho cuidado, y que no nos emborracharemos. Le di un beso en la mejilla, y entré la última detrás de Samantha.

- ¿Estás bien? - le pregunté a la rubia.

-Si, un poco nerviosa. Nunca he estado en una discoteca.

-No te preocupes, te lo pasarás bien- le dije después de animarla con una sonrisa.

NARRA SAMANTHA:

Cuando nos montamos en el metro, algunos se quedaron de pie agarrados a la barra y otros nos sentamos en las sillas azules de plástico.

Hugo se sentó a mi lado, y durante casi todo el trayecto, intentó hacerme sonreír, aunque sin éxito.

-Perdóname Sam, pero se lo tenía que preguntar.

-Ya lo sé, no te preocupes, ya está.

- ¿Pero me perdonas?

-Que sí, no te rayes más.

Bajamos del metro al llegar a la Calle de Atocha, y nos dirigimos hacia la discoteca del primo de Maialen. Por el camino, los nervios me estaban comiendo por dentro, y estaba intentando que no se me notara mucho, aunque creo que no lo conseguí del todo, ya que Anaju se me acercó por la espalda.

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora