Recordaba a James claramente como si su presencia se paseara constantemente frente a él. Sobre todo luego de ver a Harry, la viva imagen de su mejor amigo. La aparición de Isabel Jones en su vida le hizo sentir un enorme vacío que se debía a la ferviente creencia de James en que Isabel Hestia Jones era la única mujer que se había adueñado de su corazón cosa que mantendría siempre, incluso hasta semanas antes de su muerte.
El beso había dejado aquel sabor a miel en sus labios y sonrió nostálgico al pensar en que poco de su esencia había cambiado. Seguramente sus desayunos seguían siendo tostadas con miel y queso, con un poco de te con leche y cuatro cucharadas de azúcar. ¡Que maldito idiota era su esposo! En ese instante habría dado cualquier cosa por ser el único en despertar al lado de Isabel.
- ¡La amas Sirius! Admítelo - dijo la voz fuerte de James mientras caminaban aquella mañana por Hogsmeade en una supuesta vigilancia. Aunque Sirius sabía que James había tramado todo aquello para que viera a Isabel - Siempre me ha caído bien y si me lo preguntas, estaría encantado de ser el padrino en tu boda.
- A veces James, no se si eres idiota o te haces - bromeó y el aludido bufó - En el caso hipotético de que ame a Isabel como dices, yo no tendría nada para ofrecerle. Vivo en un apartamento solo, con el poco dinero que me envía el tio Alphard, también vivo de tu caridad.
- No es caridad. Eres mi hermano, Sirius. Además sabes que esto no será para siempre. Estoy seguro que serás el mejor en Gringotts.
- Te recuerdo que decidí ser auror - soltó haciendo que James rodase sus ojos.
- Te convenceré de seguir tu sueño - sonrió ampliamente - La pequeña Is tiene tu corazón y tu el de ella, ¿por qué no lo admites? Se veía muy guapa en la boda. Además Elvendork y Batsheeba necesitarán una madrina - le tentó dándole un codazo.
- Elvendork y Bathseeba necesitan un padre competente. No a ti, Cornamenta.
- ¡Eh mírala! Allá está - señaló James mientras se acomodaba los lentes - Está mas alta, ¿parará de crecer?
- Espero que no, de resto seguiré sintiendome como un corrompedor de niñitas - bromeó mientras su amigo cabeceaba.
- Terminarás casado con Isabel, Canuto. Nunca me equivoco. Además, tendrán dos hijos. ¿Como llamarás a mis ahijados? ¿Estrellita y Estrellado?
- ¿Que tal si los llamo "no te metas en lo que no te incumbe"? - gruñó mas divertido que molesto - Isabel sabe lo que pienso de tener una familia.
- También sabes que ella es un amor de persona y se que con tanto amor terminarás por querer pequeños que se parezcan a ella - suspiró - Ve, iré a dar una vuelta. Así le llevo a Lily sus chocolates.
Sirius se acomodó la chaqueta y pasó una mano por su cabello mientras se acercaba. Isabel estaba junto a Helen Shaw de Ravenclaw, quien al verlo abrió y cerró la boca visiblemente nerviosa.
- Is, ¿que hay? - saludó mientras ella alzaba una ceja - ¿Tendrás tiempo para un viejo amigo?
- Un amigo viejo querrás decir, Helen vamos, es Sirius no es un jugador famoso - pinchó a la chica quien se sonrojó - y tu Black, deja de coquetearle a mis amigas. Quiero que vivan y no mueran infartadas por tus encantos.
- Entonces admites que los tengo - le guiñó - Lo siento Helen, pero debo llevarmela. Jones y yo tenemos asuntos pendientes que resolver.
- No iré a acostarme contigo, Sirius - saltó de pronto y Helen la miró con ojos desorbitados - Tu no me mires así, Sirius podrá parecer inocente pero se lo que quiere y yo no quiero que me tome por una de sus tantas chicas. Así que, puedes irte Black. Prefiero seguir en lo mío.
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Con amor, Sirius Black
FanfictionUna sonrisa seductora vale mas que mil rosas Eso es lo que un chico de ojos grises siempre piensa Reglas, que valen mas que toda una vida. Existen palabras que pueden detener toda una vida, y cambiar todo un corazón. Seguramente algo para lo que no...