Y Yibo observaba como Zhan estaba perplejo sin hablar.
—Me dirás qué piensas de lo que te he dicho sobre mis sentimientos? —Yibo estaba con un nudo en el estómago, pero Zhan lo miró a los ojos directamente y empezó a hablarle.
—Te he querido durante toda mi vida —susurró él–, mucho antes de conocerte. La primera vez que te vi, algo en mi interior cambió y me asusté. Traté de convencerme de que era otra cosa, pero creció y creció y tuve que admitir que era amor. Un amor enorme. Pero tú no querías nada de eso.
–¡Oh, mi amor!
Lo acercó hacia su cuerpo y sumergió la nariz entre su cabello.
–He intentado no enamorarme de ti, pero ya lo estaba desde el momento en que te vi –confesó él–. Pero habías estado con tantas personas, todas boni…
—Nunca amé a ninguna —lo interrumpió—. Unas personas me gustaron más que otras, pero ninguna me robó el corazón. Para serte sincero, hasta que te conocí, no quería ni pensar en que podía haber algo más que mera atracción sexual entre dos personas. Pero llegaste tú y… —dudó. Él lo besó en la comisura de la boca, aún sin creerse que ahora era libre para hacerlo cuántas veces se le antojara—. Siempre me había autoconvencido de que, al final de su relación, mi padre ya no amaba a mi madre, que ella había acabado con su amor —continuó con voz ronca—. Era la única forma en que podía soportar el ver cómo un buen hombre como él seguía con una mujer como ella. Me convencí de que él seguía porque creía en la familia, porque consideraba que tener un padre y una madre era más importante que ir cada uno por su lado. Pero en el fondo de mi corazón sabía que no era verdad, y es contra eso contra lo que he estado luchando desde el accidente. Aún la amaba, Zhan. Sacrificó a mi hermana, y hubiera sacrificado a cualquiera, por estar con ella. Nunca he querido que ninguna persona hombre o mujer tuviera ese poder sobre mí. Aborrecía esa posibilidad, pero sobre todo me daba mucho miedo y pánico —lo miró, con una mueca en su rostro—. Genial, ¿verdad? Estoy hecho un lío, lo admito.
Zhan sonrió y le pasó los brazos por el cuello.
—Yo me preocuparé de desenredar ese lío. Lo prometo.
—Ojalá y puedas amor.
—Tú y yo juntos podemos hacer cualquier cosa —le animó él, con lágrimas en los ojos.
—Cuando me contaste la horrible manera en que te quedaste solo, y cómo saliste adelante, asumiendo la responsabilidad de tu familia y del negocio, no podía creer que un joven tan frágil en apariencia pudiera tener esa energía y esa fuerza de voluntad. Pero aprendí pronto —añadió con ironía—. Y aún había más sorpresas esperándome en el camino, tenías dos hermosas hijas, y eso que a veces pareces casi como un adolescente de veinte.
Lo volvió a abrazar y le besó las mejillas para secarle las lágrimas. Luego lo besó con tanta intensidad que lo hizo estremecer hasta la última fibra de su ser. Cuando separaron sus labios, ambos respiraban agitadamente.
—Las gemelas, Yibo, ¿no te importa que vengan conmigo?
Sabía la respuesta, pero necesitaba oírla.
—¿Que si me importa? Amor, ¿cómo iba a importarme? Son maravillosas, divertidas, dos Zhan en miniatura. Lusi tiene tu misma determinación y energía, y Xuanyi es tu otra cara, vulnerable e insegura.
—Te quieren mucho —afirmó él—. Los niños ven las cosas mucho más claras que los adultos. Ellas vieron al verdadero Yibo mucho antes de que me dejaras conocerlo a mí.
—Creo que a tu madre también le gusto —añadió, sonriendo de satisfacción—. Sentí que estaba de mi parte desde el primer momento.
Lo besó de nuevo.
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Eve Of Smiles
FanfictionEl multimillonario e indiferente Wang Yibo sólo había tenido aventuras sin compromiso, pero la incontenible pasión que había surgido entre un doncel soltero y más encima con hijas como Zhan era muy peligroso y le daba mucho miedo.