Summary: Había pasado medio año desde que Stolas, príncipe del infierno y comandante de 26 legiones de demonios, se divorciara de su esposa. El castillo gigante en el que vivía se había sentido completamente solo y vacío en los últimos meses.
Entonces, cuando Vox se le acercó con la idea de un programa de citas, el Príncipe accedió con entusiasmo a la oportunidad
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Capítulo 9 : mercado de pulgas
El estado de ánimo al día siguiente podría haber sido mejor. Blitzo y Angel estaban bastante angustiados por perder a su tercer amigo.
—Apesta, hombre. Debería haber echado a Quentin en su lugar—, dijo Ángel, colgando sobre la parte posterior del mostrador y revolviendo su cóctel con una pajita. Estaban sentados afuera en un bar en los jardines reales.
—Acordado.— Murmuró el diablillo, mirando su teléfono con impaciencia. Sus empleados estaban actualmente en una misión para encontrar el reemplazo del libro, y aún no había recibido noticias de ellos.
—Ahora no puedo conseguir nada de lo bueno mientras estoy aquí— hizo un puchero la araña, echando hacia atrás su pelo esponjoso. —Las vacaciones no son lo mismo sin las drogas.
—¿Consideras estas vacaciones?— Preguntó Blitzo, levantando una ceja.
Ángel extendió sus cuatro brazos, derramando un poco de su bebida en el proceso. —¡Sí, por supuesto! No tengo otra forma de salir del trabajo durante unas semanas así de fácil.
Luego sacó la pajita de su bebida y sorbió el pequeño charco que se había derramado sobre la mesa. —Me alegro de que Val accediera a dejarme hacer esto—, continuó.
—¿Así que en realidad no estás aquí para salir con Stolas?— preguntó el diablillo.
—Realmente no.— la araña se encogió de hombros. —Solo estoy aquí por las calificaciones. Quiero decir, me gusta un poco nuestro chico pájaro, pero no de esa manera. De hecho, hemos sido amigos desde hace bastante tiempo—. él reveló.
Eh, entonces consiguieron a la estrella porno a bordo para ver las vistas. Eso tiene sentido.
—Entonces espero que te quedes un poco más. Ya eres el menos molesto por aquí— respondió el diablillo.
—Aw mierda, gracias cariño.— Dijo Ángel, haciendo girar el pequeño paraguas en su bebida. —Parece que somos dos caras de la misma moneda, después de todo, solo estás aquí para pescar a un público también—, dijo, señalando al diablillo.
—¿Estoy?— Se preguntó Blitzo.
—Sí, escuché a Valentino hablar de eso con su bebé Voxxie en el teléfono. Aparentemente, los diablillos conforman la mitad de la audiencia—. él explicó.
Oh. Al diablillo realmente no debería importarle, pero por alguna razón se sintió traicionado. Pah, lo que sea, lo importante era que podía vagar libremente por la mansión y conseguir el libro. Aunque era extraño, considerando que en realidad no era un candidato, ¿por qué el príncipe búho se había acostado con él?
—No lo pienses demasiado cariño, solo disfruta tu tiempo aquí— Angel interrumpió sus pensamientos, entregándole una botella de whisky cara que acababa de tomar de detrás de la barra.
Blitzo tomó la botella y tomó un trago directamente de ella, aún reflexionando sobre sus pensamientos.
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