Summary: Había pasado medio año desde que Stolas, príncipe del infierno y comandante de 26 legiones de demonios, se divorciara de su esposa. El castillo gigante en el que vivía se había sentido completamente solo y vacío en los últimos meses.
Entonces, cuando Vox se le acercó con la idea de un programa de citas, el Príncipe accedió con entusiasmo a la oportunidad
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Capítulo 23 : ¡Al diablo con esta mierda, estoy fuera!
—¡Muy bien, espero que no estén demasiado cansados todavía!— Vox declaró, mientras abría el paquete que había traído a los candidatos después de la cena. Fue un juego de Twister.
—¡El ganador tiene la última ficha antes de la eliminación mañana!— anunció la televisión, colocando el plan de juego con los puntos de colores en el suelo.
—¡El último en sus manos y pies gana!— Dijo, agarrando la rueda agregada para girar y decidir sus destinos.
Los 4 Pretendientes restantes miraron la gran lámina de plástico barata en el suelo.
—No tengo pies—. Pentious dijo, señalando su cola.
Mientras tanto, Blitzo había establecido el plan de juego para confirmar sus sospechas. Era demasiado bajo para siquiera alcanzar cualquiera de los puntos rojos y verdes al mismo tiempo. Esos cabrones nunca hicieron nada del tamaño de un diablillo.
—No va a funcionar—, llamó a su presentador del programa.
Lanzando una mirada furiosa al estúpido diablillo, Vox tuvo que admitir a regañadientes que su plan para esta noche necesitaría algunos ajustes.
—Está bien, entonces, ¿qué tal Strip Poker?— sugirió la televisión. —Eso es algo que vale la pena ver para nuestros espectadores—, dijo, sonriendo alegremente mientras empacaba la lámina de Twister nuevamente.
—No sé cómo jugar al póquer...— admitió Clyde, con la cara enrojecida.
—¡Por el amor de Dios, amigo, estamos en el infierno! ¿¡Cómo no sabes jugar al póquer!?— Vox maldijo, frunciendo el ceño y cerrando la caja tornadora más fuerte de lo necesario.
Luego se revisó los bolsillos y sacó una baraja de cartas Uno.
—¿Al menos todo el mundo sabe cómo funciona el puto Uno?— La TV preguntó a la ronda, extremadamente molesta por este punto.
Todos asintieron, excepto Pentious. Sin embargo, después de una mirada de muerte de Vox, la serpiente también asintió rápidamente.
—¡Por qué sí, por supuesto que sé esto de Uno!— Sir Pentious dijo apresuradamente, dando un codazo al egg boi # 13. El pequeño comenzó a susurrar las reglas al oído de su jefe totalmente fuera de contacto.
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Habían acordado que el primero en ganar 3 rondas obtendría la ficha.
Blitzo y Clyde habían ganado cada uno un juego hasta ahora, Pentious no había ganado ninguno. Sin embargo, Wilhem ya había ganado dos y estaba en su mejor camino para ganar el tercero también, con solo 2 cartas en su mano.
A Blitzo realmente no debería haberle importado, pero su competitividad estaba subiendo de tono. El estúpido grinch acababa de dejar una carta al revés.
—Uno— dijo el cabrón, mostrando su última carta. Von Eldritch sonrió con aire de suficiencia a Blitzo, que habría sido el siguiente si no fuera por la carta inversa que cambió la dirección del juego. El diablillo, que también tenía solo 3 cartas en la mano, miró al noble bastardo.
