• ʀᴇᴅ ᴀs ʙʟᴏᴏᴅ •

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—Tsk, imbéciles.–

Comenzó a avanzar con cuidado por las frías y desoladas calles, sin importarle los cuerpos desgarrados y sin vida que había dejado atrás.

La luz de la luna se posaba sobre su pálida piel, haciéndola ver de un tono grisáceo. Su instinto salvaje aún permanecía latente y sus orbes conservaban aquel tono escarlata. Su único pensamiento era...

<<Buscar a Changbin.>>

De pronto sintió como algo en su bolsillo comenzaba a vibrar constantemente. Gruñó y sacó el aparato de su bolsillo para ver una llamada de un pelirrojo muy conocido.

—¿Félix?... ¡Maldito infeliz, hasta que contestas imbécil! ¿dónde estás? Tu padre nos necesita–

—No me grites, joder– gruñó molesto y apretó el celular haciéndolo crujir– Estaba ocupado, iré más tarde. Tengo cosas que hacer. Cúbreme, Christopher–

—¿Ocupado? ¿con qué exactamente?–

—Nos vemos...–dijo ignorando las preguntas del mayor.

Sin esperar siquiera a que Christopher hablara, colgó la llamada enseguida y comenzó a correr haciendo uso de su habilidad de vampiro. Para algo la tenía, ¿no?

Sin embargo, el rubio no notó que  alguien observaba todo desde la oscuridad.

****

—¡Minho hyung! ¿cree que Changbin esté bien?– habló fuerte ya que el ruido de la motocicleta del mayor le impedía ser escuchado con claridad.

—¡Estoy seguro de que sí! Tranquilo, Jisung-ah!–

Habían pasado horas buscando a Changbin, hasta que recibieron una llamada del hospital, dónde les informaron que el mayor estaba internado allí. Jisung derramó lágrimas y Minho se había encargado de limpiar cada una de ellas y susurrarle palabras para tranquilizar al menor.

Detuvieron la motocicleta frente al hospital y se bajaron rápidamente para luego adentrarse al mismo.

—Hola, disculpe...Venimos a ver a Seo Changbin–

—Deme un momento, por favor– dijo una enfermera rubia que miró coquetamente al castaño.

Aquello no pasó desapercibido para Jisung, quién rápidamente envolvió su brazo en el de Minho, dejando a éste un poco sorprendido. La chica apartó la mirada avergonzada y tecleó algo en la computadora sobre el mesón.

—El paciente Seo está en la habitación 192, en el segundo piso a la derecha–

Ambos chicos asintieron y a paso apresurado se encaminaron a donde yacía el azabache. Una vez estuvieron frente a la puerta con el número "192" plasmado en la misma, jadeando cansados la abrieron y entraron.

—Oh Dios, C-Changbinie hyung–

Jisung comenzó a sollozar mientras corría a la cama donde su hermano mayor estaba. Minho no creía lo que estaba viendo, simplemente no podía. Tragó saliva y apretó los puños completamente enojado; su mejor amigo estaba tendido en la camilla con varios moretones y heridas en su rostro.

Tragó grueso obligándose a mantener la compostura y no llorar. Maldición, de haber estado con Changbin, nada de esto hubiese pasado.

—C-Changbin–murmuró y se acercó lentamente a la camilla. Jisung no paraba de llorar y abrazar a su hermano– Todo esto es mí culpa, debí quedarme contigo... S-si tan solo no hubiese ido al maldito club de fútbol, no estarías aquí. Soy un imbécil, perdóname– una lágrima resbaló por su mejilla. Se sentía frustrado, triste y decepcionado de sí mismo. Mataría a los imbéciles que lastimaron a su mejor amigo.

☽⋆--𓆩ˈˈ𝐎𝐔𝐑 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃ˈˈ𓆪 ━ ‹ 𝐋𝐈𝐗B̸𝐈𝗡 ›--⋆☾ (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora