Capítulo 16

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Ahí estaba Luna, viendo como el mismo cazador de haori de color verde y negro hacía que su ataque de un momento a otro, pasara de ser agua para volverse en un fuego rojo carmín. Los ojos dorados brillaban con intensidad admirando la danza que el joven hacía a la vez que se aproximaba peligrosamente al demonio, mientras que éste se limitaba a alejarse y a lanzar muchos más hilos.

"Inútil."

Pensó la chica mientras velozmente se acercaba para desvíar ligeramente la trayectoria de la espada del chico, dándole tiempo al demonio llamado Rui para hacer su truco: separar su cabeza de su cuerpo justamente antes de que la filosa espada le llegase a rebanar el cuello.

Los afilados ojos dorados miraban atentamente a una distancia prudente como comenzaban a discutir, aburriendo a la joven pues ella quería que los cazadores dejasen en paz a la familia de demonios. Y como ellos no la atacaron, ella tenía el derecho de poder defender a quien quisiera, pues era totalmente libre.

— ¿¡Cómo puedes defender a los demonios malos?! ¡Responde!— Gritaba el menor hacia la chica, quien lo veía con todo el desagrado que sus ojos podían cargar haciéndolo callar de golpe.

— Tengo todo el derecho de defender a quien me plazca. Estos demonios vivían pacíficamente sin salir de esta montaña y vosotros habéis sembrado el caos. Sois unos monstruos sin corazón. Los humanos siempre queremos estar en lo más alto de la cadena alimenticia, pero claro... Los demonios se alimentan de nosotros. ¿Es intolerable eso, verdad? Me hierve la sangre de solo pensar que los demonios no puedan alimentarse por supervivencia y nosotros podamos matar por diversión a cientos y miles de animales. Por ese único motivo defiendo a esta familia, y me importa muy poco tener que asesinar a alguien.— Tan solo había logrado sacar una gota de todo el veneno que llevaba consigo, llegando a tener un pequeño destello en sus ojos dorados los cuales brillaban tenuemente. Estaba a punto de volver a perder la consciencia como lo hizo anteriormente luego de provocar un gran incendio en aquella aldea. Pero se vio interrumpida, pues la cabeza de aquel pequeño salió volando y su cuerpo cayó al suelo de golpe. La azabache rápidamente habría agarrado la cabeza de Rui, abrazandolo de forma suave mientras se alejaba de aquellos dos desconocidos para proteger la cabeza como mínimo.

— Una humana que defiende humanos... El amo hablaba de tí, tu eres...

— Luna... Luna Okami. Veo que realmente soy muy conocida... ¿P-puedes curarte? — Sus ojos se abren de sorpresa al ver como lentamente aquel demonio se iba volviendo cenizas.

— Esos cazadores tienen una espada especial que nos puede matar. Es la única arma que nos destruye. Odio a los humanos. — La azabache lo calla de golpe, con un pequeño beso en su mejilla intacta mientras se le caían pequeñas lágrimas, pues había vuelto a fallar al proteger a alguien.

— Rui... Descansa en paz, pequeño demonio. Porfavor, en tu próxima vida no seas un demonio... Me gustaría ver que seas una hermosa persona, confío en tí.— Decía con un tono bajo la chica, mirando como el demonio lloraba con ella, pues era la primera vez que sentía la calidez y paz que los ojos dorados le aportaban.

— Yo... Luna Okami, nunca me olvidaré de tí. Gracias por darme paz...— Y dando las últimas palabras, aquel demonio se habría convertido en átomos de ceniza y polvo entre sus manos, dejando a la azabache con varias lágrimas y una pequeña sonrisa en sus labios, pues había ayudado un poco a que sus últimos momentos no fueran tan crueles.

Tan pronto como el demonio desapareció, una espada estaba a un centímetro de cortarle su fina piel. Su dulce mirada rápidamente se vuelve una filosa y llena de odio y veneno hacia el azabache de ojos azules, quien era el que la apuntaba con la espada.

— Tú eres la demonio, Luna Okami.— Rápidamente eso hizo sacarle una carcajada, pues aún seguían con eso.

— De verdad que sois unos retrasados... ¡Soy humana! ¿Acaso un demonio podría ir bajo el Sol? ¿Cuándo se ha visto eso? ¡Nunca! Así que alejate de mí, y déjame ir.— Sus ojos dorados sueltan una pequeña chispa dorada, sorprendiendo al Pilar por unos segundos. Segundos que la protagonista habría aprovechado para embestirlo con su hombro y antebrazo derecho para luego correr tan rápido como sus piernas se lo permitían.

Otra vez la ojidorada volviendo a ser perseguida, de nuevo. Ya estaba más que harta, la ira y el odio se manifestaban a base de pequeños destellos de rayos que salían de sus ojos del mismo color dorado. No podía entender como los humanos no podían aceptar que otra especie estuviera por encima de los humanos.

De repente nota como alguien corre a su lado, fijando su helada y filosa mirada a un lado. Rápidamente esa mirada asesina se suaviza al ver a una demonio con bambú agarrando de su mano para correr junto a ella. Aquello sinceramente le hizo estallar la cabeza, pues ni sabía qué pasaba, ni qué hacía, ni quién era ni a dónde iban.

Aunque a los segundos notó la razón del porqué corrían. Una cazadora tenía intención de aniquilar a la demonio, cosa que Luna evitaría a toda costa. Además, solo es cuestión de mirar los ojos rosas de la demonio para percatarse de que conservaba perfectamente la pureza y inocencia.

— ¡Demonio, ponte detrás de mí! Voy a protegerte de esta humana.

— Hablas como si no fueras humana. ¿Eres un demonio? Debo aniquilaros. — Diría la cazadora de mirada vacía. A Luna solo le dio todo tipo de rechazo, pues ver a una persona así le recordaba cuando era pequeña, que por alguna razón no recordaba.

— Como puedo considerarme de tu especie con lo hipócritas que sois... Alejate de ella. ¡AHORA!— La ira se volvió a manifestar esta vez en una corriente helada de aire que comenzaba a rodear a la joven cazadora. Parecía que se iba quedando sin oxígeno, pues la velocidad de aquella corriente de aire iba a una velocidad preocupante. Luna al percatarse de aquello rápidamente daría un paso hacia atrás, notando como esa corriente de golpe desaparecía para dejar tosiendo a la menor. Luna empezaba a preocuparse seriamente, pues cada vez que se cegaba por alguna emoción fuerte sucedía algo raro a su alrededor.

De repente un cuervo hace acto de presencia diciendo las siguientes palabras.

— ¡CAPTURAD A KAMADO TANJIRO, KAMADO NEZUKO Y OKAMI LUNA! ¡CAW CAW! ¡KAMADO TANJIRO LLEVA PENDIENTES HANAFUDA Y HAORI VERDE A CUADROS! ¡KAMADO NEZUKO LLEVA UN BAMBÚ EN LA BOCA! ¡CAW CAW! ¡OKAMI LUNA LLEVA OJOS DORADOS Y PELO NEGRO! ¡CAAAAAW!

𝑳𝑨 𝑵𝑶𝑪𝑯𝑬 𝑫𝑬 𝑳𝑨𝑺 𝑬𝑺𝑻𝑹𝑬𝑳𝑳𝑨𝑺 【Kokushibo X Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora