Capitulo 20: Pérdida de orgullo.

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Abbie se encuentra apoyada en el marco de la puerta, con los brazos cruzados, esperando una explicación por la escena que acaba de presenciar.

-Abbie, no se si te has dado cuenta, pero sobras.- Chase le hace una señal para que se vaya.

Me he perdido. Que mierdas acaba de pasar?

-Tendrías que ver tu cara, es épica- dice Abbie.

-Haber?- dice Chase.

Me gira la cara con sus dos manos y me planta un beso.

Estoy soñando?

-Deberíamos decirselo, Chase, ella lo tiene que saber.

-Que tengo que saber?- pregunto.

-Se lo cuentas tu o se lo cuento yo?

-El que tenéis que contarme?

-Los dos.

Me estoy mareando, ellos me marean.

Me sientan en la cama. Me hacen una señal para que me siente entre ellos.

-Estáis mal de la cabeza si pesáis que voy a hacer un trío.

Empiezan a reír a carcajadas.

-Isaac y yo estamos saliendo- anuncia con una gran sonrísa.

Su notícia me deja con la boca abierta. No me lo esperaba.

-Y tranquila, ya se que te lo has tirado.

Asesino a Chase con la mirada.

-Me lo ha contado Isaac.

Y eso que tiene que ver con el beso de Chase.

-Bueno, os dejo solos, Chase tiene algo que decirte.- le guiña un ojo antes de salir.

-Quieres que seamos follastros?

Una enorme carcajada sale de mi boca.

Ostia puta, Becca, Chase quiere tema. A que esperas, ya tardas en quitarle la ropa.

Tu otra vez? cuantas veces tengo que repetirte que te calles.

Lo siento por no molestarte hasta ahora, estaba echandome una siesta.

Me había ilusionado con que te has muerto.

Me moriré cuando te tires a Chase.

-Entonces...aceptas?- río ante su pregunta.

-Piensas que por ser adicta al sexo puedes aprovecharte de mi? Estás loco.

-Bien, entonces haré que me lo pidas tu.- frunzo el ceño.

Chase

-Estás en casa?

-Eh si, por?

-En diez segundos llego. Ves abriéndome.- cuelgo.

Aparco delante de una pequeña casa.

Isaac vive solo, ya que sus padres se mudaron a Francia hace un año. Motivo? Isaac es insoportable. Es insoportable cuando no consigue lo que quiere, lo es cuando las cosas no le salen como el quiere, lo es hasta cuando duerme.

Conozco a Abbie desde que tiene conciéncia, y se perfectamente que es tan insoportable como Isaac. Solo que ella si consigue lo que quiere.

La puerta está cerrada, por suerte se donde esconde la llave de emergencia, para casos como borrachera o perdida de llaves.

Entro y me dirijo a su cuarto que se encuentra en la segunda planta.

-Abre, soy yo.

Escucho risas provenientes de la habitación.

-Abbie, se que estás allí, abrir de una maldita vez. Código rojo.

-Luz morada.- grita Isaac.

Tenemos una série de reglas que solo Isaac, Austin y yo sabemos. Trata de tres palabras clave, y tres colores. Código si trata de algo urgente, Luz si nos encontramos ocupados y Agua si trata de vida o muerte. Los colores son: azul si es 50% importante, verde si es 75%, y rojo si es tan importante como para despertar de coma, dejar plantada a una chica o despertarte de una siesta. Tambien hay otros tres colores como el morado si estamos con alguna chica, naranja si estamos en el baño y negro si estamos con la familia.

-Código rojo.

-Tema interesante.- escucho como se levanta.

La puerta se abre, dejandome una visión nada agradable.

Ropa tirada por el suelo, olor a sexo, la cama deshecha, Isaac en canzoncillos y Abbie solo con una camisa de mi amigo.

-Por lo que veo, os lo habéis pasado bien.

Abbie se sonroja ante mi comentario. Es la primera vez que la veo sonrojarse. Las veces que la he visto roja es porque acababa de hacer deporte o porque estaba histérica.

-Que es eso tan importante que ha interrumpido mi momento con este bombón?

Pasa su brazo por los hombros de Abbie, atrayendola hacia el, acto seguido le da un beso. Vuelve a sonrojarse.

Definitivamente esta no es la Abigaíl que yo conozco.

-Necesito ayuda para...- miro a Abbie.

-Conquistar a Becca?- Isaac abre los ojos como platos.

-Que? No- evito la mirada de mi amigo.

Aparte de insoportable, me conoce lo suficientemente como para saber lo que pienso, y eso es la segunda cosa que más odio de él.

-Es una cosa de chicos, Abbie sobras.

-No soy comida para perros- me fulmina con la mirada- ya se que trata sobre Becca, pero tranquilo, me largo.

Recoge su ropa, que se encuentra escampada por la habitación y sale.

-Sueltalo- dice Isaac.

-Le he pedido a Becca que sea mi follastra.

Se que suena estúpido la palabra que yo mismo me he inventado, pero no tenía ni la más mínima idea de como pedírselo no como llamarlo.

Al escuchar la palabra, un volcán de carcajadas sale de Isaac.

Una risa de cerdito inconfundible se escucha de fondo.

Me levanto de la cama. Al abrir la puerta me encuentro a la cerda de Abbie tumbada como un gusano, estremeciéndose por el suelo de la risa.

-Está bien, reconozco que he echo el ridículo.

-El ridículo?- dice Isaac sarcástico.- esa chica o está muerta de la risa, o está planeando tu asesinato. Como se te ocurre proponerle semejante estupidez?

Abbie sigue en el suelo riéndo como foca retrasada.

-Y ahora quieres que te ayude para que te perdone?- Frunzo el ceño.

-No- digo en un susurro- le dije que no me rendiría hasta que me lo pida ella.

Abbie ríe aun más fuerte, y si es posible. Ojalá se atragante y desmaye.

-Como amigo tuyo que soy, debo decirtelo. - apoya su mano en mi hombro.- recoge tus cosas y vete del país.

Me giro y veo a Abbie en la misma postura, sin moverse ni respirar.

-Y yo como buen amigo tuyo que soy- repito su acción.- debo decirte que acabas de quedarte sin novia.

Al escuchar mis palabras, reacciona levantandose de golpe y hacercándose a ella.

Por su expresión adivino que las risas se han acabado.

-Llamaré a una ambuláncia.

Dicho eso, cojo mi celular y marco el 112.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2015 ⏰

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S.O.S vivo con los EdinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora