CAPITULO 32

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NARRA FLAVIO:

Subí las escaleras para ir al baño, pero unas voces en el cuarto de enfrente hicieron que me detuviera en seco frente a la habitación de mi hermana.

- ¿Por qué? Ya te digo yo que es correspondido.

-Me da igual que sea correspondido. No se lo puedo decir.

-Si puedes.

-No, no puedo.

- ¿Y por qué no? ¿Por miedo o por vergüenza?

-Por las dos.

Golpee la puerta con los nudillos y dejaron de hablar.

- ¿Sí? - escuché preguntar a mi hermana.

-Soy Flavio, ¿puedo pasar?

Después de un breve silencio, contestó que sí. Así que abrí lentamente la puerta y asomé la cabeza para encontrarme a Samantha tumbada boca abajo en la cama y a Anaju a su lado.

- ¿Necesitas algo?

-No, solo que iba al baño y he escuchado ruido, y me he asomado.

- ¿Pero has escuchado algo?

-No, no he llegado a escuchar nada- mentí a la pregunta que me había hecho Samantha, ya que ésta me lo había preguntado un poco nerviosa.

La rubia resopló de tranquilidad con mi respuesta y mi hermana le sonrió.

Me despedí de las chicas y me dirigí al baño. A los pocos segundos, tocaron la puerta y escuché a Anaju.

-Fla, cuando salgas ven a mi habitación de nuevo.

Y así lo hice, me lavé las manos y fui de nuevo a la habitación. Esta vez no tuve que tocar la puerta ya que esta estaba abierta.

-Pasa, pasa. Yo me tengo que ir un momento. ¿Te atreves tú a curarle el tatuaje a Sam?

Miré a la chica pidiéndole una respuesta, pero ella estaba mirando a mi hermana.

Me acerqué a la cama mientras que Anaju se levantaba, y después de despedirse de nosotros se fue, cerrando la puerta tras ella.

Me senté en el colchón junto a Samantha, que hundió su cara en el cojín de flores que tenía entre las manos.

-Hola.

-Hola.

- ¿Que te pasa?

-Nada, que me duele.

- ¿Quieres que te lo cure?

-Si, vale.

Me eché un poco de crema en la punta de los dedos, y empecé a untársela en la zona del tatuaje lentamente.

- ¿Te puedo preguntar algo?

-Si, dime.

-Estabais antes hablando de un chico, ¿verdad?

- ¿Que?

-Venga Samantha, te conozco, y mas conozco a mi hermana, os habéis puesto super nerviosas cuando he entrado. ¿De quién estabais hablando?

-De nadie.

-Creo que lo conozco.

- ¿Cómo?

-Claro, si no me lo quieres decir es porque lo conozco.

-Eres un mentiroso. Nos has escuchado perfectamente.

-Vale, he escuchado parte de la conversación, pero en serio, no sé de quién estabais hablando. ¿Me lo puedes decir?

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora