Capítulo 13

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La verdad era que no había pegado el ojo en toda la noche. Me había sentado en la cama a pensar en todas las cosas malas que podían suceder ¿Iban a exiliarme? ¿Acaso el señor feudal iba a matarme? ¿No significaría una guerra ente konoha y suna? ¿Quitarían a Gaara del puesto?
Mi cabeza iba tan rápido pasando de una idea catastrófica a otra que en poco tiempo comenzaría a salir fuego.
Me asustaba Sasuke, era más que evidente que no le sentaba muy bien el rechazo y siendo un idiota caprichoso era capaz de cualquier idiotez. Ademas había gritado a los cuatro vientos la identidad de Megumi, por lo que estaban en peligro ahora. Pará mi fortuna el tercer desafío sería en un mes, les darían tiempo a los jóvenes de entrenar y dar una batalla digna, por lo cual Megumi y su padre se irían.

Un problema menos.

Otra idea que rondaba por mi cabeza era el escándalo público de lo sucedido con Gaara. Me hubiese encantado que nos viera Ichigo en lugar de Sasuke, lo hubiera besado con más pasión. Me lo habría comido de ser posible.
Otra idea problemática, el rechazo de Gaara a Ichigo traería conflictos comerciales para la aldea ¿Cómo un simple beso podría traer tantos problemas?
Aunque de simple no tenía nada, todo lo que me había sucedido, lo que experimente durante esos segundo fue la sensación más extrema que había sentido.

¿Qué habrás sentido tu Gaara?



Era demasiado temprano para la burocracia, sin embargo allí estábamos todos en la sala del consejo de Suna. Gaara furioso, Sasuke y Kakashi en un rincón, el señor feudal regañando a Megumi y yo objeto de todas las miradas del lugar.

- sus acciones la noche anterior han traído enormes consecuencias - recriminó uno de los consejeros.

- ____ serás juzgada en juicio y en cuanto a...

- ¿Usted está demente verdad? - exclamo Gaara molesto.

-kazekage sam...

- si se les ocurre una estupidez tan grande. Renunció - Gaara habló con un tono sumamente calmo y frío. No lo había escuchado de esa manera desde que era un jinchuriki.

- admiro tu valentia. Sin embargo someter a un ninja tan brillante como ___ a algo tan indecoroso como un juicio, me parece una falta de respeto - intervino el señor feudal.

Megumi me sonrió junto a su padre, guiñandome un ojo. Por algún motivo, eso me daba mala espina. Sin embargo mi mejor opción era refugiarme tras la protección del señor feudal.
La reunión fue dura, se discutió mucho. Pero lo más relevante fue que se dio por finalizado el "compromiso" entre Ichigo y Gaara. En cuanto a Sasuke quedó expulsado de Suna por un año.

- ____ volverá a trabajar para mi. Me la llevare en cuanto abandoné este lugar - habló el señor feudal.

- ¿QUÉ? - gritamos Sasuke, Gaara y yo a la vez.

- no estas en posición de quejarte - gruñó en señor feudal con una mirada asesina.
Observe a Gaara quien me miraba con tristeza. Supuse que pasaría algo así, de seguro debía quedarme con él hasta que se calmaran las agua. Empero alejarme de Gaara ahora que habíamos logrado esa conexión, me partía el alma.

Me marche de la sala de juntas con la orden de preparar mis maletas, estaba molesta y triste ¿justo ahora? Parecía que el destino se obsesionaba con separarme de Gaara.
Fui hasta mi casa respolando por lo bajo y me encontré con una joven esperandome alli.

- ____ sama. Estaba esperándola - dijo la joven haciendo una profunda reverencia. Su rostro se me hacía familiar pero con la rabia que traía mis pensamientos eran caóticos.

-- dime ¿necesitas algo? -- respondí.

- yo me preguntaba si podía entrenarme para la prueba final de los exámenes chunin - preguntó poniéndose colorada.

