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—Jeongin, aquí Félix...¿me copias? ¿ves algo inusual?–

—Lo único inusual es lo grande que se ve el trasero de Chan hyung desde aquí–se burló enfocando con el lente del francotirador el bien formado trasero del pelirrojo.

—¡Es mejor que dejes de ver mi jodido trasero In o te arrancaré la garganta con mis propios colmillos!–gruñó Bang hablando por el comunicador que sostenía Félix, quién sonreía con diversión.

—Oh vamos hyung. ¿Dé que te avergüenzas? Deberías estar orgulloso, incluso el trasero de Beyonce está plano en comparación con el tuyo–ronroneó burlón y Christopher se giró y alzó su mano al aire con su dedo del medio levantado, sabiendo perfectamente que Jeongin lo estaba viendo.

El peliazul rió y Félix solo respiró profundo tratando de mantenerse "serio" en ese momento.

Una nueva misión se estaba llevando a cabo en la calle Itaewon, donde en una zona gobernada por una mafia que aterrorizaba a los habitantes que vivían alrededor; dicha banda de mafiosos tenían por nombre "Cursed Mirrors", su líder debía una considerable cantidad de dinero al clan King´s of Darkness, por lo que la paciencia de Lee Jongsuk había llegado a su límite y envió a Félix junto a Christopher, Jeongin y unos 10 hombres más a matar a esos "imbéciles" como él les llamó.

Félix no había refutado ésta vez. De hecho, no le importaba en lo más mínimo asesinar a esos humanos. Incluso se dijo así mismo que debía tomarlo como entrenamiento, se preguntarán ¿de qué? Pues, quedaba poco tiempo para la Luna Roja, y aunque no estuviera del todo de acuerdo con participar, al menos entrenar e impulsar sus habilidades lo sacaría rápidamente de aquel absurdo evento.

Ya habían pasados cuatro días en los que no había visto a Changbin, y se debía más que nada porque Félix se había ausentado temporalmente de la Universidad para alejar las sospechas de su padre, y hacer "su trabajo" en el clan.

Los primeros dos días habían sido insoportables, no paraba de pensar en su humano y desear con locura buscarlo, pedirle perdón por haber sido un imbécil posesivo (aunque en su mente, él mismo se excusaba diciéndose que él hacía lo correcto en proteger y alejar a su Binnie bebé del gilipollas de Jaebum). El solo recordar las fotos y la manera tan cercana en que los había encontrado días antes en el jardín de la Universidad hacía que su cuerpo se tensara y sus ojos tomaran un color rojo intenso, dando paso a la ira descontrolada y aquella voz en su interior que gritaba con furia "Conquista a Changbin y hazlo tuyo". Félix por supuesto que quería hacer eso, no, más bien lo anhelaba con una indescriptible locura.

No había podido lograr escaparse de la mansión para buscar a Changbin porque su padre había aumentado la cantidad de guardias en la misma y era casi imposible evadirlos sin siquiera toparse con uno de ellos al menos.

—¿Trajiste todas tus armas, In?–soltó volviendo a la realidad.

—Hyung... ¿alguna vez te dije cuánto amo la música?–dijo Jeongin sonriendo, abriendo el estuche de guitarra en el suelo, éste bañado en oro y al abrirlos el brillo de sus armas o "juguetes" como él les decía se reflejaron en sus pupilas esmeraldas–Maldición, realmente amo la música–sonrió orgulloso y sacó dos pistolas colocándoselas en el cinturón que colgaba en su cintura.

 ¿alguna vez te dije cuánto amo la música?–dijo Jeongin sonriendo, abriendo el estuche de guitarra en el suelo, éste bañado en oro y al abrirlos el brillo de sus armas o "juguetes" como él les decía se reflejaron en sus pupilas esmeraldas–Maldició...

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☽⋆--𓆩ˈˈ𝐎𝐔𝐑 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃ˈˈ𓆪 ━ ‹ 𝐋𝐈𝐗B̸𝐈𝗡 ›--⋆☾ (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora