Intensidad

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Solo podía describir la mirada de Black sobre ella con una palabra.

Intensidad.

¿Que le pasaba? Se miró el uniforme, respiró profundo por si algun moco asomaba sus fosas nasales, incluso se sacudió el cabello pero eso no parecia ser suficiente. Así, que pese a las quejas de Lily y las advertencias de Marlene y Alice, Isabel se levantó hasta donde se encontraban los famosos Merodeadores y se plantó frente a Sirius.

- Sirius, tu mirada me incomoda. ¿Crees que puedas parar o decirme si es que tengo una araña en el cabello?

- ¿Quien dice que te miro? - Sirius se giró y le miró con aquel toque de diversión e intriga que James le conocía bien.

- Remus, ¿puedes agarrar a tu mascota y decirle que me deje en paz? - pidió ella con un tono dulce que hizo sonreír al ojimiel e incluso a James.

- Vamos Canuto, deja a la pobre Isabel en paz - le pidió esta vez James mientras le sonreía amablemente - Te dejara en paz Jones, tenlo seguro.

- Gracias James - cuando Isabel se dio la vuelta la mano de Sirius en la suya le detuvo y ella gruñó - Joder, ¡que me dejes! - y sin mas, Isabel Jones decidió hacer una protesta silenciosa tirandose en el suelo. Lily se acercó corriendo seguida de Marlene pensando que se había desmayado pero ella tenía sus ojos abiertos mientras Sirius aún la tenía tomada.

- Is, levantate - Lily trataba de reprimir una sonrisa pero Isabel se negó.

- Black me tiene tomada, es una protesta. Me tiene harta.

James, Remus, Peter, Marlene y Lily miraron a Sirius y este la soltó encogiendose de hombros. Inmediatamente Isabel se levantó y se sacudió la falda caminando nuevamente hacia el puesto donde estaba su tazón de avena.

La pelirroja le dio una mirada de reproche a Sirius mientras Marlene le guiñó.

- Jones está loca - soltó con el ceño fruncido mientras comía su tostada.

- Tan loca como tu. Parece tu hermana. ¿Por qué la ves tanto? Es una chiquilla, Sirius. Sabes que no te la puedes llevar para...

- No es por eso - suspiró el ojigris - Remus, dijiste que teníamos cosas en común y eso no me dejó dormir. ¿Que quisiste decir?

- Nada, solo...te lo dije para que la dejes en paz - mintió Remus pero Sirius no parecia convencido - ¿Si sabes que Isabel podría terminar pensando que te gusta y luego eso será un gran problema?

- Es inteligente. Tu lo dijiste - tentó pero James le miró con seriedad.

- Sirius. Basta con eso. Si te dijo que no ayudaría dejala en paz, Canuto. ¿Puedes? No quiero que Lily se enoje y piense que es mi culpa.

- ¡Agh! Evans esto, Evans lo otro. Si la sigues mencionando también me terminará gustando.

James estaba a punto de decir algo pero Peter y Remus le hicieron señas de que callara.

Esa misma a tarde y usando sus instintos de Canuto para ubicarla, cosa que le costo bastante, la encontró en una parte alejada del lago, donde unos arbustos la ocultaban y cuando Isabel lo vio rodó sus ojos.

- ¿Que haces aquí? - le preguntó con poca paciencia y tacto.

- Descubrir un misterio - se encogió de hombros y le miró sentándose a su lado - Eso y que me estaba besando con Karen de Ravenclaw y ella ha tenido uno de esos días malos de mujeres. Pobre. No le deseo eso a nadie, puede que a mi madre si. Se lo merece.

- ¿Que misterio? En esta escuela soy un libro abierto para todos - Isabel cerró su libro y lo miró - Tu si eres un misterio. Incluso Lily lo dice.

Con amor, Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora