Summary: Había pasado medio año desde que Stolas, príncipe del infierno y comandante de 26 legiones de demonios, se divorciara de su esposa. El castillo gigante en el que vivía se había sentido completamente solo y vacío en los últimos meses.
Entonces, cuando Vox se le acercó con la idea de un programa de citas, el Príncipe accedió con entusiasmo a la oportunidad
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Capítulo 20: ¿por qué mientes?
Después de las indirectas no tan sutiles de Lucifer, Stolas había decidido elegir a Wilhelm como su próxima cita. Actualmente se encontraban en una sala de escape, diseñada como un supermercado. Filas y filas de estantes, llenos de diversos productos, desde champú y jabón, hasta navajas, medicamentos y cloroformo. Abastecido exactamente como cualquier otro supermercado en el infierno.
En ese momento, Von Eldritch estaba intentando resolver un crucigrama, lo que les daría la combinación para abrir uno de los registros. Stolas, mientras tanto, hojeaba los estantes en busca de otras pistas. Aunque una vez más estaba perdido en sus pensamientos.
El baile de ayer había sido un gran éxito, el príncipe había recibido elogios tras elogios de sus invitados. Aún se sentía infeliz.
Cuando Lucifer le había dicho sobre 'tener cuidado con quién elegir', le hubiera encantado simplemente haber agarrado a Blitzy y besarlo frente a todos. ¡Diablos, casi lo había logrado!
Al comienzo de todo esto, nunca hubiera pensado que se enamoraría de un diablillo. Pero aquí estaba ahora, con mariposas en el estómago. Honestamente, al diablo con cualquier jerarquía social que Lucifer estaba tratando de tirar, iba a elegir su Blitzy al final de este programa, sin importar qué. Dejemos que el resto del infierno piense lo que sea, el príncipe quería ser feliz por una vez en su maldita vida de 6000 años.
Solo había una pregunta más que tenía para el diablillo después de anoche. Realmente lo había desconcertado cuando...
—¡Hey Stolas, lo descubrí!— Wilhelm lo llamó, sacando a la realeza de sus pensamientos. El de piel verde estaba de pie junto a los registros. El príncipe se unió, mientras su fecha tecleaba el código. La caja registradora se abrió y en su interior había un solo pimiento rojo. Los dos demonios lo miraron confundidos.
—Esa no es la clave que esperaba—. Wilhelm declaró.
—¿Quizás debamos revisar la sección de verduras?— Sugirió Stolas.
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Ya era noche de eliminación, la semana había pasado bastante rápido con todos ocupados organizando el baile.
Una vez más llegó el momento de decir adiós.
Vox había cambiado de rostro para mostrar un diagrama con los nombres de cada candidato.
—Como puede ver en nuestra función de encuesta recién agregada—, dijo, señalando su pantalla, —la audiencia aparentemente está apoyando a nuestra icónica estrella porno araña esponjosa. ¿Cómo te hace sentir eso, Ángel?— gritó por las escaleras.
—Solo están diciendo los hechos, bebé Voxxy ~— gritó la araña.
La televisión acercó su rostro directamente a la cámara. —Si quieren apoyar a su favorito, vayan a helluvabachelor.hll . Cada voto cuesta 6.69, y aceptamos Voxpal, por supuesto. Pero volvamos al programa principal—, finalizó, volviendo a su rostro habitual y volviéndose hacia Stolas.
