Ecos de amor

He renunciado a ti II

Una semana después

Ahora mírame!! Cómo estoy sufriendo, pero me cansé, basta de engaños y de sufrir, me miró al espejo y no se lo que veo.

Tú jugaste a ser a un ladrón de mis sueños, irónicamente pensé que cambiarías, pero ahora ya no estás en mi vida, no quiero ninguna explicación.... Ahora comprendo, me e sacado la venda de los ojos, siempre lo quise negar que tenías algo con Lidya, que me amabas como yo lo ago, pero como dicen ojos de loca no se equivoca.

Ya a pasado una semana y todo sigue casi igual, tú sigues con la compañía de Lidya, y eso me enoja pero respiró ya que tú y yo ya no somos nada, aunque cuando nos encontramos en los pasillos notó tu intención de querer acércate a mi, estás triste tus ojos te delatan y están rojos, no me quiero dar ilusiones de que has llorado por mí pero mi cerebro me recuerda lo que me has hecho y tengo que ser fuerte en mi decisión, en cambio Lidya se marcha rápidamente esquivando la mirada, nuestro rompimiento se expandió en toda la universidad causando asombro, desprecio a ustedes, ánimos para mí, algunas amistades que teníamos en común les dieron la espalda por lo que me hicieron.

Ahora estoy acostado en mi cama, recordando que en esta misma hicimos el amor por primera vez, me duele y no puedo evitar que mis ojos lagrimeen, volteó a ver mi celular en mi mesa de noche, el cual lo tengo apagado, siento que si lo enciendo lo primero que haría sería llamarte.

Cora se a mantenido al margen, no me hace preguntas y se lo agradezco, me abraza repentinamente, me sorprende pero yo sé que es su forma de apoyarme.

Falta una semana para las vacaciones de verano, se que es cobarde de mi parte huir así, pero en verdad necesito despejarme, empezar mis vacaciones desde ya y no seguir pensándote porque me duele en el alma, me iré a la ranchería del esposo de mi tío Peter, pasaré las vacaciones con ellos... Chris es un buen sujeto, siempre nos a apoyado a mi hermana y a mi, desde la muerte de nuestros padres, ellos nos adoptaron, nos han pagado todo, y aunque en un principio nos negamos ellos nos convencieron diciendo que somos sus hijos, que lo que nos dan es de corazón, por eso mi hermana y yo queremos titularnos y devolverles todo lo que han hecho por nosotros.

La ventaja de ser el capitán de básquetbol es que tengo buenas notas, ya sé que todos se van con la finta de que soy bravucón, pero no, en realidad son muy listo y por eso pedí al rector de la universidad que me dejara faltar esa semana y me la concedió, quise llevarme a Cora conmigo pero ella se negó rotundamente.

Así que acá estoy con una maleta, listo para partir, estoy esperando mi taxi, veo que viene dando la vuelta en la esquina, pero mis ojos se enfocan a una persona que viene caminando sobre la cera en mi dirección yo lo único que puede hacer es apretar la mandíbula contener ni rabia

- Derek podemos hablar!?

- tú y yo no tenemos nada de qué hablar Lidya!! ..- escupo con rabia

-sí sí tenemos que hablar.. por favor..- me súplica, veo algo en su cara..angustia??... no lo sé pero ya no me importa...- ¿y esa maleta? ¡¡te vas!! dejarás a Stiles

- mira Lidya lo que haga o deje de hacer no es de tu puta incumbencia..- tiro de ella para zafarme de su agarre ya que me había sostenido la mano...- así que lárgate con Stiles

- pero no te puedes ir así... tienes que ha lar con Stiles

- no hablaré con él, ni contigo, ni con nadie.. los dos pueden irse a la mismísima mierda

El taxi ya se había parado frente a nosotros, el conductor abrió el maletero camine y coloque mi maleta en ella, me dirigí a los asientos traseros y me subí dando un portazo, Lidya se asomó en la ventanilla estaba llorando, la verdad sinceramente no me importa porque está así

- ya nos podemos ir señor..- dije al conductor

- claro joven

-¡¡DEREK NO TE VAYAS!! NO DEJES A STILES SOLO... EL ESTA EMBARAZADO...- terminó gritando en desesperación

- no se detenga señor... Vámonos..- dije porque el señor empezó a detener el auto

Decir que mi corazón no latió rápidamente, sería mentir, pero no quería pensar en eso, quería un respiro y eso haría, no puedo creer la mentira de esa perra, me hicieron tanto daño para que con eso me quedé aca.

- ¡no puedo creer que los jóvenes de hoy piensen que un embarazo retiene a un hombre!