Capítulo 10

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Dos días para los exámenes chunin, no había manera de que me mantuviera despierta por tanto tiempo. Además por si fuera poco tenía que salir de la aldea a escoltar al señor feudal para que asistiera a los exámenes.

Me puse en marcha y salí de madrugada, con un pequeño equipo de ninjas, pues no había mucho personal disponible. Llegamos a una pequeña aldea, con la excusa de ir en búsqueda de provisiones.
La asistencia del señor feudal era secreta, se decidió así luego de la guerra. Él y sus hombres más cercanos se hacían pasar por mercaderes extranjeros que viajaban rumbo a suna y necesitaban escoltas.

Nos encontramos cerca del río, en la frontera. Me incline ante el y observe que esta vez solo lo acompañaban dos hombres.

-_____ Chan. Igual de eficiente que siempre - su voz gruesa intentó ser amable.

-- agradezco que me permita escoltarlo señor -- respondí con formalidad.

- confío casi plenamente en ti. Este de aquí es mi guardia y el de cabello negro es lo hijo Megumi ¿lo recuerdas? - preguntó señalandolo.

Lo observe con atención, tenía el cabello negro desordenado y su expresión me recordaba a la de Shikamaru, anhelando ser una nube. Traté de recordarlo, sabía que era algunos años más joven. Recuerdo tratar de darle clases a escondidas porque su padre no le permitía ser un ninja. Pero había crecido tanto que mis imágenes de él eran confusas.

-- por supuesto que lo recuerdo Megumi Sama -- hice una breve reverencia y este apartó la mirada.

Igual de orgulloso que su padre.

El plan era bastante sencillo, se suponía que eran mercaderes que abastecerian a suna de materiales para el segundo desafío. El señor feudal se quedaría en una casa de seguridad y sería Megumi quien acudiría a los exámenes. En búsqueda de jóvenes prodigios.

- dame unas horas para descansar antes de partir ____ mientras tanto mi hijo no conoce Suna. Dale una introducción o no se - nos agitó la mano para que lo dejáramos solo.

Megumi y yo salimos fuera de la casa. El chico no parecía tener ningun interés en suna y menos en la mision. Parecía estar aburrido o fastidiado.

-- ¿hay algo que quieras saber? -- pregunte sentandome en un banco.

- enséñame lo que sabes ____ aún quiero ser ninja - respondió sin ánimo.

--mmm... No podré enseñarte mucho en tan poco tiempo, pero al menos sabrás defenderte -- lo mire y vi que su expresión había cambiado. Creí ver una sonrisa y un brillo de emoción en sus ojos.

Lo primero que hice fue atacarlo y ver que tan bien se defendía, y lo hizo excelente, esquivo casi todos mis golpes.

--ahora atacame-- le dije dando unos pasos hacia atrás.

Sus ataques eran algo torpes, pero le alcanzaría para una defensa regular. Luego de un rato de mostrarle algunas técnicas, nos pusimos en marcha rumbo a la aldea.

- ¿existe algún talento este año? - preguntó el señor feudal.

Lo cierto era que ninguno destacaba, aunque eran buenos, pero no podía decir algo así. Por lo que me limite a decir que lo verían con sus propios ojos.

Como de costumbre teníamos que visitar al kazekage para que "arreglaran asuntos sobre comercio" Gaara recibió al señor feudal y a su hijo con apresurada torpeza.

- se que nada les faltara si esta ____ con ustedes. Lamento no poder darle una mejor bienvenida pero hay que seguir el protocolo - menciono Gaara de pie en su oficina.

Gaara observó a Megumi, jamás había conocido al hijo del señor feudal.

-ah él es Megumi, mi hijo. Pará mayor seguridad le he pedido que me acompañará - respondió el señor feudal ante la mirada inquisidora del kage.

Megumi se descubrio del todo la cara, que llevaba cubierta por la arena que volaba por las calles de suna. Gaara lo observó con detalle y luego me miró fijamente, podría jurar que había fruncido el ceño. Sin embargo volvió a dirigirse hacia el señor feudal.

De salida, esperábamos en uno de los pasillos a un ninja que nos guiará a una casa de seguridad cuando por la esquina vi asomarse a Ichigo, traía lo que parecía ser comida. Me miró desde la esquina con ojos triunfantes y bufé como un animal cuando paso haciendo movimientos exagerados.
Megumi que estaba perdido en sus pensamientos me observó cuando me escucho resoplar y luego miro a Ichigo. Esta le sonrió con una bajeza asquerosa, casi boquiabierta se giro mientras caminaba para observar a los recién llegados.

-maldita perra - murmure entre dientes para que no me escucharan.


Llegamos a la casa muy avanzada la  noche y extremadamente agotados, por lo que me quedé dormida de inmediato mientras un compañero hacía la primera guardia.

Era de noche aún, el sol no salía sin embargo la aldea estaba muy movida, era la noche anterior a los exámenes. Sabía que no podría dormir más, así que salí de la cama y reemplaze a mi compañero en la guardia. Megumi estaba sentado en un sillón leyendo un libro sobre el control de chakra.
Pasé por su lado sin prestarle atención.

-¿quien era esa chica? - preguntó cerrando el libro.

-- ¿A quién se refiere? -- me había tomado por sorpresa así que no entendí.

- la maldita perra como la llamaste - sonrió ligeramente.

Mierda mi rabia no había sido disimulada correctamente y Megumi me había escuchado.

Debo aprender a mantener la boca cerrada.

-- lo siento... No debí... -- me disculpe con torpeza y la cara roja de rabia. Me incline en señal de arrepentimiento.

-tranquila. Solo quería escucharlo de ti. No sabía que estabas interesada en Gaara - rio con burla el joven.

Ardía en vergüenza por lo sucedido. Me mantuve en silencio, sin responder. Si Megumi llegaba a decir algo, no me traería más que problemas. Me dispuse a irme para evitar abrir mi bocota. Me puse derecha para salir de allí.

-podrías conseguir algo mejor que él - afirmó Megumi con convicción poniendose de pie, dejando el libro.

Se fue, dejándome sola ¿Qué había sido eso? Sacudi la cabeza restándole importancia al asunto.










Estábamos en el primer desafío que era el más básico, los aspirantes a chunin debían completar un desafío de supervivencia.
El señor feudal estaba sentado en lo más alto de las tribunas, observaba con gran atención los desafíos transmitidos en una pantalla, sentado a su lado  Megumi parecía aburrido. Yo estaba junto a él, rodeados todos de guardias, disfrazados de ciudadanos comunes.
A unos cinco metros hacia abajo estaba Gaara y sus hermanos. Observe su traje blanco inmaculado y su cabello rojo que resaltaba entre la multitud. De repente se giro y me observó fijamente, no pude evitar sonrojarme un poco y le guiñe un ojo con picardia. Este también se sonrojo e hizo un torpe guiño acompañado de una tierna sonrisa. Luego se giro hacia adelante nuevamente, uno de los jóvenes había completado el desafío y todos aplaudieron.

- no eras sólo tu por lo visto - Megumi me digo al oído.

Mi querido Gaara [Gaara Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora