A paso rápido el rubio se dirigía al hospital más cercano con el azabache acomodado sobre su espalda estando éste inconsciente. Félix estaba seguro que no podría soportar mucho tiempo, su autocontrol flaqueaba ante aquel aroma; retenía la respiración desde que habían dejado la Universidad y a pesar de no necesitar el oxígeno como los demás, se vería muy raro y extraño el hecho de no estar agitado luego de correr un gran tramo de camino. En cuanto llegó al hospital hizo su mejor actuación pareciendo agitado y se acercó a la recepción donde estaba una enfermera.
—Disculpe...este chico necesita ser atendido–habló captando la atención de la mujer quién luego miró al azabache y se levantó rápidamente.
—Claro, tráelo por aquí–dijo y guío al rubio hasta una camilla, recostó a Changbin en ella y luego se enderezó mirándolo preocupado.
—Debo ir a atender unos asuntos, pero dejaré mi número para cuando él despierte me llame, por favor–dijo mirando fijamente a la mujer.
—Está bien, pero también necesito el número de sus padres para avisarles–dijo y el rubio endurecío su expresión mirando de reojo a su azabache y luego directamente a la mujer cruzando sus brazos.
—Si quiere avisarles, puedo darle la dirección del cementerio donde están enterrados–espetó fríamente ganándose una mirada incómoda de la enfermera quién en silencio le extendío un papel y un bolígrafo, y así el rubio anotó su número y se giró hacia el azabache suavizando su mirada.
—Volveré pronto, Binnie–murmuró dando una caricia al cabello sedoso del contrario, se dió la vuelta para salir del hospital apretando los dientes y los puños con fuerza. Un único pensamiento rondando por su mente...
<<Haré que esos bastardos pidan la clemencia que no se merecen hasta que se queden sin voz, nadie toca a Changbin y sale ileso>> pensó.
****
Minho, quién en esos momentos salía de la Universidad, estaba totalmente preocupado por su mejor amigo debido a que no apareció el resto de las clases, pero ahora que lo pensaba mejor, tampoco estaba aquel rubio. Al pensar en eso dejó de caminar quedando parado en medio de la calle justo a medio camino hacia su moto abriendo sus ojos y boca en una expresión de absoluta sorpresa y miedo a su vez.
<<¿Y si aquel rubio de radiante presencia secuestro a Changbin para...?>>
—¡No puede ser posible!–exclamó llevando sus manos a su cabello ganándose miradas extrañadas de las personas y él las notó–¡¿Qué miran?! ¡Sigan con su vida gente! –les gritó con sus manos aún alborotando su cabello, espantando al resto de inmediato.
<<No, no puede ser posible, mi mejor amigo es muy puro e inocente para tales cosas, si ese rubio se aprovecha de él no duraré en hacer que su bonita cara se vea arruinada.>>
Rápidamente sacó su teléfono buscando en su agenda un número en específico.
—¿Hola, Minho hyung?–
Se escuchó decir a una dulce y tímida voz al otro lado de la línea. Minho deseó abrazar a Jisung en ese momento y pedirle que dijera más su nombre, ya que se escuchaba maravilloso. Negó repetidas veces con la cabeza, no era momento para eso, debía enfocarse en conseguir a Changbin.
—Hola Jisung-ah, ¿Changbin está en casa?–
—Mmmm, no hyung... ¿Por qué? ¿sucedió algo?–
Minho maldijo internamente. Joder, ¿dónde estaba Changbin entonces? Tragó saliva y mordió su labio inferior. Debió estar más pendiente de su amigo.
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☽⋆--𓆩ˈˈ𝐎𝐔𝐑 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃ˈˈ𓆪 ━ ‹ 𝐋𝐈𝐗B̸𝐈𝗡 ›--⋆☾ (PAUSADA)
Fanfiction"Probaré de tí, lo cuál me llevará a la vida eterna. Morderé, derramaré sangre, la cuál correrá por tu fino cuello, se deslizará por mi boca, correrá por mis venas, palpitando fuertemente hasta llegar a mi corazón inerte, condenándome a la vida eter...