Capitulo 12: La playa

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Ahora viene lo bueno, la boda de mi madre. 

Abro la puerta y encuentro todo lo contrario a lo que pensaba que econtraría, la casa vacía. Ni una puta mosca en esta casa. Dónde se ha metido todo el mundo?

Busco por toda la casa y como es de esperar no hay nadie. Cojo mi celular y marco el número de mi madre, salta el contestador, Ryan, lo mismo, Chase, al tercer pitido responde. 

-Dónde diablos estás?

-Esa boca, relajate hermanita- el vaso se va llenando- a una chica como tu no le queda nada bien hablar con ese tono- el vaso casi está lleno- lo bonita que eres cuando te pones nerviosa por el "sexo"- mi paciencia se agota y el vaso acaba de derrumbarse.

-Que me relage?- respiro hondo antes de soltar un volcán de malas palabras- puedes decirme de una vez dónde- me contengo las palabras- estáis?- escucho su risa al otro lado de la línea.

Lo último que escucho es su diabolica y sexy risa porque me cuelga. El maldito ME CUELGA! lo voy a estrangular cuando lo vea. Ni si quiera me ha dicho dónde se encuentran. 

Miro mi reloj, maldita mierda, solo me queda una hora para prepararme, coger un taxi y por suerte llegar a tiempo a la boda. 

Subo las escaleras corriendo, por suerte no caigo. Dios me quiere. Entro en el baño, me doy una fría y rápida ducha, con la prisa me ducho con la puerta abierta. Salgo con la toalla en la cabeza y entro en mi habitación. Saco el vestido, los zapatos y me visto. Luego me seco el pelo como puedo y me maquillo. Cojo el bolso y salgo escopeteada de casa. 

El taxista me deja en la playa, miro hacia todas partes y me situo. Estoy en la otra punta de la playa. No me da tiempo a coger otro taxi, así que me quito los zapatos y empiezo a correr. Por suerte llego. Me encuentro a toda la gente posicionada en sus puestos esperandome. Con los pelos de loca y sudada, por suerte me puse desodorante, me siento en la única silla libre, junto a Chase. 

El muy cabrón me mira y se ríe. Esa sonrísa se la voy a hacer desaparecer, con la silla en la que estoy sentada, cuando la ceremonia acabe. 

-Ryan Edinson, acepta por esposa a Sheila Clemond?- Ryan sonríe y mirando fijamente a mi madre asiente.

-Si.

Mi apellido es el de mi madre, porque como bien dije, mis padres nunca se casaron. Nunca he sabido el apellido de mi padre, lo que se es que de ahora en adelante será Robinson, a no ser que la deje con una nota. Clemond tambien es el apellido de mis abuelos, que empaz descansen, ellos son franceses.

-Sheila Clemond, acepta por esposo a Ryan Edinson- con su rostro algo preocupado se gira hacia mi y yo asiento con una sonrísa. 

Vuelve a girarse, mirando con una gran y verdadera sonrisa a Ryan- Si.

-Os declaro- interrumpo.

-Si, si, nos declaran hermanastros, ahora puedo matar a Chase?

El se levanta, tirando la silla hacia un lado. Empieza a retroceder unos pasos al ver mi expresión de furia, creo que hasta se puede observar el humo que sale de mis orejas, como si fuera un dragón. Lo veo alejarse corriendo. 

-Corre maldita sea, hazlo por tu vida.

Evelyn

Porque Becca persigue a Chase descalza y con una silla en la mano? Bah, seguramente cuando acabe la boda tenga que visitarlo en el hospital, pero ahora no es lo más importante en estos momentos.

Oh no, otra vez no. Porque Chase ha tenido que invitar a Austin? Espero que Becca consiga hacerle pagar por cada uno de sus pecados, uno de ellos este. 

Mierda, viene hacia mi. Tengo que disimular. Me escondo detrás de una palmera, pero no sirve ya que igualmente me encuentra.

-Hola- dice sonríente. 

Esa sonrísa, esos ojos, todo él, es encantador...ahh. Deja de pensar en tonterías, se supone que me tiene que gustar Logan. Austin no, Logan si...Austin si, Logan no,  digo Austin no.

-Hola- digo indiferente.

-Bonita boda- comenta- ahora tu y Becca soy hermanastras- se rasca la nuca.

-Si, bueno- murmuro- sabes, voy a buscar a Chase, creo que está en problemas. 

Lo dejo plantado junto a la palmera, después de todo esto no creo que vuelva a hablarme. Como puedo ser tan idiota y dejarlo solo, ahora cualquier chica puede ir a por él. Eve deja de pensar en tonterías, es el amigo de tu hermano, es prohibido, totalmente prohibido.

 Despúes de la ceremonia nos dirigimos al hotel donde mi padre ha reservado dos habitaciones, una para ellos y la otra para mi y mis hermanos. 

 El hotel es muy grande, y bastante caro. Hemos buscando nuestra habitación durante media hora, mientras que mi padre y Sheila estaban en la suya celebrando su boda. Han renunciado a su luna de miel, dicen que ya haremos un viaje todos juntos como una familia que somos. Para la suerte de Chase aun sigue vivo, pero de esta noche no pasa.

Una vez encontramos nuestra habitación acomodamos nuestras cosas. Hay dos camas, una de matrimonio y otra más pequeña. Chase y yo dormimos en la de matrimonio ya que estamos acostumbrados y Becca en la pequeña.

Son las tres de la mañana, Chase sigue mirando la tele y Becca hace media hora que se ha ido por el hotel. A saber que estará haciendo.

Becca

Este hotel es una pasada. Es enorme, tiene piscina, restaurante, spa, y las habitaciones son un lujo. El único inconveniente es Chase, aun no he tenido la oportunidad de estrangularle, ya que no quería estropear la boda de mi madre.

Doy vueltas y vueltas por todo el hotel, hasta chocar contra un cuerpo. Levanto la vista y lo veo. 

-Perdida?- pregunta irónicamente.

-Que quieres?- la pregunta se queda en el aire.

Sus labios se mueven lentamente sobre los mios. Me viene el recuerdo del provador cuando me besó por primera vez. 

-A ti- responde al separarnos a falta de aire.

S.O.S vivo con los EdinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora