Mi querido Gaara [Gaara Y Tu]

Capítulo 1

Nos escondiamos tras un arbusto observando con cautela. Temari me observó con recelo y luego le dio un golpe en la cabeza a Kankuro para que bajara la voz.
Me dolían las rodillas de tanto estar agachada.

-- creo que ya es suficiente -- me arrastre lejos tirando de la ropa de Kankuro.

-opino lo mismo - dijo él poniéndose de pie.

Temari nos despidió con un gesto de manos mientras seguía escondida. No se porque tanta obsesión con observar a Gaara en cada una de sus citas. Él se encontraba obligado a asistir a cada una de ellas, aún así Temari seguía igual de terca.

Regrese a mi puesto en la entrada de la aldea, mientras observaba la planilla frente a mis ojos, los garabatos de las firmas de todos los que habían ingresado en la aldea los últimos días me daban un poco de fastidio. De hecho todo me fastidiaba el día de hoy, cuando Temari me arrastró hasta el arbusto casi desencadena una pelea. Gaara también era mi amigo, pero respetaba su privacidad. Kankuro quién es mi mejor amigo y casi como un hermano mayor para mí se reía de las tonterías de Temari y trataba de hacer de mediador entre nosotras. Pesé a que éramos muy buenas amigas, últimamente estaba tan obsesionada con encontrar la candidata perfecta que ni siquiera me dejaba dormir. Todas las noches llegaba con carpetas llenas de información de chicas de todas las aldeas, varias veces se había metido en problemas por andar metiendo las narices donde no le correspondía, sin embargo no dejaba en paz a Gaara.

Obsrve el atardecer rojo y no puede evitar sentir cierta nostalgia, sonreí de manera tonta cuando me dí la vuelta para ver la aldea, las personas caminaban con tranquilidad cuando sentí un chakra detrás de mi.

-buu - grito frente a mis ojos cuando me di la vuelta.

--nunca lo lograrás, ya deja de intentarlo -- le dije sin pestañear con molestia.

-acaso estas vacía por dentro - me sacudió Kiba para ver si no era un robot. Siempre hacia lo mismo.

Me solte de su agarre y le entregue la planilla para que firmará. Puso los ojos en blanco y me guiño un ojo. Camino dándose la vuelta para saludarme hasta que se perdió de mi vista. Un compañero llegó para reemplazarme, este no era mi trabajo y me daba tanta pereza hacerlo, sin embargo las cosas estaban tan tranquilas que no había muchas misiones. Camine a mi casa casi arrastrado los pies cuando vi las luces encendidas a lo lejos.

--no de nuevo-- suspiré con pesadez. Seguro la rubia estaba de nuevo allí. Acaso esa mujer no duerme.

Me di la vuelta para dirigirme a la oficina del kazekage, si no estaba acosando con preguntas a Gaara seguro estaba en mi casa.
Toque la puerta cuando escuche el pase de Gaara. Al entrar lo vi medio dormido sobre la mesa, él sabía que las únicas personas que lo visitaban tan tarde eran sus hermanos o yo.

-dime que no te manda Temari y seré feliz - digo Gaara con la cara pegada en la mesa del escritorio.

--vengo huyendo de ella de hecho -- me acerco a él.

-tu también - levantó la cabeza, tenía los ojos cansados y la piel extremadamente blanca.

-- vamos te llavere a tu casa, de seguro no pensara que estas allí -- le extendí una mano y el la tomó sin pensarlo.

Cuando llegamos a la casa efectivamente no había nadie allí, Gaara tenía su hermosa casa de decoración porque se pasaba los días en la oficina y de noche a veces daba algún paseo por la aldea; solía dormir sobre el escritorio o en sillón que estaba en la oficina de Kankuro.

Prepare dos tazas de té con muchas ganas de preguntarle sobre su cita de esta tarde, pero no quería ahogarlo como lo hacía Temari.

-- deberías tomar el té y luego irte a dormir -- le digo con mirada severa.

-de hecho no es una mala idea - dio un sorbo al té y la nariz se le puso roja.

¿Acaso no se siente bien?

Nos quedamos en silencio mientras bebíamos el té, con tantas preguntas y asuntos en mi cabeza no me di cuenta de que Gaara se me había quedado mirando fijamente. Baje la mirada y me ruborize un poco.

-- lo siento -- murmure mirando al suelo. Efectivamente el suelo está hecho de suelo.

-esto va a sonar raro pero... - Levante los ojos del suelo y Gaara estaba rojo como una fresa.

-- ¿qué sucede?

-¿puedes quedarte esta noche aquí? - Gaara miraba hacia un costado y su tono de voz era tan bajo que casi no le escucho.