CAPITULO 13

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NARRA SAMANTHA:

- ¡Marta! - dije alargando la última "a" y corriendo hacia ella sin ningún control.

Ella empezó a correr hacia mi con los brazos abiertos y nos fundimos en un abrazo.

Miré hacia el lado derecho y allí estaba Marcos sonriéndome.

- ¡Marcos! - dije llorando y riendo a la vez.

-Rubia, como te he echado de menos. - me dijo dándome un abrazo que casi me deja sin respiración.

- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Hugo.

-Hemos venido a visitaros- empezó a explicar Marcos. -Como mi hermana estaba todo el día llorando porque os echaba de menos, compramos de billetes para el autobús y bueno, aquí estamos.

-Si, y no hemos querido cogeros el teléfono porque queríamos daros una sorpresa. Esperamos que os haya gustado- dijo Marta sonriéndome.

-Ay, que te quiero- le dije volviendo a darle un abrazo. -A ti también te quiero- le dije a Marcos.

-Chicos, la comida ya está, todos a la mesa- nos gritó mi madre desde la cocina.

Nos sentamos a comer los deliciosos macarrones con tomate y carne que hizo mi madre, y durante el almuerzo, nos contaron que se irían esa misma noche.

-No, yo me niego, os quedáis aquí hoy, y mañana si queréis os vais- dijo mi hermano.

- ¿Y dónde dormimos?, ¿en el sofá? - preguntó Marcos riéndose.

-No hombre, nosotros dormimos en una cama, podéis dormir con nosotros- dijo Hugo.

-Claro, Marta duerme conmigo y Marcos, tú duermes con Hugo. Se pueden quedar, ¿no?- pregunté esta vez yo mirando a mi madre.

-Si, claro, por mí no hay ningún problema- dio ella con una gran sonrisa.

-Pues perfecto, llamad a vuestro padre y decídselo, esta noche dormís aquí.

Marcos cogió su móvil y llamó a Luis, su padre. Él dio el visto bueno y decidimos como pasar el tiempo hasta la noche.

Marta y yo subimos a mi habitación y nada más entrar, empezó a mirar todo. En las paredes tenía cuadros míos y de mis amigos, y posters de cantantes como Juan Magan, Daddy Yankee, Lali Esposito, y como no, uno gigante de los One Direction. Todo esto había llegado un día después a la casa en unas cajas de cartón.

Se sentó sobre mi cama mientras yo sacaba un vestido para andar por casa de color negro para que se lo pusiera y yo me puse la camiseta rosa y el pantalón cómodo y después de poner la música de mi radio a todo volumen y bailar un rato, bajamos para adueñarnos de la tele y poner una película.

Cuando llegamos, mi hermano y Marcos estaban intentando poner una peli de miedo, pero no sé cómo, los convencimos para ver Titanic. Fui al congelador a por dos tarrinas de helado del Mercadona, una era de limón, y la otra de menta. Marta y yo nos sentamos en la parte derecha del sofá, Marcos en el medio y mi hermano en el suelo. Empezamos a comer nada más empezar la película y cuando acabó, Marta había vuelto a llorar y yo solo podía verle la cara de pena, y empecé a llorar también. Mi hermano se burlaba de nosotras y decía que éramos unas exageradas, que no era para tanto, y esas cosas.

Como la película duraba tres horas, y acabó a las 8, subimos de nuevo a nuestros cuartos a ducharnos y prepararnos porque a las 9 y media habíamos quedado.

Yo ya si que tenia ganas de ir, volver a ver a Marta me había quitado todas las penas.

Le di a Marta una toalla y le dije que se duchara, ya le dejaría yo algo para que se pusiese.

Entramos las dos al baño, para que cuando ella terminara, me metiera yo en la ducha.

Empezamos a hablar sobre cosas que nos habían pasado durante ese tiempo sin vernos, y después de diez minutos, salió de la ducha envuelta en la toalla y entré yo. Cuando me estaba enjuagando el jabón que tenía por el cuerpo, volvió a hablar.

-Bueno, ya sabes como está todo por allí. Cuéntame tú que tal por aquí. ¿Te lo pasaste bien cuando fuiste a la piscina?

-Si, al principio no sabia que hacer, pero después un chico que se llama Flavio, y el cual conocerás hoy, me trató muy bien, empezamos a hablar, y bueno, nos hemos hecho muy amigos. - y dicho esto, salí de la ducha y nos dirigimos a nuestro cuarto, no sin antes avisar a Hugo de que ya podía entrar.

Cerramos la puerta y Marta volvió al interrogatorio.

- ¿Solo sois amigos? - me preguntó con una sonrisa burlona en el rostro.

-Um hum- asentí yo. -No seas como el tonto de mi hermano y veas cosas donde no las hay.

Le tiré un pantalón rojo y una camiseta blanca de tirantes para que se lo pusiera. Yo me decidí por una falda negra y un top blanco sin mangas.

Ella seguía con la broma de que me gustaba Flavio, porque en una de las trescientas veces que me lo preguntó, me puse roja, y eso le dio mas pie a seguir con el rollo.

A las 9 entramos al baño de nuevo para peinarnos y maquillarnos un poco. Yo me puse pintalabios rosa y rímel, y Marta hizo lo mismo.

Bajamos al salón y allí estaban mi hermano y Marcos. Salimos de casa después de despedirnos de mi madre y llamamos a la puerta de Maialen. Ella salió dos segundos después y nos dispusimos a ir al lugar en el que habíamos quedado.

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Bueno, ya se han vuelto a ver Sam y Marta.

Espero que os esté gustando, y si es así, me alegro mucho.

No dudéis en comentar y votar, y si os gusta, en compartirlo.

¿Creéis que a Samantha le gusta Flavio y que Marta tiene razón?

Nos leemos. Un besito 

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora