Remus no entendía por qué su amigo Sirius Black, todo un casanova, por cierto, estaba tan ensimismado en conquistar a aquella chica Ravenclaw de la que tanto les hablaba en el dormitorio.
Hasta que la vio y no pudo dejar buscarla en sus recuerdos.
Esperaban a su primer hijo... o hija. Tenían una pequeña tienda de libros en el callejón Diagon que Remus administraba. Eugiéne se dedicaba a la investigación de pociones nuevas en la parte trasera de la librería. Últimamente, Remus intentaba mantenerla un poco alejada de algunas sustancias que podrían resultar peligrosas para su embarazo.
Eugiéne amaba su vida. No eran millonarios, ni viajaban mucho, tampoco vivían en una gran casa, ni tenían grandes trabajos, pero no había nada que la hiciese más feliz que la familia que estaba formando con Remus.
Le encantaba llegar a su hogar y que oliera a chocolate.
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Ahora sí. Hemos llegado al final. Me gustó mucho escribir esta historia, aunque me tomó mucho tiempo terminarla porque tuve algunas dificultades en el camino jaja espero que la hayan disfrutado y que pueda llegar a más gente. Escribirla fue como un parche curita a mi corazón, me hice nanai a mi misma y me enseñé que todos somos dignos de amor, aun cuando creemos no merecerlo, por no lucir de la forma en que queremos o por no ser de la forma en que la gente espera de nosotros. Aun así, somos dignos de amor, respeto, admiración y compasión. Siento que Remus pudo aprender eso al lado de Eugiéne.
Espero que todes logren tener vidas llenas de amor, de cosas buenas, de alegrías y que puedan tener buenas compañías en los momentos difíciles. Si están pasando por cosas tristes, espero que mejoren, que la vida les sonría <3
