Capítulo 5

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Sasuke tocó la puerta de casa y le abrí con un bolso en la mano. Sonrió ligeramente al ver que habia logrado lo que jamás logró hacer en todo el tiempo que nos conocíamos. Fuimos hasta la frontera donde me despedí de mi compañero de trabajo.
No estaba contenta de dejar suna, sin embargo sentía un ligero alivio al saber que no tendría que ver esas horribles citas. Nos estábamos yendo cuando alguien nos detuvo.

-esperen - Kankuro venía corriendo como loco. Le susurro algo a Sasuke que no escuche y este se molesto.

-tsk... Ya dejala en paz - respondió enojado.

-_____ lo siento pero debo decírtelo antes de que te vayas - Kankuro me miraba preocupado como si fuera a decirme que me quedan dos días de vida.

Sasuke se puso a mi lado con molestia, parecía dispuesto a darle un golpe a Kankuro.

-dime - dije restándole importancia al asunto.

-Ichigo pidió una segunda cita - soltó con rapidez y cerró los ojos luego de hablar, esperando un golpe.

-que molestia. Pero tendrán que arraglarsela sin mi. Ya me contaran - me di la vuelta y camine arrastrando los pies.

Sentía un pitido en los oídos, como si me hubiese estallado una bomba a menos de un metro. Se me hizo un nudo en la garganta y Sasuke me observaba fijamente esperando que mostrara alguna señal de rabia. Pero no hice nada. Tenía las manos en los bolsillo y me clavaba las uñas en las palmas haciéndome daño. Debía deshacerme de Ichigo si quería conservar mi paz mental. Tal vez no sería una mala idea contratar algún ninja renegado para quitarla de en medio.

Ya íbamos por medio camino y la aún me parecía una genial idea lo del sicario.  No había pronunciado palabra en el viaje más que unos si o no con la cabeza que le lanzaba a Sasuke cada vez que me preguntaba algo.

-no hagas idioteces de las que te arrepientas luego -me digo Sasuke cuando llegamos a la aldea.

-¿de que hablas? - pregunté extrañada.

Siguió caminando sin responderme y pensé si acaso podía leer mentes. Me quedé en un hotel todo el día, el viaje me había agotado y la cabeza me dolía de tanto pensar, así que me duche y me tire en la cama a dormir. En la noche iríamos a cenar, por lo que no podía asistir con cara de zombie.

Llegué temprano a Ichiraku donde me saludaron con amabilidad y me comentaron que al negocio le iba muy bien y otras cosas más.

- al menos no soy el primero en llegar- susurro alguien en mi oído. Le aparte de un puñetazo en las cosillas.

-CUÁNTAS VECES DEBO DECIRTE QUE NO TE ACERQUES TANTO - le grite con furia a Kiba ¿acaso nadie entiende el espacio personal?

De a poco fueron llegando los demás, como siempre Shikamaru llegó a lo último y con cara de pereza. La cena fue maravillosa, todos conversamos y la pesadez que cargaba se fue haciendo más ligera, el nudo de la garganta desapareció y hasta reí cuando Lee reto a un duelo a Sasuke, quien se negó alegando que estaba cansado por el viaje.



Una semana después.

Estaba en casa de shikamaru quien siempre me invita a jugar shogi. Solo había ganado una vez y sospecho que simplemente me dejó ganar para que dejara de molestarlo. Observe el tablero, ya tenía el juego perdido. Pero no pensaba rendirme.

-así que te gusta Gaara... - soltó luego de que moví una pieza. Me quedé pasmada ¿como sabía él eso?

-¿qué? - respondi casi sin habla.

-vamos ______ desde aquí podía ver cómo te portas con el en suna. Deberías decirlo - se rasco la nuca y retiro la mano de la pieza indesiso.

-no quiero hacer el ridículo. Si hiciera algo así me vería obligada a irme de la aldea - otra vez el nudo en la garganta, se me cristalizaron los ojos y me apreté con fuerza las manos para no llorar.

-creo que el también siente algo por ti, solo que no lo sabe - por fin Movió una pieza marcando el final del juego.

No sabía si era porque me había ganado más rápido de lo usual o por lo que acababa de decir, pero simplemente lo mire con miedo y duda. Estaba a punto de llorar ¿por qué me decía algo así? No hay posibilidades para mí. Trague saliva con dificultad casi como si intentara pasar plomo por mi garganta.

-no es así. Solo soy una amiga para él-le conté todo lo que había ocurrido el último tiempo, lo de las citas y lo de Ichigo, yo no era rival para ella. Soy una simple ninja sin apellido o padres importantes.

Shikamaru me escucho en silencio, asintiendo ocasionalmente mientras parecía tramar algo.

-también le gustas a Sasuke y a Kiba. Pero eso ya lo sabes, si pierdes la oportunidad con Gaara hay un futuro aquí para ti fastidiosa - sonrio de lado.

-no puedo perder algo que no tengo y no me interesa Sasuke, nunca me causó nada y no lo hará ahora. En cuanto a Kiba, no tengo ese interés en él - me puso de pie y me estire observando el atardecer.

-vas a tener una chance. Si fallas te vienes a konoha. Kakashi te aceptará con gusto - Shikamaru también se puso de pie con convicción. Parecía tener un plan.

Los días pasaron y me sentía tan tranquil que casi no me había puesto a pensar en suna. Sin embargo una tarde en casa de Kiba mientras lo ayudaba a bañar a Akamaru, el me preguntó si yo sentía algo por Gaara y pese a las dificultades que tenía para hablar del tema, esa tarde solo sonreí y negué con la cabeza. Sabía que no tenía oportunidad y la idea de tener algún día algo con él se iba esfumado cada vez más.

Mi querido Gaara [Gaara Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora