Yupi! voy a tener hermanastros, el deseo de cualquier chica de 16 años.
La verdad es que no me hace ni gracia. Estoy perfectamente vivendo con mi madre, las dos, SOLAS. Pero todo esto se acabó cuando conoció a Ryan. Éste al parecer tiene una hija de mi edad y un hijo de 18. Por lo que me ha contado mi madre son muy diferentes pero a la vez muy iguales respecto al carácter, así que nose que me da más miedo caerles mal o bien.
Hoy es la primera vez que los veo en persona. Mi madre me ha estado hablando mucho sobre cada uno de ellos, tengo una idea de como son. También me ha advertido sobre el hijo mayor, pero aun no entiendo porque. Tampoco me ha dicho sus nombres, dice que ya los conoceré esta noche.
Volviendo al presente, falta una hora para ir a cenar con los Edinson. Después de una ducha rápida pero relajante, elijo la ropa que me voy a poner, me seco el pelo y me maquillo como siempre.
-Cariño, estás lista? tenemos que irnos, nos están esperando.
-Si mamá, un segundo.
Cojo mi bolso, guardo el celular dentro, me lo cuelgo del hombro y salgo.
-Vaya, mamá, ese vestido te sienta genial.- lleva un vestido azul celeste, como sus ojos.
-Gracias cariño, tu tampoco vas nada mal- sonrié.
***
El viaje con coche no fue demasiado largo. Llegamos a tiempo para la cena. Mi madre aparca delante de una pequeña casa blanca, con un bonito jardín y muchas flores.
Mientras esperamos a que alguien habra la puerta escuchamos ruidos bastantes raros que provienen de dentro de la casa.
Pasados unos segundos alguien habre la puerta. Ese alguien lleva gafas, camisa a cuadros, pantalones subidos hasta el cuello, y demasiada laca en el pelo. Me asusta la idea de que sea él hijo de Ryan. Se nos queda mirando con una sonrísa que da miedo. De repente una chica aparece detras de él y empieza a empujarlo fuera de la casa.
-Ralph, te he dicho miles de veces que me dejes en paz. NO voy a salir contigo!- cierra la puerta de golpe.
-Papá, ya están aquí.- escuchamos a la morena gritar.
Vuelve a abrir la puerta, pero esta vez con una gran sonrísa. Nos hace entrar.
-Al fin llegáis, la cena esta lista.- dice un hombre de unos 40 años, castaño, ojos verdes y más alto que mi madre. Debe ser Ryan.
-Ya han llegado- grita la chica que abrió la puerta.
Es morena, bajita, tiene los ojos azules, y una gran sonrísa. Parece simpática. Tiene el pelo ondulado, como siempre lo he querido tener yo.
-Ya estamos todos- anuncia Ryan mientras que nos invita a sentarnos en la mesa.
Un chico sale de lo que parece ser el baño. Este no puede ser el hijo de Ryan, es imposible, no puede ser él, no tiene que ser él. Es...está...es el diablo en persona. Se sienta frente a mi. Necesito agua, mucha agua, estoy soñando.
-Tu debes ser Rebecca- dice Ryan- encantada de conocerte al fin.
-Ryan, mucho gusto, mi madre me habla mucho de ti.- digo. Mi madre ríe.
El chico que tengo sentado al frente no deja de mirarme, lo que hace sentirme algo incomoda y nerviosa.
-Oh, se me olvida, Rebecca, esta es mi hija Evelyn- dice señalando a la morena que aun no ha dejado de sonreír- y mi hijo Chase- señala al chico que aun no ha dejado de mirarme desde que se ha sentado en la mesa.
El diablo tiene nombre, y se llama Chase.
-Sheila y yo lo hemos estado hablando, y para que os conozcáis mejor, vamos a vivir juntos.
Si no fuera porque se me notaría demasiado, ahora mismo me habría desmayado. Voy a tener que ver a este moreno de ojos demasiado azules todos los días. Voy a tener que ir a un psicólogo.
-No es un poco precipitado?- dice Chase.
Cuerpo de diablo, voz de angel. Estoy dudando si sigo viva, pero no estoy segura si estoy en el cielo o en el infierno. Soy un poco exagerada, pero si alguien que no fuera su hermana o yo lo viera pensaría lo mismo o peor que yo.
-Tienes razón, pero esta es la mejor forma de conoceros y ir acostumbrandos.
-Quieres decir que vamos a vivir juntos definitivamente?- pregunto.
-Vamos a ir poco a poco, y ya veremos.
Vaya, no me lo esperaba. Esto da un cambio radical a toda mi vida.
***
Acabamos de cenar, Ryan y mi madre deciden salir a dar un paseo. Mala idea. Ahora me he quedado sola con Chase y Evelyn.
-Bueno...Rebecca...cuentame cosas sobre ti- intenta romper el hielo Evelyn, a la vez que el siléncio incomodo que se forma al quedarnos solos los tres.
-Puedes llamarme Becca o Rebe, como quieras- sonríe
-Bien Becca, que sueles hacer en tu tiempo libre?
Vaya, esta pregunta me saca de mi órbita. Que puedo responder? aparte de quedar con Steve y tal...pero eso no puedo decirselo, no por ahora.
-Eh..pues...quedar...con mis amigos.- digo algo insegura por mi respuesta.
-Y que soléis hacer?-vuelve a preguntar.
Cuándo va a acabar este interrogatorio?
-Pues...ir a fiestas, discotecas...-espero que mis respuestas sean convincentes.
-Fumas, bebes?- dios, esta chica no va a callar nunca.
Veo a Chase que empieza a reírse. Creo que se ha dado cuenta de que Evelyn me incomoda con sus preguntas.
-Deja de hacer tantas preguntas pesada, no vees que la incomodas con tu interrogatorio- dice al fin. Uff le debo una.
-Callate, no me hables, estoy enfadada contigo- dice Evelyn séria.
-Me da igual, mejor, así dejaras de molestarme de una vez.- la chica deja a un lado su simpátia y se convierte a una totalmente enfadada.
Puedo sentir la tensión que se ha formado de repente, ahora es cuando el lado oscuro de los dos hermanos salen a la luz. No se si llamar a mi madre para decirle que me adelanto en ir a casa o seguir aquí sin decir nada y observar la pelea.
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S.O.S vivo con los Edinson
Humor¡Que alguien me secuestre de esta casa de locos!. El tener que empezar a vivir con unos desconocidos no es nada agradable, y menos con mi nuevo hermanastro Chase y su hermana Evelyn.