Ya había recordado su rostro era una de los finalistas, ella y el chico del taijutsu eran los mejores candidatos a ser los próximos chunin. Si hubiera prestado atención, sabria cuál era su punto fuerte y en qué podría ayudarle. Pero no, mis ojos siempre buscaban a Gaara ¿exámenes chunin? ¿Qué eran esas cosas? Lo único en lo que podía pensar era en él.
De todas formas quería ayudarla, era la única mujer en el grupo.

-- debería ir con el señor feudal hasta la última prueba. Tendremos que pedir permiso para que pueda quedarme -- respondí luego de pensar.

- estoy dispuesta a hablar con el kazekage o con el señor feudal si es necesario - habló con autoridad.

Ese es el espíritu.

La invite a realizar una prueba para averiguar qué era capaz de hacer. Nos reunimos en un centro de entrenamiento y la anime a atacarme con todo. Me lanzó un kunai directo a los ojos que esquive con facilidad. Sin embargo no espero a que este impactará en su objetivo, pronto la tenía a escasos centímetros de mi. Salte hacia arriba, volvió a lanzarme kunais esta vez eran muchos y a su vez lanzó un jutsu tornado de aire, lo esquive nuevamente, pero eso levantó mucha arena y dificultó mi visión.
Toque el suelo nuevamente pero ella ya estaba tras de mi, intentó golpearme, sin éxito. Saltaba hacia atrás esquivando cada uno de sus golpes, hasta que no pude moverme, mis pies se hundían en el suelo.

-caiste en mi trampa - murmuró triunfante.

Puf

El tronco cayó sobre la arena movediza, desapareciendo enseguida.

-- excelente. Veamos que tan buena eres pensando -- la rodee con los brazos. En un abrir y cerrar de ojos estábamos en otro lugar, era el pie de una montaña.

-wow ¿este es tu justu de transportación ? - inquirió asombrada.

Pero antes de que pudiera responderle lanze un kunai que ella esquivo, pero antes de que tocara el suelo, explotó. La joven volo empujada por la explosión, pero logró reposicionarse.

-- ya es suficiente -- dige saltando en el aire para detenerla. La inmovilice en el suelo.

- bien. Creo que ya casi no tengo chakra - respondió agitada.

Tenía posibilidades, era rápida e inteligente, pero si el enemigo atacaba muchas veces seguidas, perdía la concentración.

-- ¿podrías repetirme tu nombre? -- pregunte ayudándola a levantarse.

- me llamo Nami - respondió.



Esa mismo noche organice una junta con el kazekage y el señor feudal. Era una demostración del potencial que podía tener Nami si yo me quedaba a enseñarle. Su rival está vez sería Kankuro. Yo le había dado algunos conejos para que evadiera los ataques más peligrosos.
Comenzó la batalla, ella hizo el primero movimiento.

-espero que puedas quedarte - dijo Gaara tomándome de la mano a escondidas.

-- Nami tiene talento, solo le hace falta un poco de ayuda y creo que logrará convencer al señor feudal - respondi acariciandole la mano.

Observamos la pelea juntos, con los dedos enlazados. Kankuro no había logrado darle ningún golpe certero y la peor parte ya había pasado.
Finalizó el combate, Nami sonrió victoriosa cuando logró inmovilizar a al hermano mayor de Gaara.

-bien. Si tiene talento, creo que podría trabajar para mí como lo has hecho tu- hablo el señor feudal con una ligera sonrisa.

Sabía que podría hacerlo.

- sólo acompáñanos y puedes volver a suna de momento - agregó Megumi.


Así nos pusimos en marcha esa misma noche con el corazón contento porque podría quedarme más tiempo en Suna, tendria más tiempo con Gaara.
Viajamos por dos noches hasta llegar al ostensoso palacio del Señor feudal. Allí me despedí de él y de su hijo.

- te extrañare. Es aburrido estar aquí - Megumi se había sonrojado al decir eso.

-- podrías practicar lo que te he enseñado y cuando vuelva veré si eres capaz de despeinarme como mínimo  -- bromee.

Mi querido Gaara [Gaara Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora