Miradas a través del espejo

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La Orden se había escandalizado, algunos habían reclamado ante Albus Dumbledore el hecho de que Sirius Black estaba oculto, otros le defendieron hasta el final.

- Pues si tuvieras un par de bolas Dawlish me habrias creído desde un inicio - soltó Isabel ante la sorpresa de Sirius y el placer del mismísimo Remus.

- Oh claro, Jones. Que tu y Black hayan tenido una...relación era motivo para fiarnos de tu palabra - replicó el hombre.

- Que Black y yo cogieramos no es de tu incumbencia ni la de nadie aquí, ni siquiera de Albus - miró en dirección hacia él - Si alguno de ustedes se atreve siquiera a ir de chismoso ante el Ministerio me aseguraré que sea lo último que hagan. ¿Te queda claro el mensaje Dawlish?

- Querida no hay porqué armar tanto revuelo. La inocencia de Sirius ya ha sido corroborada no solo por Harry sino por Albus - intercedió Molly - Todos cometimos un error.

- Un error que nadie se atrevió a desafiar. Ni siquiera un juicio.

- Sirius era considerado un mago de alto riesgo. Poderoso y sobretodo, muy diestro. Se pensaba que podría pasar por una prueba con veritaserum - dijo Minerva con voz fuerte - Lamento haber considerado que eras culpable Sirius, pero en ese contexto, nadie podía negar lo asombrosamente bueno que eras con la magia y sobretodo lo poderoso. Además, luego de conocer la historia de como escapaste de Azkaban, debo decir que lo que siempre he visto en ti, ha sido cierto.

- De cualquier manera, debes mantenerte aquí, Sirius. Salir es un riesgo y ya has hecho mucho - pidió Albus.

- No he hecho nada en lo absoluto. Mis amigos muertos, uno de ellos es un maldito traidor y al otro lo he hecho perder el trabajo que tenía solo por ayudarme - se dirigió con molestia hacia el director - Ahora, usted quiere que me quede aquí sin hacer nada, en esta casa que odio mas que a cualquier cosa. Preferiría morir arriesgando el cuello que estar aquí.

- Pues te toca, Black. Harry no tiene mas familia y el chico ha pasado por mucho - habló Isabel hacia él - James te nombró su padrino porque pensó que eras la mejor opción, porque sabía que tu mas que cualquiera cuidaría a ese niño. Eres lo único que tiene, no juegues a parecer el héroe. Harry necesita ahora una familia y tu eres el único que puede hacer ese trabajo.

La noche permaneció entre constantes discusiones hasta que llegó la hora de que todos se retirasen. Esa vez, Isabel se quedó al igual que Remus, llevaba una botella en la mano y la colocó sobre la mesa de la cocina para luego conjurar tres vasos.

- El grupito mas patético del mundo tendrá su reunión - soltó mientras servía el licor en los vasos - Vamos Lupin, no pienso envenenarte.

- No creo que seas...

- ¿Capaz? - completó ella levantando una ceja hacia él - La Isabel que conociste cambió demasiado, Remus. He hecho cosas peores, supongo que ser auror te curte, asi que, como sea. Pero nunca te envenenaría, al menos no a propósito. Aunque mi ex esposo dice que mi cocina envenenaría a cualquiera, el detalle está en que mi elfina se rehusaba a cocinar para él. Ahora que lo pienso, Mina siempre lo ha odiado, supongo que tiene un sexto sentido.

- Siento lo de tu matrimonio - se disculpó Remus pero ella sonrió y se encogió de hombros. Sirius la miró enigmático.

- Ni te preocupes. Me he quedado con la casa y el coche muggle, así como con una hermosa casa de campo en Manchester sin contar con que todos sus amigos me adoran - le guiñó - Tiene miedo de que le hechice, prometí castrarlo mágicamente si se acerca a cien metros de mi. No se si eso sea posible, no conozco un hechizo que lo haga, pero, ha servido la amenaza.

- Quien lo diría, pasaste de ser la víctima a la victimaria - soltó Sirius y ella se carcajeó.

- Gracias a ti - alzó el vaso y dio un sorbo - Siempre pensaste que era mas fuerte de lo que parecía y cuando murieron mis padres y mis hermanos, tenía tu voz en mi cabeza, Sirius. Entonces entendí que no tenía mas opción mas que ser Hestia y no Isabel.

Con amor, Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora