Capítulo 17

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No sabía en qué momento se había quedado inconsciente. Lo último que recuerda era que una pequeña y tierna demonio le había agarrado la mano para tratar de huir de una cazadora de demonios. Luego ella se había puesto a defenderla pero un cuervo parlanchín dijo su nombre junto a otros más. La última sensación que logra recordar es una sensación eléctrica y cálida hormiguear todo su cuerpo y de ahí no sabe qué más pudo pasar.

Su cuerpo empezaba a reaccionar a los estímulos que sentía a su alrededor, desde notar los rayos de sol acariciar su piel hasta sentir la incomodidad de estar acostada encima de tanta piedra. Cuando su cuerpo se iba moviendo, rápidamente sus oídos captaron varios sonidos de metal deslizándose. Eso hizo que abriera los ojos y se asustarse al ver muchas espadas apuntar a su ser.

— Si eres un demonio ¿Cómo puedes estar bajo el Sol?

— ¡Que demonio tan peculiar y extravagante!

— Chi-chicos, no creo que ella sea un demonio... Mejor esperemos a Oyakata-sama.— Aquella desconocida se habría ganado cierto agrado, pues parecía ser la única inteligente en ese patio.

La azabache sintiendo mucho estrés dejaría salir fuertes chispas doradas de sus ojos, pues parecía estar a punto de cegarse de miedo y odio hacia los individuos que la tenían cautiva, pero una espada logra cortar un poco su hombro izquierdo, causando que chillara de dolor y las chispas desaparecieran de golpe, pues el dolor físico la había traído a la realidad.

— ¡¿Por qué no te regeneras?! ¡Vamos, hazlo!— Diría cierto peliblanco con cicatrices, siendo el responsable de la reciente herida.

Pero rápidamente su mirada se dirige hacia el interior de la extraña casa, pues dos niñas habían llamado la atención para luego guiar a un hombre joven y ciego hacia el exterior. Rápidamente todos se habrían agachado menos ella, pues presentía que estaba con el jefe de los cazadores y eso le disgustaba tanto como estar delante del demonio.

En pocos segundos ella estaría besando el suelo por culpa del chico cicatrizado de mirada desquiciada, causando que ella gimiera de dolor por la rudeza. Por el momento ella trataría de contener su odio y ira para poder intentar pasar desapercibida.

— Me alegra poder veros un día más. Supongo que el cielo está azul y el Sol brilla con fuerza. Bienvenidos a la reunión mensual, mis niños. El motivo de ésta reunión es por esta señorita, aquí presente. Porfavor, dinos tu nombre.— La voz del joven calmaba un poco el corazón envenenado de la muchacha, logrando librarse del agarre para levantarse y sacudir su ropa como si nada.

— Mi nombre es Luna. Okami Luna. Y me parece estúpido que hayas hecho una reunión a mi causa, pero quiero escucharte, tú, jefe de los cazadores que me han estado dando caza durante estos últimos años de mi vida.— Luna se habría ganado ya casi todas las miradas de desagrado y odio, pues no era nadie para hablarle así a su jefe. Pero ella era libre, así que lo hacía.

— Hemos estado intentando contactar contigo, Okami. Pues hace años ocurrió una catástrofe de la cual estás directamente relacionada y queremos saber que ocurrió exactamente, puesto que no encontramos ningún demonio aparte de tí.— Rápidamente la azabache cortaría la palabra del ciego, teniendo sus palabras inyectadas en veneno.

— No recuerdo absolutamente nada. Han pasado ya años y seguís con la misma mierda. Solo tenía que mantener a ese demonio hasta el amanecer y largarme con el dinero que esa señora me prometió. ¡Pero los cazadores sois unos imbéciles que solo sabéis manejar una patética espada! ¡Matasteis a mi compañero más fiel! ¡Me quitasteis lo único que tenía y eso no lo podré perdonar nunca! Y eso no es todo, pues creísteis que yo era la demonio por estar impregnada de su sangre por haber peleado a muerte. ¿Sabéis que es lo irónico? Ese mismo demonio sigue vivo, pero no le dais caza a él, sino que vais a por mí.— Okami empezaba a volver a manifestar pequeñas chispas y llamadas a cada movimiento que sus manos expresivas hacían, mientras sus ojos ya iban chispeando de odio y rencor. Todos los presentes notaban la poderosa presencia de la joven, que era casi el doble de Muzan.— ¡Si me habéis traído para matarme o hacer un trato, ya podéis tragaros vuestras palabras hipócritas! Porque no pienso hacer nada a vuestro favor. Sí, he defendido a muchos demonios y no me arrepiento, si eso es lo que queríais oír.


Miradas de horror y sorpresa de parte de los Pilares se dirigían hacia la persona de la chica, ganándose una mirada afilada y venenosa de su parte.

— Odio al ser humano con todo mi ser. Sois una raza que se cree superior al estar por encima de la cadena alimenticia, pero no podéis tolerar que alguien sea superior a vosotros. Os da miedo ser la presa y no el cazador que tanto queréis mantener ser...— Una falsa risa saldría de los labios de la chica, apartando con una de sus manos un mechón de pelo que escondía su rostro, dejando ver unos ojos brillantes y dorados junto a una sonrisa sarcástica.

— Lo lamento mucho caballeros, pero declaro la guerra a los cazadores de demonios y a aquellos demonios que asesinen a los animales.— Totalmente inconsciente, con un brusco gesto de su brazo derecho habría manifestado una potente rafaga de fuego y aire que se dirigía hacia los Pilares. Y mientras ellos habrían quedado cegados temporalmente, su mirada se posa sobre el joven que permanecía calmado.

— Si es lo que quieres, acepto tu enemistad, Okami Luna. Dejaremos de considerarte humana, pero tampoco como demonio. Serás un peligro que deberemos erradicar.


Y con aquello dicho, Luna Okami habría decidido irse hacia el lado demoníaco siendo una aliada, desapareciendo de aquel lugar al igual que el fuego y las ráfagas de viento como si nunca hubiera pasado nada.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2021 ⏰

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𝑳𝑨 𝑵𝑶𝑪𝑯𝑬 𝑫𝑬 𝑳𝑨𝑺 𝑬𝑺𝑻𝑹𝑬𝑳𝑳𝑨𝑺 【Kokushibo X Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora