6. Expectro Patronum

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Aquel fin de semana, Brianna convenció a su amiga de ir a Hogsmeade

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Aquel fin de semana, Brianna convenció a su amiga de ir a Hogsmeade. Eugiéne no tenía demasiadas ganas, pues le había dicho a Sirius Black que tenía mucho que estudiar, si él la veía entonces la tildaría de hipócrita. Sin embargo, no se lo encontró. Compró ranas de chocolate, plumas de azúcar y varitas de regaliz. Adjuntaría una ranita de chocolate en la carta para su familia que aún no enviaba. Se había divertido. En la tarde habían comido junto a Lucy en el Gran Comedor.

Eugiéne llevaba la piedra a todos lados. El lunes en la clase de aritmancia, la piedra volvió a calentarse, y esta vez Eugiéne le dio una mirada notando que había cambiado de color. Un rojo vivo. Un alumno de Slytherin estaba contando el hecho de por qué no había llevado su tarea.

Más tarde, en pociones, volvió a suceder lo mismo. Lily Evans había entrado a la sala a entregar unos libros al profesor Slughorn, Severus le sonrió discretamente y ella le saludó con la mano. La chica notó que el ánimo del pelinegro había mejorado por arte de magia.

—Severus, ¿te gusta Lily? —preguntó.

¿Por qué no lo había notado? El chico siempre se veía menos serio ante la presencia de la pelirroja, más hablador y menos sarcástico. Eugiéne siempre había considerado que aquello era simplemente porque era su mejor amiga, pero ahora, no sentía que fuese solo por eso. ¿Sería que algo había cambiado? ¿O eran las mismas reacciones de siempre que ahora ella les tomaba otro significado porque algo había cambiado en sí misma?

—Claro que no, no seas estúpida, Daft —respondió. Pero la piedra volvió a cambiar su temperatura.

—¿Estás seguro?

—Si lo sabes, ¿para qué rayos preguntas? —Eugiéne lo entendió. Aquella piedra mágica era capaz de detectar las mentiras. Entonces, ¿por qué se mantuvo tibia aquella noche en las cocinas junto a Remus? ¿el chico le había estado mintiendo? Quizás solo era por el calor en la planta, pensó —A veces eres bastante lenta, ¿estás segura de que eres Ravenclaw?

—Cállate, Severus —pero él tenía razón, ¿por qué siempre era tan lenta para captar ese tipo de cosas? Sabía que le interesaba a Sirius porque éste no podía ser más obvio, le guiñaba el ojo a cada oportunidad que tenía. Quizá era porque sus padres eran muy tranquilos, directos y simples, en el buen sentido de la palabra, mientras que en materia del amor las cosas siempre tendían a...enredarse un poco.

El martes llegó y Remus aún no descubría como diablos funcionaba aquella piedra. Cuando estaba con sus amigos o madame Pomfrey esta se tornaba de un rosa pálido, pero cuando estaba con cualquier alumno cerca se mantenía anaranjada. ¿Tendría algo que ver con las personas? ¿Acaso reconocía a las personas cercanas a él? De ser así, entonces no funcionaba para nada.

Camino a la lechucería para mandar su carta, Eugiéne recibió una nueva. De los padres de Brianna.

''Eugi,

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