-Que bien, habéis llegado pronto, nos espera una tarde de compras intensivas- anuncia mi madre.
-Bien- gritamos Eve y yo.
-NO- grita Chase.
-Tranquilo, tu puedes quedarte en casa y limpiar.
-Compras- grita con voz de niña.
***
Primera parada: floristería.
Primer motivo por el cual odio las bodas. No entiendo porque mi madre no se decide, son flores, que más da el color. Tantas flores me marean. Si un chico me regala flores se las tiro en la cabeza. Es una cursilería.
Escucho rísas conocidas, me giro y veo a Eve con una corona de flores en la cabeza mientras que ríe de la mala imitación pija de Chase que lleva una flor en la oreja y otra en la mano.
Chase sigue caminando en dirección a mi y me entrega la rosa que lleva en la mano. Como dije, odio las flores, cojo el primer ramo que tengo a mano y se lo tiro en la cabeza.
-Y a ti que bicho te ha picado- se queja.
-Odio las flores.
-Ya lo he notado- dice sarcástico.
Mi madre se decide al fin por las flores. Menos mal, unos segundos más aquí dentro y me vuelvo alérgica.
Segunda parada: Iglésia.
-JA, si piensas que voy a entrar en una iglésia estás equivocada. La única vez que voy a entrar será el día de tu boda y porque eres mi madre.
Todos entran menos yo. Pasados unos minutos mi madre sale triste, Ryan cabreado, Chase y Eve con la cabeza agachada.
-La fase de la iglésia la dejamos para el próximo día.
-Que ha pasado?- pregunto, pero al instante me arrepiento.
-Evelyn ha quemado la iglesia- dice Chase.
-Tu me empujaste contra las velas, por casi me quemo el pelo.
-Calva y tonta.
-Basta los dos- grita Ryan- a la próxima os quedáis en casa.
Última parada por hoy: centro comercial.
La única parte que me ha gustado de este día de locos.
-Aquí tenéis bastante para compraros lo justo para la boda- nos entrega el dinero- recordar, solo lo justo y necesario. Confío en vosotros.- sonríe- Ryan y yo tenemos que ir a comprar unas cosillas.
-Compra dos cajas, ya sabes, para que no falten- le guiño un ojo.- no queremos ninguna sorpresa.- ríe.
Entramos a una tienda de zapatos. Chase paga su compra, él es rápido, me refiero a comprar. Eve y yo aun seguimos probandonos zapatos, hemos comprado lo que necesitamos, pero aun así seguimos probando.
Ya no hay más zapatos que probar así que nos dirigimos a la tienda de vestidos. ESTO ES EL PARAISO. Eve sigue con la boca abierta. Yo respiro hondo y empiezo a coger todos los vestidos que no sobrepasen los 50 euros. Solo me quedo con tres, ya que muchos de ellos no son mi talla y otros sobrepasaban el presupuesto.
-Eve, puedes entrar y ayudarme a abrocharme el vestido?
-Lo siento pero yo estoy en la misma situación.
No tengo otra solución, o me quito este vestido y me quedo con las ganas de comprarmelo o, uff decisión complicada. No tengo más remedio.
-Chase, puedes ayudarme- digo algo insegura.
Escucho un suspiro de su parte, luego veo que entra.
-Que quieres?- pregunta con los ojos clavados en su celular.
Levanta la vista y al verme se queda con la boca abierta y los ojos como platos. Me observa de la cabeza a los pies, sin perder ningun detalle, pero al llegar a mi rosto cambia su expresión.
- Deja de analizarme y ayudame a abrochar el vestido.
Siento sus fríos dedos rozar mi espalda, lo que me hace dar un pequeño respigno a causa de la impresión.
Una vez abrochado me giro.- Que tal me queda?- pero la pregunta se queda en el aire. Hablando de aire, el que me falta a mi en este momento. Porque mierdas Chase esta besandome? Y porque aun no lo he apartado?
Oh no, oh no, no, no es posible, no ahora.
- Chase- intento pararle, pero mi voz suena más como a una suplica.
Chase reacciona, pero no a mis palabras, sino por el grito de Evelyn. Mi salvación.
Salimos del probador en busca de Evelyn. La encontramos saltando por toda la tienda gritando.
- Quitamela, quitamela, quitamela, asco, asco, asco.
Chase se hacerca a ella y al ver la cosa más horripilante, asquerosa y enorme que puede causarme ataques de corazón con su aspecto.
-Calmate, es solo una araña.
Al escuchar esa palabra todo se vuelve oscuro, y de repente me encuentro acariciando el suelo con mi cráneo.
***
Despierto a causa de los gritos que retumban toda la casa.
-Callaros, está despertando.
Veo tres sombras hacercarse a mi y mirarme con mucha antención.
-Que ha pasado?- pregunto confundida.
-Te has desmayado al ver una...
-Una mujer con el pelo verde- aclara Evelyn. Todos se voltean para mirarla con el ceño funcido, hasta yo.
Prefiero no saberlo, así que me levanto y me propongo salir a dar un paseo.
-Dónde piensas ir a estas horas?- pregunta mi madre antes de dar un paso fuera de casa.
-Eh, a dar un paseo, aun no conozco la zona.
-A las 2:30 de la mañana?- cuanto tiempo he estado desmayada?
-Dobby no tiene amo, Dobby es un elfo libre.-digo con voz de extraterrestre.
Los dos hermanos empiezan a reír, incluso Ryan. Mi madre me mira con su cara de "no vas a salir a ninguna parte" por lo que cierro la puerta y subo corriendo a mi cuarto.
La gravedad está en mi contra, lo que me hace caer por segunda vez por las escaleras. Putos escalones, me tienen manía.
***
Una, dos, tres, cuatro...desde cuando llueve en mi cuarto?
Abro los ojos y me encuentro con un Chase sin camisa y un baso de agua ligeramente inclinado.
-Buenos días Dobby.
Me levanto y me dirijo al baño. Para su sorpresa tiro un cubo lleno de agua y este queda mojado.
-Buenos días Poseidon, veo que acabas de despertar del fondo de tus mares.
La puerta se abre y Ryan se sorprende al ver el espectaculo acuático que acabamos de causar en solo unos segundos.
-Hijo, hay algo que se llama bañera, donde puedes ducharte sin la necesidad de hacer todo este desastre. Te recomiendo que la pruebes.- ríe- Oh por cierto, han llamado del instituto y han dicho que hoy tenéis que dar una clase a los de primaria.
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S.O.S vivo con los Edinson
Humor¡Que alguien me secuestre de esta casa de locos!. El tener que empezar a vivir con unos desconocidos no es nada agradable, y menos con mi nuevo hermanastro Chase y su hermana Evelyn.